martes, 30 de abril de 2024

Presencia Celestial - Música de Meditación en Arpa...

Gregorian - Mundo ordinario...

Al final... 03

Amistad... 65

Brieuc, Santo

Abad y obispo, 01 de Mayo
Elogio: En Bretaña Menor, san Brieuc, obispo y abad, natural de Cambria, que fundó un monasterio en la costa armórica de Bretaña, posteriormente elevado a la dignidad de sede episcopal.
País: Francia - †: c. 500

Cómo evitar enfermarse ante los cambios de temperatura…

Ventilar los espacios cerrados es fundamental para evitar la transmisión de virus y bacterias que causan enfermedades respiratorias.
Últimamente, el clima es una constante danza entre el calor y el frío, y con cada cambio, nuestro cuerpo se enfrenta a diferentes desafíos. Si bien es cierto que los días cálidos rara vez nos enferman, es en los días fríos en los que debemos estar más alertas.
Cuando las temperaturas comienzan a descender, al iniciarse el invierno, empieza lo que llamamos la temporada de las infecciones virales y bacterianas. Entonces, surge la pregunta: ¿cómo nos protegemos? La respuesta es simple: cuidándonos.
El descenso de la temperatura trae consigo dos fenómenos principales. El primero ocurre en nuestro entorno. Las personas tienden a permanecer más tiempo en espacios cerrados, lo que facilita la propagación de agentes infecciosos.
Si alguien en un ambiente cerrado está enfermo, los virus y bacterias se dispersan en el aire, aumentando el riesgo de contagio para todos. La solución a este problema es la ventilación. Es esencial abrir puertas y ventanas con regularidad para renovar el aire y reducir la concentración de patógenos.
El segundo fenómeno ocurre dentro de nuestro cuerpo. Con la caída de la temperatura, nuestro sistema inmunológico, específicamente los linfocitos, disminuyen su capacidad y resistencia. Esta inmunosupresión temporal nos hace más susceptibles a enfermedades.
Además, las bajas temperaturas afectan a las ‘cilias’, pequeños pelitos en nuestro sistema respiratorio que ayudan a expulsar el moco y las bacterias. Con el frío, su movimiento se ralentiza, lo que dificulta la limpieza del sistema respiratorio.
Por lo tanto, con la llegada del frío, no solo enfrentamos un ambiente cargado de gérmenes, sino también un sistema inmunológico debilitado temporalmente y un sistema respiratorio menos eficiente. Esto nos hace más propensos a enfermedades como la faringitis, laringitis, otitis, traqueítis, bronquitis e incluso neumonías.
En conclusión, es vital estar conscientes de estos cambios y tomar medidas preventivas. Ventile regularmente su hogar y oficina, abríguese adecuadamente y mantenga una buena higiene de manos para reducir el riesgo de contagio. Recuerde que, aunque no podemos controlar el clima, sí podemos controlar cómo respondemos a él.
Resumen
1- Climatización de la oficina
Mantener una temperatura agradable en la oficina puede generar conflicto entre los trabajadores. Todos tenemos sensaciones de frío o calor que pueden variar, por lo tanto lo recomendable es ponerse de acuerdo y encontrar el equilibrio. Asimismo, los expertos aseguran que la temperatura ideal para un lugar de trabajo es de 21 a 23 grados.
2- Ropa adecuada
En cuanto a la ropa que debemos usar para prevenir enfermedades por los cambios bruscos de temperatura, lo recomendable es no abrigarse extremadamente en lugares con calefacción. Es natural que utilicemos ropa abrigada para mantener nuestro cuerpo cálido y agradable, pero debemos procurar que el cambio de temperatura sea gradual cuando pasemos de un ambiente a otro.
3- Después de la ducha
El cambio de temperatura después de la ducha es otro momento en el que estamos vulnerables a un resfrío. Cuando salimos del baño debemos secarnos bien y vestirnos rápidamente. Es recomendable no salir inmediatamente a la calle y por ningún motivo dejar nuestro pelo mojado.
4- Después del deporte
Si eres de los que les gusta hacer deporte en invierno, recuerda que cuando entrenas tu cuerpo aumenta de temperatura. Es por esto que la recomendación es cubrirnos con más vestimenta luego de hacer actividad física para evitar descensos térmicos bruscos.
5- Calefacción
Los cambios de temperatura del frío al calor también nos puede generar una descompensación y debilitar nuestro sistema inmunológico. Por lo tanto, si queremos encender la calefacción cuando llegamos a nuestro hogar, debemos hacerlo gradualmente. También es preferible que escojamos artefactos que estén en buen estado y evitar estufas a leña o parafina, ya que liberan gases que pueden perjudicar nuestra salud.
6- Evitar lugares frecuentados
Dentro de lo posible es recomendable evitar lugares con poca ventilación como centros comerciales, hospitales o sitios muy frecuentados. Esto porque estamos más propensos a contagiarnos de algún virus o enfermedad. Además, no debemos olvidarnos de no abusar de las humidificaciones (aparatos que humedecen el aire).

La túnica con agujeros…

En su novela ‘La túnica sin costura’, Maurice Baring (1874-1945) relata una imaginaria vida dramática, confusa, misteriosa, como la de tantos y tantos seres humanos reales.

El protagonista, Christopher Trevenen, soñaba de niño con ser explorador. En una ocasión acompaña a su hermana Mabel de paseo. Se bañan, a pesar de que ella tiene problemas de salud.

Al regresar donde residían, una fuerte tormenta los deja empapados. La niña contrae una fuerte pulmonía. Christopher reza por ella. Al poco tiempo, Mabel muere. Christopher, todavía un niño, se siente culpable. Toda su vida pensará que había matado a su hermana.

El resto de la novela narra las decisiones y los cambios de Christopher a lo largo de los años. La trama se entrelaza con noticias o relatos sobre la túnica sin costura que habría envuelto el cuerpo de Cristo, sobre la que se habla en momentos clave de la existencia de Christopher.

‘La túnica sin costura’, publicada en 1929, puede ser interpretada de muchas maneras. Una de ellas aparece varias veces en el mismo relato, cuando Baring (convertido al catolicismo en 1909) pone en boca de Christopher, unas reflexiones profundas.

Al pensar en su propia historia y sus muchos fracasos y decisiones equivocadas, Christopher reconoce que cada vida es como una túnica sin costura; pero su propia vida, con todos sus avatares, ‘está tan llena de agujeros, rasgones, costuras, remiendos y pedazos, que más parece un guiñapo’ (cap. 30).

Quien escucha las palabras de Christopher, Madame D'Alberg, le hace ver que está interpretando todo al revés. Los agujeros son parte de la vida, pero con ellos se teje una historia diferente, que solo se comprende cuando uno adopta otra perspectiva.

Porque, cuando uno mira la túnica de su vida del revés, empieza a descubrir cómo la Providencia ha ido tejiendo tantos detalles, ha ofrecido mil posibilidades de bien y de belleza.

En otro momento de la novela, Madame D'Alberg afirma: “Mi marido solía decir que todo hombre, el más insignificante y hasta el más vil, tiene asignada su misión por la Providencia (...). Nosotros no podemos ver el patrón de nuestra vida, pero sin duda está bien patente a los ojos del que ha de bordar la tapicería, (...) no siendo nosotros más que pequeñas cuadrículas del cañamazo del gigantesco tapiz” (cap. 27).

La novela de Baring enseña algo que muchas veces no alcanzamos a ver. La túnica de cada uno, con sus agujeros, sus ‘errores’, sus cambios bruscos o sus momentos ‘intranscendentes’, está en manos de Dios Padre, que puede hacer maravillas con quien confía en su Amor providente.

La existencia del protagonista de ‘La túnica sin costura’ parece un fracaso completo, hasta los momentos finales de su vida en los que reaparece nuevamente la misteriosa túnica.

En esa situación dramática, Christopher Trevenen recibe, como un don maravilloso y sanante, el arreglo más hermoso de su túnica personal y llena de agujeros: la llegada de un sacerdote que le ofrece, con el sacramento de la penitencia, la misericordia que cura y que permite acoger una salvación definitiva... FP

Día litúrgico: Miércoles V (B) de Pascua

Texto del Evangelio (Jn 15,1-8): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos».
 
Comentario del Evangelio
 
Hoy, antes de marcharse al cielo, Jesucristo nos asegura que Él permanecerá con nosotros. Dios puede hacer esto: estar en el cielo —junto al Padre y al Espíritu Santo— y, a la vez, permanecer en la tierra. Lo hace a través de su Amor, el Espíritu Santo, que habita en nuestros corazones. Lo hace a través de la Comunión y de los demás sacramentos.
—Jesús nos pide que permanezcamos con Él. Así nuestra vida dará fruto y será bonita: a veces con dolores, pero siempre con alegría. ¡Qué bonito es estar con Dios y con mis hermanos!

30 de Abril - Día del Trabajador Rural...

Buenos días... 2024-062

lunes, 29 de abril de 2024

Ernesto Cortázar - Piano romántico instrumental relajante - Disfruta este momento...

Caruso - Lucio Dalla - Adriana Babin (flauta de pan)...

Solo en el interior...

Donato de Evorea, Santo

Obispo, 30 de Abril
Elogio: En Evorea, en la región de Epiro, san Donato, obispo, que en tiempo del emperador Teodosio brilló por su eximia santidad.
País: Grecia - †: s. IV

Pasos para asar los vegetales conservando sus nutrientes…

Los vegetales son una excelente fuente de fibravitaminas, minerales y antioxidantes por lo que deben incluirse dentro de una dieta equilibrada y saludable.
Asar u hornear vegetales es saludable, ya que no se requiere usar mucho aceite o mantequilla. Al asarlos se suele realzar su dulzor y los hace más apetecibles. Sin embargo, al cocinar los vegetales a altas temperaturas puede propiciar perder algunos de sus nutrientes. Al cocinarlos en forma adecuada puede conservarlos sin sacrificar su sabor.
Es posible refrigerar los vegetales hasta el momento de cocinarlos para ayudar a conservar sus nutrientes.
Pasos para asar los vegetales:
1. Precalentar el horno o parrilla
Precalienta el horno a 400°F (200°C). O prende la parrilla a temperatura media. Temperaturas más altas harán que los vegetales empiecen a perder sus nutrientes.
2. Cortar y selecciona los vegetales
Corta los vegetales en trozos. Los vegetales que se asan bien incluyen patatas, cebolla, espárrago, brócoli, coles de bruselas, remolacha, chile pimiento morrón, coliflor, calabaza y zanahorias.
Agrupa los vegetales que son similares en dureza para asarlos y que queden con una cocción uniforme y tengan una consistencia adecuada. Por ejemplo, al asar cebolla con chile pimiento requiere el mismo tiempo para cocinarse.
3. Rociar con aceite los vegetales
Rocía los vegetales con un aceite en aerosol. Mezcla los vegetales para asegurar que se esparce en forma uniforme el aceite y colócalos en una charola para hornear. Y vuelve a rociar un poco de aceite en los vegetales que se encuentran en la superficie. El aceite en aerosol contiene menos calorías que el aceite regular, además permite que los vegetales se doren y queden crujientes sin añadir más grasa y calorías.
4. Sazonar los vegetales
Sazona los vegetales. Puedes añadir un poco de sal y pimienta o añadir especias como romero o tomillo para crear nuevos sabores. También puedes usar ajo o sal mezclada con otro condimento. El jugo de limón y la ralladura dan a los vegetales un sabor fresco, mientras que el chile en polvo y pimienta de cayena los hacen picantes. Experimenta con sabores que más te agraden al añadir diferentes especias.
5. Asar los vegetales sólo el tiempo justo
Asa los vegetales de 15 a 30 minutos máximo. Cocinarlos de más puede provocar la pérdida de nutrientes. Sácalos del horno tan pronto como estén cocidos.
Los vegetales deben estar firmes, pero lo suficiente para que ya no estén crudos y puedan masticarse. Los vegetales pueden tardar un poco más o un poco menos en cocinarse, así que revísalos constantemente durante el proceso.
Usa una espátula para dar la vuelta a los vegetales a la mitad de la cocción para conseguir un grado de cocción uniforme. HD

Abre la puerta…

“Estoy buscando alguna actividad que complete mi día, algún quehacer en donde pueda relacionarme con más gente y compartir, una ocupación que haga olvidarme de mis problemas, una distracción”.

Estas palabras se escuchan a menudo entre las personas que frecuentamos y lo que en realidad tenemos es Sed de Cristo. Levántate y abre la puerta, adivina quién está golpeando… “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3,20).

Así es, buscamos e invertimos dinero en ‘distracciones’ que no son más de lo que dice esa palabra. Útil para mantener nuestra mente y cuerpo ocupado por un momento y muy útil para verdaderamente distraernos del “camino, la verdad y la vida” (Juan 14,6).

Estamos en constante búsqueda de algo que ni sabemos qué es. Es parte de nuestra naturaleza buscar seguridades, comodidades, satisfacer la necesidad de bienestar. A eso yo le llamo: buscar paz, pues lo que tenemos es sed de Cristo. Sólo en Él se calma nuestra ansiedad, pues en Él encontramos aquello que buscamos en forma constante. Sin embargo, a pesar de que está tan cerca de nosotros, lo sentimos tan lejos…

Lejos porque no lo reconocemos, lejos porque no creemos, lejos porque no le abrimos la puerta. Si tan solo por un momento permaneciéramos en silencio y lo invitáramos a entrar en nuestra morada, nuestras vidas se convertirían.

Él siempre viene en silencio e invisible, con un poder y amor infinitos, con misericordia y con los dones de su Santo Espíritu para dar luz a todas las almas que lo acepten y le permitan entrar en sus corazones. Cristo verdaderamente saciará nuestras carencias: “Vengan a Mí todos los que tengan sed…” (Juan 7, 37). 

Pero, ¿estamos preparados para recibir a Jesús en nuestros corazones? Cuando recibimos una esperada visita, acomodamos nuestra casa, preparamos un banquete y le damos una bella bienvenida, Y ¿Qué haremos para recibir a nuestro Señor? ¿Tenemos limpia nuestra casa? Se trata de esperarlo con un corazón recto, dispuesto, sincero y humilde, pero lo más importante, es estar dispuesto a quedarnos con esa visita para siempre.

Así como lo señaló un destacado Sacerdote en su homilía dominical, muchos tenemos fe hasta que vivimos una prueba grande en nuestras vidas. En ese momento nos damos cuenta de que la fe no era una póliza de seguro que debíamos mantener, pues nos cubriría del incidente que tuvimos. Se trata sin embargo, de perseverar. Perseverar llevando tu cruz, perseverar en la feLa perseverancia es aquella virtud por medio de la cual florecen las otras virtudes. Así es como también el amor, la paciencia, la humildad, la fortaleza, la templanza no florecerán si no es mediante la perseverancia. Si tu cruz es haber servido y te han pagado mal, persevera en dar la vida por ello o si tu cruz es esa persona que te hace daño, persevera en el perdón.

Quedarnos con esa hermosa visita, la más importante de todas, la que más bien nos ha hecho, es un acto de fe. Una fe que si no cuidamos, si no atesoramos y si no perseveramos en ella bajo cualquier circunstancia, hará que esa visita se vaya.

¿Y cómo esperaremos a Jesús, nuestro invitado de honor? Con la alegría del alma. En una ocasión un grupo de periodistas le pidieron a la Madre Teresa de Calcuta un consejo que les sirviera para toda la vida. La santa los miró y sonriendo les contestó: “Sonrían”. Y al verlos sorprendidos añadió. “Y lo digo completamente en serio”.

El Papa Francisco en su Exhortación Apostólica, al hablar del deseo de Dios para que todos seamos santos, nos recuerda que: “ser santos no es tener un espíritu apocado, tristón, agriado, melancólico… El santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor”. Y si todos estamos llamados a ser Santos, todos estamos llamados a vivir con alegría.

La Sagrada Escritura también refleja el deseo de Dios: “No te prives de un día feliz, y no dejes pasar la parte de una satisfacción legítima” (Eclesiástico 14,14).

El Ángel que anuncia el nacimiento del mesías a los pastores les dice: “… vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo” (Lucas 2,10).

La Virgen María lo dice: “y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador” (Lucas 1,47), al igual que San Pablo: “Estén siempre alegres en el Señor” (Filipenses 4,4).

La alegría brotará de manera natural cuando llega Jesús a nuestras vidas para hacer morada en nosotros y será el reflejo de haber saciado nuestra sed, la sed de Cristo.

Pero también podríamos pensar en nuestra flaqueza de fe, que Jesús no ha tocado nuestra puerta y aunque no es así, mediante la Oración, la lectura de la Sagrada Escritura y la Eucaristía, lograremos escuchar los golpes en la puerta. Es Él, sólo debes escuchar. “Yo soy la puerta: el que entre por mí estará a salvo…” (Juan 10,9).

Cuando busquemos en la oración el mejor entretenimiento, cuando encontremos en la Sagrada Escritura una lectura más interesante que aquella revista de espectáculos y la Eucaristía dominical como el encuentro en donde podemos compartir fraternalmente y mejor que en un centro de estética, lograremos escuchar a Jesús tocando la puerta de nuestro corazón. MYB

Día litúrgico: Martes V (B) de Pascua

Texto del Evangelio (Jn 14,27-31ª): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré a vosotros’. Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado».
 
Comentario del Evangelio
 
Hoy, el Señor consuela a sus discípulos. ¡Jesús se va! ¿A dónde? Primero se marchó muriendo en la Cruz: su muerte fue un irse al cielo. Tres días después resucitó y, todavía durante un breve tiempo, se fue apareciendo a los discípulos. Finalmente, el día de la Ascensión subió con su cuerpo resucitado al cielo.
—El Señor pide que no se asuste nuestro corazón. Él nos da la verdadera paz: Jesús, porque es Dios, está en el cielo y está con cada uno de nosotros. Incluso dentro de nosotros cuando le recibimos en la Comunión.

29 de Abril - Día del Animal... 02

29 de Abril - Día del Animal... 01

Feliz lunes... 89

domingo, 28 de abril de 2024

Boleros Románticos - Boleros de amor imprescindibles...

Koala Vert - Emociones...

La libertad... 19

Intención del día...

Itala Mela, Beata

Laica, 29 de Abril
Elogio: En La Spezia, Italia, beata Itala Mela, laica, oblata benedictina, que destacó por la heroicidad de sus virtudes.
País: Italia - †: 1957

¿Por qué me duele el estómago después de comer?...

Si la cena fue pasta, carnes rojas, helado, torta, tomamos vino y comimos pan, la respuesta es simple: seguramente el dolor de panza sea porque comimos demasiado.
Sin embargo, hay muchas otras razones por las cuales puede dolernos el estómago al terminar de comer, y algunas pueden ser de cuidado. Si sentimos esta molestia, incluso habiendo modificado la dieta, puede tratarse de una condición médica. En cualquier caso, es un dolor que no hay que dejar pasar.
Las siguientes son algunas de las principales razones por las cuales tenemos que tocarnos la panza al finalizar una comida.
1. Intoxicación alimentaria
Ocurre al comer algún alimento contaminado y se manifiesta con dolor en el estómago, vómitos, diarrea, pérdida de energía y eventualmente fiebre. En general se cura en casa, con reposo e hidratación.
Aunque la contaminación del alimento puede ocurrir en cualquier momento de la cadena de producción, manipularlos de manera adecuada en casa ayuda a prevenirla. Si se trata de vegetales hay que lavarlos bien y en el caso de las carnes cocinarlas a la temperatura adecuada. 
2. Gases en el tracto digestivo
Este fenómeno se produce por una acumulación de gas en el sistema digestivo, que ejerce presión sobre el área del estómago, y provoca dolor.
Aunque algunas personas tienden a tener una mayor acumulación de gases que otras, hay algunas estrategias para ayudar a evitar esta incomodidad. Entre ellas:
·        Expulsar el gas
·        Ir de cuerpo
·        Comer despacio y liviano
·        Dejar de fumar (si es el caso)
·        Evitar sorbetes (al usarlos ingresa al organismo aire extra)
·        Tomar bebidas sin gas
·        Evitar la goma de mascar
3. Consumo de alimentos o bebidas irritantes
Los jugos de frutas y quesos procesados y el tomate, aun con todas sus virtudes, son los principales productores de ácidos digestivos que pueden causar malestar estomacal.
Los ajíes picantes, que contienen capsaicina, también son disparadores del dolor de panza. Esta sustancia química que les da su sabor particular tan afín a los platillos latinos puede causar ardor más allá de la boca... y llegar hasta la boca del estómago.
Y para los amantes del café, malas noticias: la cafeína es uno de los irritantes que están más arriba en la lista.
Tomar agua o té, café descafeinado, y consumir verduras alternativas y reducir el uso de ajíes picantes puede ayudar a reducir el dolor de estómago si se identifica que esas eran las causas.
4. Indigestión
Los mismos ácidos que el estómago produce para desmenuzar los alimentos pueden causar irritación, y derivar en dolor de estómago.
Por supuesto, algunos alimentos, los sospechosos habituales, son los que obligan al estómago a aumentar la producción de ácidos. Las bebidas azucaradas, las comidas grasosas o el alcohol obligan a la mayor producción de ácidos.
5. Gastritis
La gastritis ocurre cuando el revestimiento del estómago resulta hinchado o inflamado.
Esta condición puede durar solo por un corto tiempo (gastritis aguda), pero también puede perdurar durante meses o años (gastritis crónica).
La gastritis, que es tratable y prevenible, puede causar dolor de estómago.
6. Intestino irritable
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno que lleva a dolor en el abdomen y cambios en el intestino. Este síndrome se puede presentar a cualquier edad, pero a menudo comienza en la adolescencia o a principios de la vida adulta y es dos veces más común en las mujeres que en los hombres. Es menos probable que se desarrolle en adultos mayores sobre los 50 años. 
Esta afección es el problema intestinal más común que lleva a que las personas sean remitidas a un especialista en intestinos (gastroenterólogo).
Uno de sus síntomas es el dolor de estómago.
7. Ulceras
Una úlcera es una lesión similar a un cráter en la piel o membrana mucosa. Se forma cuando se han quitado las capas superiores de la piel o tejido. Se puede presentar en la boca, el estómago y otras partes del cuerpo.
Otras causas médicas y psicológicas
Otras condiciones como el reflujo gastroesofágico, la enfermedad celíaca o cálculos biliares, también pueden producir dolor de estómago como síntoma. En cada caso amerita una consulta con un especialista.
Algunos medicamentos para controlar la presión arterial también pueden causar malestar estomacal. Si tomas algún medicamento para controlar la presión y tienes dolor de estómago persistente, consulta con tu médico de cabecera.
La constipación, que se define como no tener movimientos intestinales suficientes o tenerlos con dolor, también puede causar dolor de estómago. Una solución simple es incorporar más fibra en la dieta, para facilitar la movilidad intestinal.
La obesidad también es un factor de molestia estomacal, mantener un peso saludable ayuda a que todo el proceso digestivo sea eficiente y no cause dolor.
Y, finalmente, el bendito estrés y los nervios que afectan a millones también pueden detonar un dolor de estómago. Recuerda que tu salud mental es parte de tu balance en la vida, por eso debes prestar atención a esos síntomas porque cuerpo y mente están indefectiblemente relacionados. 
Cualquier alteración de tu salud mental puede impactar en muchos aspectos de tu salud física, y también en tu estómago. HD

El diseño del amor de Dios es el que dirige el mundo y no nosotros…

“Y es que, por medio de las crisis, Dios nos dice que no somos nosotros los señores de la Historia, con mayúsculas, ni siquiera de nuestras propias historias, y por más que somos libres de corresponder o no a las llamadas de su gracia, es siempre su diseño de amor el que dirige el mundo”, lo escribe el Papa Francisco en una Carta dirigida al Cardenal Juan José Omella y Omella, Arzobispo de Barcelona y Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), con ocasión de la celebración de los 500 años de la llegada de San Ignacio de Loyola a Barcelona.

Tenía el propósito de seguir a Cristo en pobreza y humildad

En la misiva, el Santo Padre recuerda que, un 14 de noviembre de 1522, “un pobre soldado” llegó a Barcelona cuando iba de camino a Tierra Santa. Paradójicamente, cinco siglos después las autoridades civiles y religiosas de esa región, junto al Prepósito general de la Compañía de Jesús, se reúnen de forma institucional para celebrar este acontecimiento.

“Nuestro protagonista – escribe el Papa – después de haber servido al rey y a sus convicciones hasta derramar su sangre, iba herido en el cuerpo y en el espíritu, se había despojado de todo y tenía el propósito de seguir a Cristo en pobreza y humildad. A él en ese momento poco le importaba hospedarse en albergues para pobres o tener que retirarse en una cueva para orar, menos aún que esto supusiera ser «estimado por vano y loco» (E.E. 167)”.

Un hombre íntegro y coherente en sus convicciones

Con el deseo de unirse a este acto, el Papa Francisco pide al Arzobispo de Barcelona “que lo represente”, pidiéndole que haga llegar sus saludos a todos aquellos que participan en esta celebración.

“Saludo a todas las autoridades presentes, tanto civiles como eclesiásticas, y en ellas al Pueblo fiel de Dios, que recuerda a san Ignacio de Loyola con devoción y cariño, y a los hombres de buena voluntad que lo respetan por ser un hombre íntegro y coherente en sus convicciones. Del mismo modo, a los miembros de la Compañía de Jesús, que como yo lo veneran como fundador”.

El diseño de amor de Dios es el que dirige el mundo

Y refiriéndose nuevamente al fundador de la Compañía de Jesús, el Santo Padre observa que, es significativo pensar que, para llevarlo hasta allí, Dios se sirviese de una guerra y de una peste. La guerra que lo sacó del sitio de Pamplona y fue el detonante de su conversión, y la peste que le impidió llegar a Barcelona y lo retuvo en la cueva de Manresa.

“Es una gran lección para nosotros – indica el Papa – pues guerras y pestes no nos faltan para que lleguemos a convertirnos. Podemos, por tanto, asumirlas como una oportunidad para revertir el rumbo seguido hasta ahora e invertir en lo que verdaderamente importa, sea cual sea el ámbito en que nos movamos”.

“Y es que, por medio de las crisis, Dios nos dice que no somos nosotros los señores de la Historia, con mayúsculas, ni siquiera de nuestras propias historias, y por más que somos libres de corresponder o no a las llamadas de su gracia, es siempre su diseño de amor el que dirige el mundo”.

Una gracia que desde la tierra nos lleva al cielo

Es en estas circunstancias, señala el Santo Padre que, las crisis se convierten en oportunidades de conversión, cuando se reconoce la primacía de Dios.

“Ignacio se mostró dócil a esa llamada, pero lo más importante es que no retuvo esta gracia para sí, sino que la consideró desde el principio como un don para los demás, como un camino, un método que podía ayudar a otras personas a encontrarse con Dios, a abrir su corazón y dejarse interpelar por Él. Desde entonces sus ejercicios espirituales, como otros itinerarios de perfección,… se nos presentan como esa escala de Jacob que desde la tierra nos lleva al cielo, y que Jesús promete a quienes lo buscan sinceramente”. RM

Día litúrgico: Lunes V (B) de Pascua

Texto del Evangelio (Jn 14,21-26): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él». Le dice Judas, no el Iscariote: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?». Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho».
 
Comentario del Evangelio
 
Hoy, Jesucristo nos dice dos cosas muy importantes. La primera: si quiero amar al Señor, debo respetar los mandamientos de la Ley de Dios. Si lo hago, entonces ocurrirá algo muy grande: Dios vendrá a mí y habitará en mi corazón.
Además, Jesús anuncia que, desde el cielo, el Padre y Él nos enviarán su Amor, el Espíritu Santo. Dios Espíritu Santo es el Consolador porque vive en nosotros y nos ayuda a entender las enseñanzas de Jesús.
—Para abrir tu corazón a Dios, sólo tienes que decirle: —¡Jesús, ven a mí!

28 de Abril...

Feliz domingo... 86

sábado, 27 de abril de 2024

Alabanzas en flauta de pan...

Alberto Cortez - El Amor Desolado...

Prudencio de Armentia, Santo

Obispo, 28 de Abril
Elogio: En Tarazona, en la Hispania Tarraconense, san Prudencio de Armentia, obispo.
País: España - †: c. s. VII

Más de mil millones de personas se sienten igual. ¿Eres una de ellas?...

Aunque no es un consuelo, si te sientes solo… pues no estás tan solo. Una nueva encuesta de Gallup revela que un cuarto de la población mundial, unas 1.000 millones de personas, sienten distintos grados de soledad. El sondeo, realizado en 140 países, puede incluso representar un porcentaje más bajo que el real ya que el análisis no incluyó a una de las naciones más pobladas del mundo: China. Especialmente después de los aislamientos forzosos a causa de la pandemia de COVID-19, la soledad ha pasado a ser un problema del campo de la salud pública, como revela la OMS.
La investigación científica muestra que las conexiones sociales son parte del desarrollo integral de una persona ya desde la infancia. De hecho, las personas que se aíslan tienden a tener mayores tasas de ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas.
La sensación o sentimiento de soledad puede surgir a cualquier edad, y no siempre se relaciona con estar físicamente solo: una persona puede sentirse sola aunque este rodeada de gente, incluso de familiares o amigos. Pero las consecuencias de la soledad crónica pueden también causar problemas de salud físicos, especialmente en uno de los grupos en los que impacta más, el de los adultos mayores.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) indica que, aunque es difícil medir el aislamiento social y la soledad de manera precisa, existe una fuerte evidencia de que muchos adultos de 50 años o más están socialmente aislados o se sienten solos en maneras que ponen en riesgo su salud. Estudios recientes hallaron lo siguiente:
·        El aislamiento social aumenta significativamente el riesgo de una persona de morir prematuramente por todas las causas, un riesgo que podría competir con el del tabaquismo, la obesidad y la inactividad física.
·        El aislamiento social se asoció a un aumento de casi el 50% del riesgo de demencia.
·        Las relaciones sociales escasas (caracterizadas por el aislamiento social o la soledad) se asociaron a un aumento del 29% del riesgo de enfermedad cardíaca y a un aumento del 32% del riesgo de accidente cerebrovascular.
·        La soledad en los pacientes con insuficiencia cardíaca se asoció a un riesgo de muerte casi 4 veces mayor, a un aumento del 68% del riesgo de hospitalización y a un aumento del 57% del riesgo de visitas a la sala de emergencias.
La mejor receta para prevenir la soledad es no aislarse uno mismo, muchas veces a las personas les cuesta salir de su espacio de comodidad para tener nuevas experiencias y conocer a nuevas personas. Los vínculos no siempre tienen que ser ‘amigos para siempre’ o ‘el amor de la vida’.
Un listado de acciones simples
·        Estar bien con uno mismo, y cuidar de uno mismo
·        Aceptar invitaciones de amistades
·        Explorar nuevas actividades, especialmente aquellas que involucren grupos
·        No temer hacer nuevas conexiones
·        Explorar eventos y actividades en el mismo vecindario
·        Practicar el voluntariado
·        No temer hablar de lo que uno siente, ese es un magnífico primer paso. HD