7 de
abril: Día Mundial de la Salud
En
el marco del Día Mundial de la Salud y atravesando una situación de pandemia
alrededor del mundo, los sistemas de salud, médicos y personal sanitario se
encuentran en el foco de atención. Sin embargo, poco se escucha acerca de cómo
se ve afectado el estado mental y emocional de quienes trabajan día y noche por
salvar vidas afectadas y detener el brote.
La
exposición física al virus, el exceso de horas de trabajo ininterrumpidas y la
demanda emocional puesta en juego en la atención a pacientes contagiados,
convierten a los médicos y enfermeros en las víctimas más propensas a
desarrollar malestares psíquicos: su estado mental es actualmente similar al de
un soldado durante su traslado al frente.
Durante
una epidemia, la ola de desinformación, los rumores y el miedo, también afectan
en forma potenciada al personal de salud, que tiene que hacer un esfuerzo para
filtrar la calidad de la información que recibe ya que la misma puede aumentar
sus niveles de ansiedad y preocupación. Por otro lado, estamos viendo los
primeros brotes de estigmatización de profesionales de la salud que son
aplaudidos en los balcones, pero segregados en forma violenta de su edificio.
Datos
de publicación reciente (The Lancet Psychiatry, Feb 2020) muestran los
resultados de una encuesta multicéntrica sobre médicos que actuaron en China
durante la Pandemia de Coronavirus. De ellos, el 50.7% desarrollaron depresión,
44.7% Ansiedad, 36.1% Insomnio y 73.4% síntomas vinculados al estrés.
Entre
las mayores preocupaciones del personal sanitario se encuentran la propia salud
y el miedo al contagio propio y de los compañeros de trabajo. Por otro lado,
las expectativas desmedidas que la población deposita en el personal sanitario,
aumentan el estrés y la sensación de desborde.
«Es
necesario prestar atención al bienestar del personal su salud y ayudarlos a
reconocer que sabemos que están al límite de sus capacidades. Para que el
personal pueda sostener la exigencia a lo largo del tiempo, es fundamental que
puedan contar con el tiempo y el lugar descanso adecuado. Fortalecer los
vínculos y los espacios de discusión entre el personal así como el
reconocimiento de que el malestar y la sensación de desborde son esperables»,
explica el Dr. Marcelo Cetkovich, director del departamento de psiquiatría de INECO.
Por
ello, INECO dispone una serie de recomendaciones dirigidas a las instituciones
de salud para proteger el buen estado mental del personal sanitario durante la
crisis:
-
Estar preparados: Es fundamental aprovechar los momentos previos al pico de demanda,
para establecer pautas de manejo asistencial, en cada escenario posible.
-
Estimular a cada institución a que notifique de forma completa sus políticas
institucionales y procedimientos claros.
-
Realizar simulaciones de casos mientras la demanda lo permita.
-
Definir el rol concreto de cada profesional del equipo sanitario y cómo se
inserta en el procedimiento del grupo.
-
Mantener una comunicación fluida y constante entre el personal a cargo del
cuidado directo y quienes lo supervisan.
-
Soporte Logístico: Su ausencia es uno de los factores más estresantes para el
personal sanitario y las autoridades deberían trabajar en forma intensa en éste
aspecto. El temor al contagio se ve potenciado por la falta de protección y
esto aumenta la sobrecarga emocional.
De
esta manera, los expertos sostienen que brindar información clara, dar soporte
para lo que requieran, estar en contacto con su familia y compartir
experiencias cotidianas, son algunas de las acciones que como sociedad, podemos
realizar para cuidar la salud mental y apoyar a los profesionales que nos
asisten. BP
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