jueves, 2 de abril de 2020

Dengue - Síntomas, casos, prevención y todo lo que tienes que saber sobre esta enfermedad viral

En las últimas semanas, la pandemia ocasionada por el coronavirus COVID-19 ha acaparado las miradas de científicos y personas de todo el mundo. Sin embargo, existen otros virus que, a pesar de que llevan mucho tiempo entre la gente, aún representan problemas serios de salud para la humanidad. Uno de ellos es el virus del dengue y, a continuación, te contamos todo lo que tienes que saber.
¿Qué es el Dengue?
El dengue es una enfermedad viral, transmitida por la picadura de las hembras de mosquito Aedes aegypti, infectadas con uno de los cuatro serotipos del virus del dengue (DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4). Es decir, cuando un mosquito se alimenta de la sangre de una persona infectada se convierte en portador del virus e infecta a las personas que pica posteriormente; eso significa que el virus no se propaga a través de los objetos, ni tampoco se contagia de persona a persona. 
La OMS señala que la enfermedad, ocasionada por el virus del dengue, es de tipo gripal y que raras veces es mortal. Sin embargo, cuando se complica, el dengue grave puede causar extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica, por lo que es imprescindible estar atento en caso de presentar síntomas. Aunque gran parte de los casos a nivel mundial se concentran en Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental, en los últimos años la incidencia de dengue en América Latina y el Caribe ha aumentado
Síntomas
El Ministerio de Salud señala que los principales síntomas de dengue son:
- Fiebre, acompañada de dolor detrás de los ojos.
- Dolor de cabeza, muscular y de articulaciones.
- Náuseas y vómitos.
- Cansancio intenso.
- Aparición de manchas en la piel.
- Picazón y/o sangrado de nariz y encías.
En caso de tener síntomas, tienes que acudir al médico para recibir tratamiento. Es vital no automedicarse, ingerir aspirinas, analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos, inyecciones intramusculares o corticoides porque el dengue puede complicarse a un grado severo.
De acuerdo con la OMS, los síntomas de la enfermedad aparecen entre los 4 y 7 días después de la picadura infectiva.
Transmisión
Aunque el principal transmisor del dengue son las hembras del mosquito Aedes aegypti, identificables por la presencia de manchas blancas en sus patas negras, los mosquitos A. albopictus, también causantes de la propagación de chikungunya, fiebre amarilla y la infección por virus de Zika, son transmisores en menor grado. 
El mosquito se infecta con el virus cuando succiona sangre de una persona enferma y, de acuerdo con el Ministerio de Salud, en el interior de su intestino el virus se replica y luego se extiende hasta las glándulas salivales en un período de entre 8 a 12 días. Durante todo ese tiempo, los humanos a los que pique contraerán el virus. El mosquito tendrá la capacidad de infectar por el resto de su vida. 
“La persona con dengue sólo puede infectar al mosquito durante la etapa febril o virémica (es decir, cuando los virus circulan en la sangre), por eso es importante que mientras el paciente tenga fiebre, evite ser picado por mosquitos. Los virus circulan en la sangre de la persona enferma desde un día antes y hasta 5 a 6 días posteriores a la aparición de la fiebre”, explica en su sitio web el ministerio de Salud.
Casos
Datos del ministerio muestran que entre la semana 31 de 2019 y hasta la semana 10 de 2020, se notificaron al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud, 11.103 casos con sospecha de dengue u otros arbovirus; de esos, 2.942 fueron confirmados y probables para dengue (de los cuales 2.053 no presentaron registro de antecedentes de viaje y 889 sí tuvieron antecedentes de viaje a zonas con circulación viral). Las zonas de circulación viral autóctona fueron las provincias de: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Salta, Jujuy y La Rioja
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico, emitido el 27 de marzo de 2020, en las tres semanas previas al informe elaborado por el Sistema Nacional de Vigilancia (el 9 de marzo de 2020), el promedio semanal de casos sospechosos de dengue fue de aproximadamente 1.893.
Prevención
Dado que aún no existe una vacuna o un tratamiento específico para curar el dengue, la prevención es la principal arma en contra de la enfermedad. Las medidas principales se enfocan en luchar contra los mosquitos transmisores del virus. 
Eliminar todos los posibles criaderos de mosquitos, es decir, todos los recipientes que puedan contener y almacenar agua tanto en el interior como en el exterior de las casas. Algunos de los más comunes son botellas, latas o neumáticos.
También es necesario dar vuelta a los objetos de exterior que pueden acumular agua cuando llueve, como baldes, palanganas o tambores. El agua de los bebederos de animales y colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia debe cambiarse por completo cada tres días. Además, es necesario que se froten las paredes de los contenedores con una esponja para desprender los huevos de mosquito que puedan estar adheridos a la superficie. 
Otra medida que evita la presencia del mosquito es mantener limpios, ordenados y desmalezados los patios y jardines. Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda y limpiar las canaletas de los techos. En caso de tener tanques y recipientes para guardar agua, éstos deben permanecer cerrados. Las medidas de protección en el hogar también incluyen la instalación de mosquiteros en las ventanas y el uso de insecticidas espirales o vaporizadores, según la OMS.
Repelentes
Además de las medidas para evitar la reproducción del mosquito, es importante saber qué tipo de repelentes funcionan contra el mosquito transmisor del dengue. Hay evidencia científica de que los repelentes más apropiados contra el dengue son aquellos que contienen Deet e Icaridina. No es seguro que tu repelente te prevenga de la picadura si no cuenta con alguno de estos elementos.
Se piensa que el porcentaje de concentración de estos compuestos determina la potencia del repelente, pero en realidad establece cada cuánto tienes que aplicarlo nuevamente. Los de Deet que contienen entre el 7 y el 7,5% deben renovarse cada dos horas, los que cuentan con una concentración del entre el 15 y 20% deben renovarse cada cuatro o seis horas y los que tienen 25%, se pueden renovar cada 8 horas. Por otra parte, los repelentes de Icaridina se tienen que renovar cada 8 o 12 horas.

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