Un
equipo internacional de científicos dirigido por el investigador de la
Universidad de Columbia Británica (UBC, por sus siglas en inglés), el Dr. Josef
Penninger, encontró un medicamento de prueba que bloquea efectivamente la
puerta celular que el SARS-CoV-2 usa para infectar a sus huéspedes.
Los
hallazgos, publicados en la prestigiosa revista científica Cell, son prometedores como un
tratamiento capaz de detener la infección temprana del nuevo coronavirus que ha
afectado a más de un millón de personas y se ha cobrado la vida de otras 50.000
en todo el mundo. El estudio proporciona nuevos conocimientos sobre aspectos
clave del SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, y sus interacciones a nivel
celular, así como sobre cómo el virus puede infectar los vasos sanguíneos y los
riñones.
“Esperamos
que nuestros resultados tengan implicaciones para el desarrollo de un nuevo
fármaco para el tratamiento de esta pandemia sin precedentes”, dijo el Dr.
Penninger, profesor de la facultad de medicina de la UBC, director del
Instituto de Ciencias de la Vida y la Cátedra de Investigación Canadá 150 en
Genética Funcional en UBC.
Este
trabajo proviene de una increíble colaboración entre investigadores académicos
y compañías, incluido el grupo gastrointestinal del Dr. Ryan Conder en Stemcell
Technologies en Vancouver, Nuria Montserrat en España, los doctores Haibo Zhang
y Art Slutsky de Toronto y especialmente el equipo de biología infecciosa de
Ali Mirazimi en Suecia, que han estado trabajando incansablemente día y noche
durante semanas para comprender mejor la patología de esta enfermedad y
proporcionar opciones terapéuticas innovadoras.
ACE2,
una proteína en la superficie de la membrana celular, se encuentra ahora en el
centro del escenario en este brote como el receptor clave para la glucoproteína
espiga del SARS-CoV-2. En trabajos anteriores, el Dr. Penninger y sus colegas
de la Universidad de Toronto y el Instituto de Biología Molecular de Viena
identificaron por primera vez ACE2, y descubrieron que en los organismos vivos,
ACE2 es el receptor clave para el SARS, la enfermedad respiratoria viral
reconocida como una amenaza global en 2003. Su laboratorio también pasó a
vincular la proteína con la enfermedad cardiovascular y la insuficiencia
pulmonar.
Si
bien el brote de COVID-19 continúa propagándose por todo el mundo, la ausencia
de una terapia antiviral clínicamente probada o un tratamiento dirigido
específicamente al receptor crítico de SARS-CoV-2 ACE2 a nivel molecular ha
significado un arsenal vacío para los proveedores de atención médica que luchan
por tratar casos severos de COVID-19.
“Nuestro
nuevo estudio proporciona evidencia directa muy necesaria de que un
medicamento, llamado APN01 (enzima convertidora de angiotensina soluble
recombinante humana 2 - hrsACE2), que pronto será probada en ensayos clínicos
por la compañía europea de biotecnología Apeiron Biologics, es útil como una terapia
antiviral para COVID-19”, dijo el Dr. Art Slutsky, científico del Centro de
Investigación Keenan para Ciencias Biomédicas del Hospital St. Michael y
profesor de la Universidad de Toronto, quien colabora en el estudio.
En
cultivos celulares analizados en el estudio actual, hrsACE2 inhibió la carga de
coronavirus en un factor de 1,000-5,000. En réplicas diseñadas de vasos
sanguíneos y riñones humanos, organoides cultivados a partir de células madre
humanas, los investigadores demostraron que el virus puede infectarse
directamente y duplicarse en estos tejidos.
Esto
proporciona información importante sobre el desarrollo de la enfermedad y el
hecho de que los casos graves de COVID-19 se presentan con insuficiencia
multiorgánica y evidencia de daño cardiovascular. El grado clínico hrsACE2
también redujo la infección por SARS-CoV-2 en estos tejidos humanos diseñados.
“El
uso de organoides nos permite probar de una manera muy ágil los tratamientos
que ya se están utilizando para otras enfermedades, o que están cerca de ser
validados. En estos momentos en los que el tiempo es corto, los organoides
humanos ahorran el tiempo que dedicaríamos a la prueba una nueva droga en el
entorno humano”, explicó Núria Montserrat, profesora ICREA en el Instituto de
Bioingeniería de Cataluña en España.
“El
virus que causa COVID-19 es un hermano cercano al primer virus del SARS.
Nuestro trabajo anterior ha ayudado a identificar rápidamente a ACE2 como la
puerta de entrada para el SARS-CoV-2, lo que explica mucho sobre la enfermedad.
Ahora sabemos que una forma soluble de ACE2 que atrapa el virus podría ser
realmente muy racional terapia que se dirige específicamente a la puerta que el
virus debe tomar para infectarnos. Hay esperanza para esta horrible pandemia”,
destacó el Dr. Penninger.
Esta
investigación fue apoyada en parte por el gobierno federal canadiense a través
de fondos de emergencia enfocados en acelerar el desarrollo, las pruebas y la
implementación de medidas para enfrentar el brote de COVID-19. BP
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