lunes, 15 de enero de 2018

¿Qué repelentes son adecuados para los niños?

La piel de los chicos y los bebés es mucho más delicada que la de un adulto, por eso hay algunas características que debemos buscar en los repelentes para que sean efectivos sin provocar ningún daño 
·    Leer siempre las etiquetas. Los repelentes deben estar indicados para las diferentes edades niños y aclarar las sustancias y concentraciones de las mismas que tienen. 
·    Recién nacidos. Como postula la Academia de Pediatría Americana, no se recomienda que en bebés menores a dos meses se utilicen repelentes. Es preferible protegerlos cubriéndolos con velos anti mosquitos, pantalones y remera de manga larga de color claro. 
Sin embargo, ante el contexto de epidémico de dengue, la Asociación de Pediatría Argentina sugiere que en caso de usar repelentes con DEET es preciso confirmar que su concentración sea menor al 30%, no colocarlo sobre heridas ni piel irritada, no rociarlos en lugares cerrados ni debajo de la ropa de los chicos como tampoco directamente sobre el cuerpo del niño sino en las manos del adulto y luego sobre el niño. 
·    Recomendados. En niños menores a dos años, los repelentes en crema ayudan a evitar irritaciones en la piel, en vías nasales u ojos. También se sugiere la elección de aquellos realizados a base de sustancias naturales (como aceite esencial de jojoba o citronella), que sean libres de parabenos (conservantes) y, fundamentalmente, estar dermatológicamente testeados. 
La citronella es una planta que se puede utilizar como repelente natural. Esta hierba, en contacto directo con el sol, despide un aceite que para las personas es imperceptible, pero no para los insectos. Su componente principal es el citronelol que actúa como herbicida, insecticida, antibacteriano, antiséptico y fungicida. 
En esta tarea también se destacan el geraniol y el cariofileno. Son naturales y no causan daños a la salud o al medio ambiente. Los mosquitos poseen un sistema olfativo muy evolucionado y avanzado a diferencia de otras especies, incluidos nosotros. Es este mismo sistema olfativo diferencial la razón por la cual se los puede combatir: por eso las plantas con aromas fuertes como la citronella o el Eucalipto, resultan tan dañinas para ellos, y por ende actúan como repelentes naturales. 
·    Recetas caseras. Tanto la Academia Americana de Pediatría como la Sociedad Argentina de dicha especialidad, coinciden en que tomar vitamina B1 o comer ajo, utilizar brazaletes o dispositivos de ultrasonido o electrocución de insectos son ineficaces para ahuyentarlos. 
·    Picaduras que se infectan. Hay que estar atentos. En los chicos hay una mayor propensión a que las picaduras deriven en ronchas, porque hasta cierta edad poseen una piel mucho más sensible y menos curtida que los adultos. Entonces las pequeñas picaduras pueden reaccionar y devenir en ronchas mayores y con alta picazón. 
Por otro lado, ellos también tienen una mayor propensión a ser picados por insectos, ya que los insectos generalmente se encuentran en aire libre, en pastizales y jardines y rodeados de naturaleza, y es ahí el ámbito donde los niños juegan. El entorno entonces, es otra de las razones por la cual los niños están más expuestos a ser picados, y es por eso que debemos orientar los cuidados hacia la protección de los más chicos con repelentes adecuados para su edad. SR

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