Por otra parte, en el capítulo «De Turonicis episcopis» («Sobre los obispos de Tours», Libro X, cap. 31.I y III) con el que termina la Historia, Gregorio da el catálogo cronológico de los obispos de Tours: a la cabeza figura Gaciano con un episcopado de cincuenta años, después de él la sede quedará vacante por treinta y siete años; el siguiente sería Litorius, que gobernó la diócesis por treinta y tres años, y el tercer obispo fue el conocido san Martín de Tours, cuya ordenación se coloca en 371 o 372.
En «De gloria confessorum» (cap. 4) cuenta que san Martín visitó la tumba de Gaciano para rezar, y terminada la oración dijo: «Bendíceme, varón de Dios», y se oyó una voz dirigida a san Martín: «Yo te pido a ti que me bendigas, siervo de Dios». Naturalmente, la figura central de la iglesia turonense es san Martín, pero con ello quiere Gregorio mostrar cuán apreciado y conocido era Gatiano ya en época de Martín.
Es difícil evaluar la calidad de los datos cronológicos que presenta Gregorio de Tours, que escribe trescientos años más tarde, apoyado en una memoria oral y popular, y sobre todo es un poco difícil de aceptar una sede vacante de 37 años, junto con una fecha de fundación tan temprana para la sede episcopal, cuando es más probable que fuera fundada a fines del siglo III o inicios del IV, pero en todo caso cuando Gregorio afirma que Gaciano fue enterrado en «un cementerio de la villa, que era de cristianos» se hace eco de una auténtica memoria, ya que de inicios del IV está atestiguado en las afueras de Tours un cementerio cristiano. En 1356 se cambió el título de la catedral de Tours, primitivamente dedicada a san Mauricio, por el de San Gaciano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario