Mientras la curva de
casos de coronavirus en el mundo sigue en aumento, con más de 1.238.736 mil
casos y 67 mil muertos y presencia en 208 países, los
especialistas comienzan a advertir que la fiebre, tos y dolor de garganta no serían los únicos síntomas que
alertan de la presencia de la enfermedad.
Fueron los otorrinolaringólogos quienes en los
últimos días advirtieron otro síntoma asociado al coronavirus: la anosmia o pérdida del olfato y el gusto,
que aparece de manera brusca sin estar congestionados. Así lo refirió el
número dos del Ministerio de Salud
francés, Jerôme Salomon, quien recomendó evitar la automedicación sin opinión
especializada de un profesional de la salud.
La Sociedad
Francesa de Otorrinolaringología (ORL)
también advirtió sobre la aparición de estos síntomas. En el mismo sentido, el
presidente del Consejo Nacional
Profesional de ORL, Jean-Michel Klein, acerca de la relación entre la
anosmia y el virus indicó: “No todos
los positivos con COVID-19 son anósmicos, pero todos los anósmicos aislados,
sin causa local, sin inflamación, resultaron positivos para el nuevo
coronavirus. Recomendamos que los pacientes con afectación del sentido
del olfato mientras son estudiados tomen la precaución de aislarse y usar
barbijo, incluso en familia”.
También el virólogo alemán Hendrick Streeck dijo
que la falta de olfato y gusto podría
ser una pista para alertar acerca de la presencia de COVID-19.
Se cree que este síntoma podría afectar a dos de cada tres pacientes con COVID-19,
de acuerdo a estudios que se realizaron a más de un centenar de personas
infectadas por coronavirus en Wuhan
-primer lugar en donde surgió el virus SARS-CoV-2 en el mundo- en el Instituto
de Virología de Bonn, Alemania.
El profesor de Enfermedades
Infecciosas de la Universidad de Milán y jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas III, Massimo Galli,
refirió también la falta de olfato y gusto en probables pacientes afectados por
el COVID 19.
En todos los casos, y contrariamente a lo que se
hace ante una anosmia clásica, se debe
recomendar no administrar corticoterapia, pues disminuiría las defensas
inmunológicas.
La olfacción es el primer
sentido que aparece en el desarrollo de la escala filogenética, al surgir la
vida sobre la Tierra. Los seres unicelulares desarrollan un sentido
químico para recibir información de su entorno. En el ser humano primitivo, el
sentido del olfato lo ayudó a sobrevivir, pero luego, con la bipedestación,
perdió importancia. El olfato juega un papel fundamental en procesos muy
diferentes, como en los mecanismos de defensa al avisar la presencia de gases
tóxicos o alimentos en mal estado y en la transmisión de sensaciones, ya que
los olores evocan recuerdos que producen emociones.
El olfato es clave en las
primeras horas de vida. El recién nacido puede, a las 24 horas de su
nacimiento, identificar a su madre, gracias a que su sentido del olfato está
completamente desarrollado. Este
sentido crece (en coincidencia con la etapa de aprendizaje del niño) hasta los
20 años y se mantiene estable hasta los 40 años. A partir de la quinta década
de la vida, comienza a disminuir la capacidad olfatoria (el epitelio olfatorio
es reemplazado por epitelio respiratorio). Esta declinación se conoce con el
nombre de presbiosmia, que se acentúa aproximadamente a los 65 años.
Las mujeres presentan más
capacidad para la detección, identificación y discriminación de los olores.
Coronavirus y sentido del olfato
El olfato da el 80% del
sabor. Entiéndase que sabor es igual a deleite, y es diferente al gusto. El
gusto está distribuido en la lengua y es el dulce, salado, ácido y amargo.
Y el sentido del olfato tiene dos vías de entrada:
la vía ortonasal que son los olores que ingresan por las fosas nasales y la vía
retronasal que son los olores que se desprenden del bolo alimenticio. Y aquí se
traduce el sabor.
Ante virosis como por ejemplo la producida por el
virus influenza (responsable de la gripe) el olfato puede alterarse, pues el
receptor de la célula olfatoria o bipolar se daña. Y a esta entidad se la
conoce con el nombre de anosmia post viral, y es de frecuente consulta.
El olfato y el sabor generalmente quedan abolidos,
de manera brusca, y el enfermo suele darse cuenta al cabo de unos días de
superado el cuadro.
Una base militar de los
Estados Unidos en Corea del Sur realiza pruebas a personas que ingresan en la
guarnición del ejército estadounidense Daegu, para que huelan vinagre de
manzana. El propósito de esta iniciativa es identificar a
personas que podrían estar portando COVID-19 como consecuencia de la evidencia
que apunta que la pérdida del olfato es un síntoma común de la enfermedad.
“En Gate 4 Camp Walker realizamos pruebas de olor
al azar al personal que ingresa a la instalación utilizando un nuevo método de
entrega: hisopos de algodón que se entregan a cada individuo y se eliminan
inmediatamente después de la prueba”, especificó en su cuenta de Facebook el
establecimiento militar. “El síntoma
principal que presenta el 30% de pacientes con casos leves del nuevo
coronavirus es la pérdida de olfato o anosmia, de acuerdo a lo sostenido por
recientes estudios científicos y asimismo el 66% de pacientes con COVID-19
sufren de anosmia”, agregó el USAG Daegú.
En la Argentina, en la
provincia de Corrientes, se reportaron cinco casos positivos de coronavirus en
una misma familia (padre, madre, hijo, hija y novio de ésta última) con anosmia como único síntoma. DR.
SMC
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