Donar sangre salva vidas. Es necesario donar sangre para poder renovar las reservas que tenemos de ella y tener un buen almacén para lograr cubrir cualquier urgencia o cirugía.
El periodo normal que se establece para poder volver a dar sangre es de cada dos meses, siendo mayor la frecuencia en hombres que en mujeres; los hombres, 5 veces al año y las mujeres, 4. Este hecho se debe a la mayor pérdida de hierro que tienen las mujeres durante la menstruación. Apuntar que si queremos donar plaquetas la frecuencia puede ser mayor, dando hasta 24 veces en un año.
Ahora bien, el periodo establecido como normal puede variar según distintos factores del sujeto como: si hace poco ha dado a luz, si se ha hecho un tatuaje, si se ha vacunado, si ha recibido anestesia general, si ha sido tratado por anemia, si ha tomado hace poco antibióticos, si ha tenido mononucleosis infecciosa o cualquier otra enfermedad infecciosa.
Si aún dudas en ser donante de sangre, si no sabes con exactitud en qué consiste este proceso o quieres saber cuándo podemos donar sangre, todas estas cuestiones y más serán resueltas en este artículo.
La necesidad de donar sangre
Donar sangre es una necesidad para la sociedad, es decir, es imprescindible que los individuos que podemos donar lo hagamos para así poder cubrir urgencias y operaciones. Son diversas las razones por las cuales debemos donar sangre y si puede ser de manera regular, estas son: no podemos obtener la sangre de ningún otro modo, esto quiere decir que la sangre no la podemos fabricar, se tiene que obtener directamente de las personas; como hemos dicho, es fundamental ante urgencias y para mantener la salud de la población y tiene fecha de caducidad, por tanto, debemos renovarla de forma periódica.
La sangre está formada por distintos componentes, siendo tres los que se separan y se aprovechan en las donaciones: los concentrados de hematíes que transportan el oxígeno, el plasma, que es el que contiene los factores de coagulación, los glóbulos blancos, que forman parte del sistema inmune y las plaquetas encargadas de iniciar el proceso de coagulación.
Del mismo modo, otro hecho que hace que sea importante que den el máximo número de personas es que no todos tenemos el mismo grupo sanguíneo. Existen cuatro grupos: el A, el B, el AB y el 0, dividiéndose a su vez estas categorías dependiendo de si tiene o no factor Rh que es un tipo de proteína que se une a la membrana del glóbulo rojo, así pues si esta está presente hablaremos de RH positivo y si no lo está de RH negativo.
Esta distinción se debe al hecho que no todos serán iguales y, por tanto, no podremos recibir sangre de cualquier persona. Así, cada grupo podrá recibir sangre de él mismo y del grupo 0, excepto el grupo AB que aparte de la condición anterior, también podrá recibir del A y del B. Por otro lado, en referencia al RH, los que son positivos, es decir, tiene la proteína, pueden recibir tanto de positivos como de negativos, en cambio, los negativos solo pueden recibir de RH sin proteína.
Así pues, podemos hablar de receptor universal, que quiere decir que puede recibir de cualquier grupo sanguíneo, estos son las personas con grupo AB positivo y donantes universales que pueden dar sangre a todo el mundo, que son los 0 negativo. Paradójicamente, los receptores universales solo pueden dar sangre a su mismo grupo y los donantes universales solo pueden recibir sangre de su mismo grupo sanguíneo y RH. Por este motivo es esencial que donemos, porque en el caso de los 0 negativos necesitan tener reservas por el hecho de ser tan exclusivos.
¿Con qué frecuencia puedo donar sangre?
Como hemos mencionado con solo donar una vez sangre no es suficiente, ya que continuamente se necesita sangre para otras personas y aparte como hemos dicho, ésta caduca. De este modo, debemos donar sangre más de una vez al año, se calcula unas 3 o 4 veces, depende del sexo, es decir, el intervalo mínimo para poder volver a donar es de 2 meses.
Este rango de 3 a 4 veces que varía según el sexo se debe a las pérdidas de hierro que tiene la mujer cada mes durante la menstruación. Cuando damos sangre disminuye nuestro hierro, por tanto, y teniendo en cuenta la menstruación, para equiparar la pérdida al final de cada año entre hombres y mujeres si donan sangre, será necesario que las mujeres den menos veces, en específico una vez menos.
Tenemos entre 4,5 y 6 litros de sangre, variando según la edad, sexo, peso y altura, de esta cuantía solo donamos el 10% que serían unos 450 mililitros. Sabemos que la sangre se regenera, tardando entre 4 a 8 semanas en volver a recuperar la cantidad de glóbulos rojos perdidos en la donación. La duración de este proceso de recuperación dependerá entonces del tipo de alimentación que llevemos posterior a donar, así si nuestra dieta es rica en hierro, como son las espinacas, legumbre, o la carne roja y tomamos comprimidos de hierro el tiempo de regeneración será menor.
La relación entre el peso y los litros de sangre también la debemos tener en cuenta para saber si podemos o no ser donantes, puesto que se necesita un peso mínimo de 50 kg para poder hacerlo. Ya apuntamos que aprovechamos distintos componentes de la sangre, así que, en el caso de querer donar plaquetas lo podremos hacer con más frecuencia, cada dos semanas que supone un periodo de 24 veces al año. El modo de proceder para donar plaquetas es el siguiente: se extrae la sangre de un brazo, esta se centrifuga y se separan las plaquetas volviendo a inyectarle el resto de sangre otra vez al donante por el otro brazo.
Otras variables que influyen en la frecuencia de donar sangre
Como hemos dicho la frecuencia normal para poder donar sangre es cada 2 meses, aunque este periodo puede modificarse según variables del sujeto donante, como pueden ser: he dado a luz hace poco, deberemos dejar pasar mínimo 6 meses; he sido operado y he recibido anestesia general, será necesario esperar 4 meses; me he hecho un tatuaje, deben transcurrir mínimo 4 meses desde que me lo hice; si he tenido anemia, pero me he tratado con medicación oral dejaré pasar 2 meses antes de volver a dar sangre o he pasado la mononucleosis infecciosa, deben pasar mínimo 6 meses desde la curación.
Hay otras variables que influyen y que incluso pueden suponer que no puedas donar sangre: deberás esperar 4 meses después de una endoscopia; esperar 15 días si has tenido fiebre, si hace poco que has tomado antibiótico quedará a criterio del médico o no puedes beber alcohol 48 horas previas. Ahora bien, no podrás dar sangre si: no eres mayor de 18 años o tiene más de 65 años, estás embarazada, dando lactancia materna, si eres enfermo de hepatitis B o C o de VIH, si eres diabético tipo 1, es decir, insulinodependiente, si eres epiléptico y estás recibiendo tratamiento por esta patología o si padeces una enfermedad grave, esta valoración también la hará el médico.
Período de conservación de la sangre
La sangre tiene fecha de caducidad, dependiendo ésta de cuál de los tres componentes queramos almacenar. Así pues, los concentrados de hematíes se conservan a temperatura de 4° C un máximo de 42 días, ya que pasado este periodo su calidad disminuye; el plasma se congela primero a -86° C y luego se podrá almacenar a -30° C durante tres años; por último las plaquetas se conservan a temperatura de 22° C con un tiempo máximo de 5 a 7 días. Vemos, pues, cómo la corta duración de almacenaje de las plaquetas queda compensada con la posibilidad de donar con más frecuencia este componente.
¿Por qué es importante donar sangre?
Recopilando la información que hemos dado, son muchas las razones por las que es necesario que nos hagamos donantes de sangre. Como ya apuntamos la sangre tiene fecha de caducidad, cada componente tiene distinta durabilidad y será imprescindible que se vaya renovando la sangre almacenada. Otra cuestión es la variabilidad de grupos sanguíneos que hará necesario contar con unas reservas de sangre más variadas que puedan cubrir a todo el mundo.
Si tenemos en cuenta razones más personales, podemos valorar la necesidad de recibir nosotros alguna vez una transfusión de sangre o alguno de nuestros familiares. Aparte toda la sangre que se dona se analiza, de este modo también recibirás un informe de cuál es el estado de tu sangre y si tienes algún tipo de enfermedad infecciosa o alteración que se pueda detectar.
Pero el motivo más importante es que con esta acción altruista, que dura poco más de diez minutos, puedes salvar vidas. En situaciones de urgencia debemos actuar rápido, ya que la pérdida de sangre se puede producir de forma acelerada, si se pierden entre 1,8 a 2 litros hay un riesgo grave de muerte y con la pérdida de 3 litros, siendo aproximadamente la mitad de la sangre del organismo, esta ya es mortal.
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