Laico
fundador, 05 de Octubre
Martirologio Romano: En
Pompeya, cerca de Nápoles, Italia, beato Bartolo (o Bartolomé) Longo, que,
hombre de leyes, preocupado por el culto a María y la formación cristiana de
los campesinos y de los niños, fundó el santuario del Rosario, en el valle de
Pompeya, y también una congregación de Hermanas con el mismo título, con los
bienes que, generosamente, le dio su piadosa esposa (1926).
Fecha de beatificación: 26 de octubre de 1980 por el Papa Juan Pablo
II.
Bartolo Longo nació en Latiano, en las cercanías de Bríndisi,
ubicada en el tacón de Italia, el 10 de Febrero de 1841. Sus padres
fueron Bartolomé (médico) y Antonia Luparelli (hija de un magistrado). Desde
niño se manifiesta muy ingenioso, vivo y de carácter ardiente. A los seis años
fue llevado a un internado de los Padres Escolapios, en Francavilla Fontana.
Allí hizo toda su escuela primaria y secundaria (11 años). El resto de sus
estudios los realizó en Lecce y Nápoles. Aquí termina sus estudios de derecho
en 1864, a los 23 años. Era de temperamento apasionado, su estructura o lo
conducía al cielo o al infierno; jamás a un lugar intermedio. Era elegante,
buen mozo e inteligente. En la Universidad se enreda en la moda anticristiana
de la época y se dedica a la política, a las supersticiones y al espiritismo:
llegó a ser “medium” de primer rango y sacerdote espiritista.
Su conversión,
acaecida el día del Sagrado Corazón de Jesús de 1865, en la Iglesia del Rosario
de Nápoles, le llevó a tomar decisiones radicales: abandonó la vida forense y
se dedicó a obras de caridad y al estudio de la religión. Incluso
renunció a propuestas muy ventajosas para la vida matrimonial.
Dios quiso
elegir a este hombre pecador como instrumento para propagar su gloria con la
construcción de un
santuario dedicado a la Santísima Virgen María, que más tarde
se llamaría Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya. Allí, otros
pecadores irían a encontrar perdón y paz.
En 1872 se
radica en Pompeya por motivos profesionales: la condesa De Fusco le confió la
administración de sus propiedades. Le impactó profundamente la miseria humana y
religiosa de los pobres campesinos. A raíz de una inspiración especial decide
dedicarse al catecismo y a la difusión del Santo Rosario.
El “milagro de Pompeya”
En 1876, bajo
sugerencia del Obispo de Nola, Bartolo inicia la campaña de un ‘sueldo mensual’
para construir un templo en Pompeya. Como
resultado de la cooperación humana y la intercesión prodigiosa de María surge
un hermoso Santuario. Y en torno a esta construcción nace una ciudad mariana,
enriquecida con numerosos institutos de caridad.
El “milagro de
Pompeya” es producto de cincuenta años de trabajo incansable, ardiente e
inteligente. Miles de niños abandonados recibieron ayuda, un hogar. Miles de
personas se dieron a la oración, gracias a los escritos de San Bartolo Longo.
Millones de peregrinos visitaron a la Virgen en su nuevo Santuario.
En 1885,
siguiendo los consejos de amigos y superiores, Bartolo Longo contrae matrimonio
con la condesa De Fusco, que así se convierte en su colaboradora fiel y
generosa. El 9 de Febrero de 1924 muere Mariana De Fusco a los 88 años de edad,
siguiéndola el santo italiano, dos años después, el 5 Octubre de 1926.
En 1934 se
inicia el proceso canónico para la beatificación; en 1947 Roma emite el decreto
de introducción de la causa del Siervo de Dios; y el 26 de Octubre de 1980 Juan
Pablo II lo proclama Beato.
“Sobre todo
puede decirse de él sin exagerar –afirma el Papa en esa oportunidad– que toda su vida fue un servicio
permanente a la Iglesia, en nombre de María y por amor a Ella…
El Rosario en sus manos, nos dice también a nosotros cristianos del S. XX:
“¡Ojalá vuelva a despertarse tu confianza en la Santísima Virgen del Rosario…
Santa, venerada Madre, te traigo todas mis preocupaciones, en ti deposito toda mi
confianza, toda mi esperanza”.
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