Mitos sobre salud que la mayoría creemos

En un mundo de cantidades abrumadoras de información, donde todos tienen un título honorario de doctor, cortesía de los motores de búsqueda y sitios web para encontrar síntomas, a menudo es difícil distinguir entre lo que es real y lo que es el mito. Aquí hay ocho de las creencias más comunes acerca de la salud y el cuerpo que en realidad son mitos sin fundamento:

1. El azúcar moreno es más saludable que el azúcar blanco

El azúcar moreno a menudo se considera erróneamente como más natural o más saludable que el azúcar blanco debido a su color y su sabor debido a su textura. En verdad, no hay absolutamente ninguna diferencia entre los dos, excepto el uso de melaza en la producción de azúcar morena.

2. Todos necesitan 8 horas de sueño

La cantidad de descanso que necesita el cuerpo varía mucho entre las diferentes personas. Para los niños, ocho horas pueden no ser suficientes, mientras que, para algunos adultos, ocho horas es demasiado. De acuerdo con la National Sleep Foundation, la cantidad recomendada de sueño para niños en edad preescolar es de 10-13 horas por día, para niños en edad escolar primaria es de 9-11 horas, los adolescentes deben apuntar de 8 a 10 y se recomienda a los adultos que duerman de 7 a 9 horas al día. Incluso esos rangos no están establecidos y pueden fluctuar entre 1-2 horas más o menos que el promedio recomendado.

3. El apéndice es inútil

Debido a que la función del apéndice no está clara y que la apendicitis es bastante repentina y posiblemente mortal, solía haber una tendencia de cirugías preventivas para eliminar los apéndices. Recientemente, sin embargo, los investigadores han descubierto que el apéndice puede servir como un importante reservorio de bacterias intestinales.

4. La sangre en las venas es azul

Esto es algo así como la culpa de los maestros de biología, ya que muchas gráficas de vasos sanguíneos distinguen las arterias y las venas mediante el código de color rojo y azul. En consecuencia, algunas personas han llegado a pensar que el oxígeno hace que la sangre se vuelva roja, y que, sin él, se vuelve azul. Pero en realidad, la sangre desoxigenada es de color rojo oscuro.

5. Orinarte es el mejor remedio para la picadura de medusa 

Por favor no te orines a ti mismo en público. La mayoría de los remedios caseros para las picaduras de medusas probablemente empeorarán las cosas. Aplica vinagre a la herida y a los tentáculos y luego sepáralos con cuidado usando unas pinzas (no uses tus manos y no las aprietes). Moja en agua caliente pero no escaldada y eso te hará sentir mejor. O, simplemente usa un spray anti-medusas. 

6. El alcohol mata las células del cerebro 

El consumo excesivo de bebidas alcohólicas puede causar un déficit de oxígeno que a su vez puede dañar las sinapsis, las conexiones entre las terminaciones nerviosas y las células cerebrales, sin embargo, las propias células están ilesas en el proceso. Por supuesto, eso no significa que beber no sea peligroso para las funciones cognitivas, debido a que las sinapsis son cruciales para el funcionamiento de nuestros cerebros. 

7. El chocolate causa acné y espinillas negras

No hay ninguna evidencia que respalde la sabiduría común de que el maravilloso y delicioso chocolate es la causa de estos problemas de la piel. Esto fue realmente refutado ya en 1969, cuando un equipo de expertos médicos lo probaron al darles a los participantes barras de chocolate enriquecido o una barra que parecía chocolate pero que no contenía chocolate en absoluto. Los resultados no mostraron diferencias en el acné entre los participantes.

8. Un hemisferio del cerebro está más desarrollado y determina si eres creativo o analítico

Esta es creencia muy común. La gente parece pensar que, si tu hemisferio izquierdo está más desarrollado, eres propenso a ser un artista y si es el correcto, serás bueno resolviendo problemas de matemáticas. Es cierto que los dos hemisferios tienen diferentes funciones, pero en todas las personas, ambos hemisferios están igualmente desarrollados, y las cosas como la creatividad no se pueden rastrear hasta un solo punto en el cerebro y abarcan ambos hemisferios.