El
cuerpo humano es increíblemente resistente. Podemos incluso perder grandes
porciones de algunos órganos vitales y sobrevivir. ¿Sabías que es posible
llevar una vida relativamente normal con solo medio cerebro? Otros órganos
pueden llegar a ser extirpados por completo sin comprometer la continuidad de
la vida. Presentamos algunos de estos “órganos no vitales” que hasta ahora
pensabas que te eran imprescindibles para seguir adelante.
1.
Estómago
Este
órgano desempeña cuatro funciones principales: digestión mecánica, al
contraerse para triturar la comida; digestión química, mediante la liberación
de ácidos que ayudan a descomponer los alimentos; y por último, la absorción y
la secreción. En ocasiones, el estómago debe extirparse para eliminar
tumores o debido a traumatismos. Cuando extirpan el estómago, los cirujanos
cosen directamente el esófago al intestino delgado. Sin embargo, tras una buena
recuperación, los pacientes pueden seguir una dieta normal, apoyada con
suplementos vitamínicos.
2.
Órganos reproductivos
La
extirpación de uno de estos órganos se debe por lo general a un cáncer o,
en los varones también a un traumatismo derivado normalmente de actos
violentos, deportes o accidentes de tráfico.
Tanto
los testículos como los ovarios son estructuras pares, si se pierde una la otra
sigue teniendo la facultad para procrear. En las mujeres también puede
extirparse el útero, pero lamentablemente este procedimiento
(histerectomía) impide tener hijos y elimina también la menstruación en las
mujeres premenopáusicas.
Sin
embargo la investigación indica que las mujeres a las que se les extirpan los
ovarios no sufren una reducción de la esperanza de vida, y en algunas
poblaciones masculinas, la extirpación de ambos testículos puede suponer un
aumento de la esperanza de vida.
Como
anécdota, recordemos la práctica que comenzó en el Imperio romano de Oriente y
persistió hasta principios del siglo XX de castrar a niños con grandes dotes
para el canto para que al crecer los andrógenos que producen los testículos
como la testosterona no agravaran su voz, mientras sí seguían mejorando su
técnica vocal. En el siglo XVI los “castrati” adquirieron una gran popularidad
en países como Italia y España y llegaron a cobrar ingentes cantidades de
dinero por sus actuaciones. A uno de los más célebres, Farinelli, se le dedicó
una película en 1994.
3.
Colon
El
intestino grueso o colon es un tubo cercano a 1,5 metros de longitud cuyas
principales funciones son extraer agua y compactar las heces. La presencia de
tumores u otras enfermedades puede provocar la necesidad de extirpar la
totalidad o una parte del colon. La mayoría de los pacientes se recuperan bien
después de esta operación quirúrgica, aunque noten algunos cambios en sus
hábitos intestinales.
4.
Riñones
Normalmente
tenemos dos riñones, pero es posible vivir con uno solo, e incluso con ninguno
(con ayuda de diálisis). La función de los riñones es la de filtrar la
sangre para mantener el equilibrio de agua y electrolitos, así como el
equilibrio ácido-base. Hacen un filtrado inteligente, gracias al cual
conservamos las sustancias útiles para el cuerpo, como proteínas, células y
nutrientes, y eliminan lo que no necesitamos, excretándolo en forma de orina.
Hay
muchas razones por las que puede ser necesario extirpar un riñón, o ambos:
enfermedades hereditarias, daños producidos por fármacos o alcohol, o incluso
infecciones. Si a una persona le fallan los dos riñones, debe ser sometida a
diálisis, que puede ser de dos tipos: hemodiálisis y diálisis peritoneal. Para
la primera se utiliza una máquina que trabaja con una solución de dextrosa para
limpiar la sangre. Para la peritoneal se emplea un catéter especial que se
inserta en el abdomen y permite la introducción y extracción manual de la
solución de dextrosa. Ambos métodos extraen los residuos del cuerpo.
Si una
persona se ve abocada a someterse a diálisis, su esperanza de vida depende de
variantes como el tipo de diálisis aplicada, el sexo, otras enfermedades que
pueda padecer, o la edad. Investigaciones recientes han calculado que una
persona sometida a diálisis a los 20 años puede vivir entre 16 y 18 años más,
mientras que una persona de 70 años tal vez viva solo otros cinco años.
5.
Vesícula
La vesícula biliar es un órgano en forma de pera que se sitúa bajo
el hígado, en la parte superior derecha del abdomen, justamente por debajo de
las costillas. Almacena una sustancia que produce constantemente el hígado
denominada bilis y que ayuda a descomponer las grasas.
Cuando los intestinos detectan grasas, se libera una hormona que
hace que la vesícula se contraiga, introduciendo bilis en los intestinos para
ayudar a digerirlas. El exceso de colesterol u otras sustancias que puedan
endurecerse puede formar cálculos biliares, capaces de bloquear los diminutos
conductos biliares. Cuando esto ocurre, el paciente puede necesitar una
extirpación de la vesícula. Esta operación se conoce como colecistectomía, y se
realiza cada año a centenares de miles de personas si sumamos los casos en todos
los países.
La vesícula no es vital porque la bilis tiene otros medios para
llegar al intestino delgado. Muchas personas tienen la vesícula colapsada pero
completamente asintomática, otras no son tan afortunadas. En 2015, a una mujer
india le extirparon 12.000 cálculos biliares de su vesícula. Un récord mundial.
6. Bazo
Este
órgano visceral está situado en la parte izquierda del abdomen, debajo de las
costillas. Forma parte del sistema linfático, contiene los glóbulos blancos que
luchan contra los gérmenes, controla la cantidad de sangre del organismo y
elimina células dañadas. Se extirpa por lo general debido a una lesión
traumática que provoque su rotura, a veces favorecida por una inflamación
previa del bazo debida a otras enfermedades.
Dentro
del bazo se distinguen dos colores notables. Un rojo oscuro y pequeñas bolsas
blancas. Ambos colores están relacionados con las funciones. El rojo se dedica
al almacenamiento y al reciclado de glóbulos rojos, mientras que el blanco está
relacionado con el almacenamiento de glóbulos blancos y plaquetas.
Se
puede vivir tranquilamente sin bazo, esto se debe a que el hígado recicla los
glóbulos rojos y sus componentes. Y de modo similar, otros tejidos linfáticos
del cuerpo colaboran con la función inmune del bazo. Sin embargo el cuerpo
perderá con él parte de la capacidad para combatir las infecciones.
7.
Apéndice
El apéndice es un órgano pequeño en forma de tubo, situado en la
unión de los intestinos delgado y grueso. Inicialmente se pensó que era un
vestigio sin una función clara, ahora se cree que se trata de un “refugio” para
las bacterias beneficiosas del intestino, que les permite repoblarlo cuando es
necesario. Debido a su naturaleza de extremo ciego, cuando entran en él
contenidos intestinales no deseados puede resultar difícil que salgan,
provocando un bloqueo y que el apéndice se inflame. Esta infección se denomina
apendicitis, y en casos graves hace que sea necesario extirpar el apéndice.
Advertencia: el
hecho de que te hayan extirpado el apéndice no significa que no pueda
reproducirse la inflamación y volver a causar dolor. Hay algunos casos en los
que no se ha producido una extirpación completa del apéndice y el remanente
puede volver a inflamarse, causando la conocida “apendicitis del muñón”. Sin
embargo lo normal es que quienes han sido sometidos a una apendicetomía en
adelante no perciban diferencia alguna en su calidad de vida respecto a
cuando tenían el apéndice sano. LDG
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