El cáncer de próstata es el de mayor incidencia en
hombres en la Argentina, y es el tercero en cuanto a mortalidad, detrás del
cáncer de pulmón y el cáncer colorrectal en hombres, según informa el Instituto
Nacional del Cáncer. Afecta principalmente a los mayores de 65 años.
Si bien no se conocen las causas que originan la
enfermedad, la edad es el principal factor de riesgo: es poco frecuente en
varones menores de 50 años -momento en que se deben iniciar los controles- y
las probabilidades de sufrirlo aumentan considerablemente con el paso de los
años. El riesgo es mayor si padre o hermano tuvieron la enfermedad: cerca de un
10% de los casos pueden darse como resultado de una predisposición genética o
hereditaria.
“A aquellos hombres que tienen un mayor riesgo se
les recomienda un chequeo entre los 40 y 45 años y a la población sin factores
de riesgo, el chequeo está indicado entre los 45 y 50 años”, apuntó el
responsable de la Unidad de Próstata del Hospital Mesa del Castillo (de Murcia,
España), Dr. Antonio Rosino. “La medicina solo es capaz de curar los tumores en
fases iniciales”, de ahí que “hacer un diagnóstico precoz del tumor de próstata
es la maniobra más útil para disminuir la mortalidad en este tipo de cáncer”,
afirmó.
El cáncer de próstata es el más frecuente entre los
hombres -en Argentina se diagnostican 11.000 nuevos casos al año- y el segundo
en la población general, por detrás del de colon. El diagnóstico de este tipo
de cáncer “tiene muy mala fama y a los hombres no les motiva mucho hacerse
cosas, pero salva vidas, fundamentalmente a la gente joven”, dijo el médico
español.
El Dr. Rosino afirmó que las técnicas con las que cuentan hoy día permiten un diagnóstico certero y completo de la patología. Es el caso de la biopsia por fusión, que permite unir las ventajas de la resonancia magnética multiparamétrica con la imagen ecográfica a tiempo real. “Al fusionar ambas imágenes en quirófano podemos tomar las muestras de próstata con total exactitud, por lo que tras su análisis obtendremos un diagnóstico mucho más fiable que con técnicas antiguas”, explicó.
El Dr. Rosino afirmó que las técnicas con las que cuentan hoy día permiten un diagnóstico certero y completo de la patología. Es el caso de la biopsia por fusión, que permite unir las ventajas de la resonancia magnética multiparamétrica con la imagen ecográfica a tiempo real. “Al fusionar ambas imágenes en quirófano podemos tomar las muestras de próstata con total exactitud, por lo que tras su análisis obtendremos un diagnóstico mucho más fiable que con técnicas antiguas”, explicó.
Destacó también los beneficios de la biopsia
líquida, que se realiza a través de una muestra de orina, en la que se informa
si hay probabilidad de tener un cáncer de próstata y si es baja no se realiza
la biopsia.
A nivel local, el sitio web de la Secretaría de
Salud de la Nación informa que los exámenes para detectar el cáncer de próstata
en estadios tempranos consisten en la realización de un análisis de sangre para
medir el Antígeno Prostático Específico (PSA) y en un examen digital a través
del recto. El diagnóstico definitivo se determina a través de una biopsia
prostática.
No obstante, el documento aclara que “la decisión
de efectuar el PSA para detectar de modo temprano este cáncer debe ser
individualizada, dado los escasos beneficios y los daños potenciales asociados
a este examen”. Es que el PSA puede conducir a la realización de más pruebas
diagnósticas y tratamientos que causan incontinencia urinaria, dolor e
impotencia sexual a muchos pacientes, así como arrojar falsos positivos que
conduzcan a la realización de biopsias innecesarias. Las biopsias prostáticas,
en tanto, también pueden asociarse a fiebre, infección, hemorragias.
“Existe evidencia científica -continúa la
información oficial publicada en el sitio web- que afirma que no hay
diferencias significativas en la reducción en las muertes por cáncer de
próstata mediante el empleo del PSA. La mayoría de los cánceres de próstata que
se detectan por el PSA son de crecimiento lento, por lo cual no causarán daños
durante la vida. En la actualidad no es posible determinar qué tipo de cáncer
de próstata tendrá un hombre y si amenazará su salud o no”.
En la misma línea el Dr. Juan Lacava, ex presidente
de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, relativizó la recomendación de
adelantar los controles (en Argentina deben iniciarse a los 50), consejo que
considera sólo aplicar para hombres con un riesgo mayor. “A pesar de los
enormes adelantos en la metodología diagnóstica, al momento no existe ninguna
evidencia que realizar un screening precoz mejore la supervivencia general de
la población”.
“Uno debe definir que las conductas poblacionales
se toman en base a evidencias científicas -subrayó el Dr. Lacava-. Esto se
contrapone con la decisión en base a testimonios, es decir el dato anecdótico
de un caso particular. Es lógico que para esa persona que testimonia el
beneficio fuera del 100%. Pues tampoco se mencionan los cientos de casos donde
se hicieron los estudios innecesariamente y algunos de ellos también con
complicaciones”.
Para el Dr. Lacava, que es director del Instituto
Oncohematólogico de la Patagonia, en la provincia de Neuquén “si decidiéramos
por lo particular-testimonial en vez de en base a evidencias, todas las
personas del mundo se tendrían que hacer resonancias de diversas partes del
cuerpo en forma periódica y análisis frecuentes con marcadores específicos e
inespecíficos, y se realizarían cientos o miles de biopsias innecesarias Y sin
considerar el daño psicológico extremo que se ocasiona hasta que se dice que
todo salió bien”.
El especialista subrayó, no obstante, que la
situación es diferente en pacientes de alto riesgo marcados por antecedentes
familiares, genéticos, “donde se debería realizar un screening de alto riesgo”,
en cuyo caso sí recomienda adelantar los chequeos.
“Por otra parte, el examen clínico es imperativo no
sólo a nivel prostático sino corporal, y este debe incluir un tacto rectal para
definir si la próstata está normal o no. Nos guste a los hombres o no. Este
punto es básico, los síntomas suelen ser tardíos en el cáncer de próstata”,
enfatizó.
Consideró, no obstante, que los adelantos
diagnósticos pueden modificar esta afirmación en el futuro “pero esto debe ser
estudiado de forma correcta para evitar los riesgos y las toxicidades del
sobrediagnóstico”. BP
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