¿Por qué si el Ángel
‘instruye’ para que al Mesías se le llame Emmanuel nunca se le llamó así a
Jesús?
Con dos versículos de diferencia, San Mateo indica dos de los nombres
que recibirá el Niño nacido de la Virgen: Le pondrás por nombre Jesús... Se le
pondrá por nombre Emmanuel (Mt 1,21.23).
Como dice Manuel de Tuya, O.P., no hay oposición entre ambos nombres,
“porque el nombre que se anuncia en Isaías (Emmanuel)
es el nombre profético de Cristo, y el nombre de Jesús es su nombre propio y
personal. El nombre profético sólo indica lo que significará para los hombres,
en aquel momento, el nacimiento de este niño. Será ‘Dios con nosotros’ de un
modo particular. Así, se lee en el mismo Isaías, cuando dice a Jerusalén:
‘Desde ahora te llamarás ciudad del Justo, ciudad Fiel’ (Is 1,26), no porque hubiese de llamarse así materialmente, sino
porque tenía desde entonces una cierta conveniencia a causa de la purificación
que en ella haría Yahvé. O, como dice a este propósito San Jerónimo,
‘significan lo mismo Jesús que Emmanuel, no al oído, sino al sentido’” (Profesores de Salamanca, “Biblia
Comentada”, tomo II, B.A.C., Madrid 1964, p. 30).
1. Emmanuel
Expresa la naturaleza, la personalidad del Hijo de María. El nombre se
contiene en la profecía que Isaías proclama ante el desconfiado Acaz, cinco
siglos antes del advenimiento del anunciado en ella: He aquí que una virgen concebirá
y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emmanuel, Dios con nosotros (Is 7,14). ‘Emmanuel’: Dios con
nosotros. Jesús es Dios; el Dios adorable que hizo el cielo y la tierra, que
gobierna los astros y a quien sirven los ángeles. Pero sin dejar de ser Dios ni
perder su Gloria, se ‘hunde’ en nuestra historia y en nuestro mundo para
convivir con los hombres que Él ha creado, con la hechura de sus manos: Se hizo
ver en la tierra y conversó con los hombres (Ba
3,38). Emmanuel expresa quién es el que nace: es Dios que se hace carne.
Por eso el ángel dijo a María: lo que nacerá de ti será santo, será llamado
Hijo de Dios (Lc 1,35).
2. Jesús
Le pondrás por nombre Jesús porque Él salvará a su pueblo de sus pecados
(Mt 1,21). Tales las palabras del
ángel a José. Este nombre expresa la misión del Hijo de Dios al encarnarse.
Revela el motivo de la encarnación. Jesús en lengua hebrea se dice Yehoshuah y
quiere decir Yahvéh salva, Dios salva; quiere decir, pues, Salud-dador. El que
viene a dar la salud al alma, que es donde mora la enfermedad del pecado.
¿Quién puede perdonar los pecados sino Dios?, se preguntan los enemigos de
Cristo, escandalizados no sólo porque ha curado a un paralítico en Cafarnaúm
sino, especialmente, porque se ha anunciado la remisión de sus pecados (cf. Mc 2,7). Han entendido que de esta
manera se iguala a Dios, y no se equivocan: sólo Dios puede perdonar los
pecados de los hombres. Por eso los perdonaba Cristo, porque era Dios, y para
eso se había encarnado. Esto es lo que nos revela con su nombre. Muchos hebreos
se llamaron Jesús por casualidad, decía Maldonado en el siglo de oro español,
“Cristo, en cambio, por determinado consejo, no humano sino divino. Aquellos
que lo llevaron antes que Él no fueron verdaderos salvadores, y Cristo lo es
más todavía de lo que el hombre acierta a significar. Para ellos era nombre
común y vulgar; para Cristo fue peculiar y, según el profeta había predicho,
propio y singular, porque de la manera que de Cristo se dijo, a nadie le
conviene más que a Él, ya que no hay en otro alguno salud” (Juan de Maldonado, Comentarios a San Mateo, B.A.C., Madrid 1950, p.
133). MAF
No hay comentarios.:
Publicar un comentario