Conforme los
casos de infección por coronavirus proliferan en todo el mundo y los gobiernos
toman medidas fuera de lo común para limitar la propagación, todavía hay mucha
confusión respecto de qué le hace exactamente el virus al cuerpo de las
personas.
Los síntomas –fiebre, tos, falta de aire-
son comunes a muchas otras enfermedades, de la gripe a las infecciones por
estreptococo y el resfrío común. Esto es lo que los expertos en medicina y los
investigadores han averiguado hasta ahora sobre la progresión de la enfermedad
causada por este nuevo coronavirus… y qué es lo que todavía no saben.
¿Este coronavirus causa
infección?
El virus se
contagia a través de las gotitas de saliva que pasan al aire debido a la tos o
los estornudos y con las que las personas cercanas pueden entrar en contacto a
través de la nariz, la boca o los ojos. Las partículas virales de esas gotitas
viajan rápidamente al fondo de los conductos nasales y las mucosas del fondo de
la garganta, adhiriéndose a un receptor particular de las células.
Las partículas
de coronavirus tienen proteínas en forma de puntas que sobresalen de su
superficie, y estas
puntas se adhieren a las membranas de las células, permitiendo
que el material genético del virus ingrese en la célula humana. Ese material
genético luego “secuestra el metabolismo de la célula y en la práctica le dice:
No
cumplas tu función habitual. Ahora tu trabajo es ayudarme a multiplicar y
generar el virus”,
dijo el Dr. William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad Vanderbilt de Nashville.
¿Cómo es que el proceso causa
problemas respiratorios?
Conforme las
copias del virus se multiplican, salen e infectan las células vecinas. Los
síntomas a menudo comienzan en el fondo de la garganta con dolor y tos seca.
El virus
entonces “desciende
progresivamente por los conductos bronquiales”, dijo el Dr.
Schaffner. Cuando el virus llega a los pulmones, las membranas mucosas de estos
se inflaman. Eso puede dañar los alvéolos y estos tienen que trabajar más para
cumplir su función de suministrar oxígeno a la sangre que circula por el cuerpo
y eliminar el dióxido de carbono de la sangre, de modo que pueda ser exhalado.
“Si tenemos
inflamación allí, es
mucho más difícil que el oxígeno nade a través de la membrana mucosa”,
dijo la Dra. Amy Compton-Phillips, directora clínica del Sistema de Salud de Providence, que comprende al hospital de
Everett, Washington, donde se dio el primer caso informado de coronavirus en
los Estados Unidos en enero.
La inflamación
y el flujo de oxígeno dificultado pueden hacer que esas zonas de los pulmones se llenen de fluidos, pus y
células muertas. Puede producirse entonces una neumonía, una
infección en los pulmones. Algunas personas tienen tanta dificultad para
respirar que necesitan que se les coloque un respirador. En los peores casos,
conocidos como Síndrome de Dificultad
Respiratoria Aguda, los pulmones se llenan de tanta
cantidad de fluidos que ningún apoyo respiratorio es suficiente y el paciente
muere.
¿Qué trayectoria sigue el virus
en los pulmones?
El Dr.
Shu-Yuan Xiao, profesor de patología de la Escuela
de Medicina de la Universidad de Chicago, ha estudiado informes de
patología de pacientes con coronavirus en China. Señaló que al parecer el virus
comienza en las zonas periféricas de ambos lados del pulmón y puede
tardar un tiempo en llegar al tracto respiratorio superior, la tráquea y otras
vías respiratorias centrales.
El Dr. Xiao,
que también es director del Centro de Patología y
Diagnóstico Molecular de la Universidad de Wuhan, dijo que ese
patrón ayuda a explicar por qué en Wuhan, donde comenzó el brote, muchos de los
primeros casos no fueron identificados de inmediato.
El régimen
inicial de análisis de muchos hospitales chinos no siempre detectó la infección
en la periferia de los pulmones y entonces algunas personas con síntomas fueron enviadas a su casa sin
tratamiento.
“Estas habrían
ido a otros hospitales en busca de tratamiento o se habrían quedado en casa,
contagiando a su familia”, explicó. “Esa es una de las razones por las cuales
hubo una difusión tan grande”.
Un estudio
reciente de un equipo encabezado por investigadores de la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinaí reveló que más de la mitad de 121 pacientes de
China tenían tomografías computadas normales al comienzo de su enfermedad.
Ese estudio y los trabajos del Dr. Xiao muestran que, a medida que la
enfermedad avanza, las tomografías muestran “opacidades de vidrio esmerilado”,
una especie de velo borroso en partes del pulmón que son evidentes en muchos
tipos de infecciones respiratorias virales.
Esas zonas
opacas pueden dispersarse y engrosarse en distintos lugares conforme la
enfermedad se agrava, creando lo que los radiólogos llaman un patrón de “crazy
paving” o empedrado desordenado en la tomografía.
¿Los pulmones son la única
parte del cuerpo afectada?
No
necesariamente. La Dra. Compton-Phillips dijo que la infección puede extenderse
a través de las membranas mucosas desde
la nariz hasta el recto.
De modo que,
si bien el virus parece centrarse en los pulmones, también puede infectar
células del sistema gastrointestinal, dicen los expertos. Esta puede ser la
razón de que algunos pacientes tengan síntomas como diarrea o indigestión. El
virus también puede penetrar en el torrente sanguíneo, dijo el Dr. Schaffner.
Los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades dicen que
el ARN del nuevo coronavirus ha sido detectado en muestras de sangre y materia
fecal, pero que no
está claro si el virus infeccioso puede permanecer en la sangre o la materia
fecal.
La médula ósea
y órganos como el hígado también pueden inflamarse, dijo el Dr. George Díaz,
jefe de la sección de enfermedades infecciosas del Centro Médico Regional de Providence en Everett, Washington, cuyo
equipo trató al primer paciente estadounidense de coronavirus. También puede haber cierta
inflamación de los pequeños vasos sanguíneos, como ocurrió con el SARS,
el brote viral de 2002 y 2003.
“El virus
llegará a órganos como el corazón, los riñones, el hígado, y puede causar algún daño
directo a esos órganos”, dijo el Dr. Schaffner. Cuando el
sistema inmune del cuerpo empieza a funcionar a toda máquina para combatir la
infección, la inflamación resultante puede hacer que esos órganos fallen, agregó.
Como resultado
de ello, algunos pacientes pueden sufrir daños causados no sólo por el virus
sino también por
su propio sistema inmune, en tanto este se esfuerza por
combatir la infección.
Los expertos
aún no han documentado si el virus puede afectar el cerebro. Pero los
científicos que estudiaron el SARS han informado cierta evidencia de que el virus del SARS puede
infiltrar el cerebro en algunos pacientes. Dada la similitud
entre el SARS y el Covid-19, la infección causada por el nuevo coronavirus pueda
infectar algunas células nerviosas no debería descartarse, argumentaba un
trabajo publicado el mes pasado en el Journal of Medical Virology.
¿Por qué algunas personas se
enferman gravemente pero la mayoría no?
Alrededor del
80 por ciento de las personas infectadas con el nuevo coronavirus tienen
síntomas relativamente leves. Pero aproximadamente el 20% de las personas se
enferma gravemente y en alrededor de un 2% de los pacientes de China, que ha
tenido la mayoría de los casos, la enfermedad resultó fatal. Los expertos dicen
que los efectos
parecen depender de lo fuerte o debilitado que esté el sistema inmune de la
persona. Las personas mayores o aquellas con problemas de salud
de base, como diabetes u otras enfermedades crónicas, tienen más probabilidades
de desarrollar síntomas severos.
El Dr. Xiao
realizó estudios patológicos a dos personas de China que ingresaron a un
hospital de Wuhan en enero por otra razón –debían someterse a cirugía por
padecer cáncer de pulmón en etapa temprana- pero cuyas historias clínicas más
tarde mostraron que también estaban infectadas con coronavirus, hecho que el
hospital no reconoció en aquel momento.
En ninguno de
los dos pacientes el cáncer de pulmón estaba lo suficientemente avanzado como
para matarlos, dijo. Uno de los pacientes, una mujer de 84 años con diabetes,
murió de neumonía causada por el coronavirus, mostró su historia clínica, según
dijo el Dr. Xiao.
La salud del
otro paciente, un hombre de 73 años, era algo mejor: tenía una historia de
hipertensión que había manejado bien durante veinte años. El Dr. Xiao señaló
que al hombre le practicaron una cirugía exitosa para extirpar un tumor de
pulmón, fue dado de alta y nueve días después volvió al hospital porque tenía
fiebre y tos por lo que se determinó que era una infección por coronavirus.
El Dr. Xiao
dijo que el hombre
casi con seguridad se había contagiado durante su primera internación en el
hospital, dado que otros pacientes en la misma sala de
recuperación posquirúrgica más tarde tuvieron coronavirus. Al igual que en
muchos otros casos, el hombre tardó días en manifestar síntomas respiratorios.
El hombre se recuperó después de veinte días en la unidad de enfermedades infecciosas
del hospital.
Los expertos
dicen que, cuando los pacientes como este se recuperan, a menudo se debe a que
la terapia de apoyo –fluidos, respirador y otros tratamientos- les permite
sobrevivir a los peores efectos de la inflamación causada por el virus.
¿Qué es lo que los científicos
aún no saben sobre los pacientes con coronavirus?
Muchas cosas.
Aunque la enfermedad se parece al SARS en muchos aspectos y tiene elementos en
común con la gripe y la neumonía,
el rumbo que tomará el coronavirus de un paciente todavía no se comprende
cabalmente.
Algunos
pacientes pueden permanecer estables durante más de una semana y de repente
desarrollar neumonía, dijo el Dr. Díaz.
Algunos pacientes parecen recuperarse pero luego vuelven a tener síntomas.
El Dr. Xiao dijo
que algunos pacientes de China se recuperaron pero volvieron a enfermarse,
aparentemente debido a que tenían tejido pulmonar dañado y vulnerable que
posteriormente fue atacado por bacterias de su propio cuerpo. Algunos de esos pacientes
finalmente murieron por una infección bacteriana, no por el virus. Pero
eso no parecía causar la mayoría de las muertes, añadió.
Otros casos
han sido misterios trágicos. El Dr. Xiao dijo que conoció personalmente a un
hombre y una mujer que se contagiaron pero parecían estar mejorando. Luego el
hombre se deterioró y fue hospitalizado.
“Estaba en la
sala de terapia intensiva recibiendo oxígeno y le envió un mensaje de texto a
su mujer para decirle que estaba mejorando. Tenía buen apetito, etc.”, dijo el
Dr. Xiao. “Pero luego, a última hora de la tarde, ella dejó de recibir
mensajes. No sabía qué estaba pasando. A las 22, recibió un aviso del hospital
de que él había fallecido”. PB
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