Dificultad para respirar, opresión en el pecho,
sibilancias. Estos son solo algunos de los síntomas característicos del asma,
una inflamación crónica de las vías respiratorias bronquiales que a menudo
puede dificultar la respiración. En los EEUU, las tasas de asma están en su
punto más alto, con 1 de cada 12 personas padeciendo la afección. Entonces,
¿por qué aumentan las tasas de asma?
Esa es una pregunta complicada de responder.
Durante un tiempo, los expertos pensaron que nuestro excesivo entusiasmo por
los antibióticos y la limpieza puede haber esterilizado en exceso nuestros
entornos de vida y trabajo, dejando nuestros cuerpos y pulmones menos
resistentes a los irritantes menores. Sin embargo, investigaciones más
recientes han sugerido que el asma surge debido a una mezcla de factores
ambientales y genéticos.
Chitra Dinakar, profesora clínica de medicina en la
Universidad de Stanford y portavoz del Colegio Americano de Alergia, Asma e
Inmunología, afirma que “llamamos al asma un síndrome, no una enfermedad,
porque es muy complejo. La forma en que se presenta o el curso que toma son
variables y no se definen fácilmente”.
Entonces, ¿cómo puedes saber si tus problemas
respiratorios son causados por el asma? Sigue leyendo para averiguarlo.
1. Toses cuando te ríes
O toses por la noche o cuando haces ejercicio. Este
tipo de ataques de tos están asociados con el asma. Esto no descarta otras
afecciones respiratorias, pero si también estás experimentando dificultad para
respirar, el asma es probablemente la culpable.
2. Tus problemas respiratorios parecen vinculados a
sus alergias
Muchos alérgenos comunes también son
desencadenantes del asma. Si tienes problemas para respirar después de pasar
tiempo con gatos u otros animales, o con polen, y especialmente si experimentas
otros síntomas de alergia como estornudos u picazón en los ojos, existe una
buena probabilidad de que tengas asma.
3. Otros desencadenantes parecen intensificar tus
síntomas
Junto con los alérgenos mencionados anteriormente,
“el humo del tabaco y el aire frío o seco también son desencadenantes comunes
del asma”, dice Dinakar. Además, si tus problemas respiratorios parecen
aumentar cada vez que va a trabajar o a un lugar específico, eso es una señal
de alerta de que está lidiando con asma relacionada con un irritante ambiental.
4. Tuviste asma cuando eras niño
Es muy común que los adultos con asma hayan tenido
asma cuando eran niños. En muchos casos, estas personas aprendieron a evitar
ciertos desencadenantes, por lo que dejaron de experimentar los síntomas. En
muchos casos, esto les lleva a asumir erróneamente que han superado el asma.
Los síntomas generalmente reaparecen al comienzo de un nuevo régimen de
ejercicio o con frecuencia en compañía de fumadores. Por lo tanto, si sufriste
asma cuando eras niño y estás experimentando los síntomas característicos, es
muy probable que tus problemas respiratorios actuales estén relacionados con el
asma.
5. Sibilas cuando exhalas, no cuando inhalas
Dinakar dice que es muy fácil confundir las
sibilancias relacionadas con el asma con una afección similar llamada rhonchi,
que es una especie de traqueteo o congestión en el pecho que puede indicar
otras afecciones relacionadas con la respiración, como la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica o la bronquitis. Hay una manera de distinguir los rhonchi y
las sibilancias: las sibilancias relacionadas con el asma tienden a ser más un
sonido agudo que se nota cuando se respira, en lugar de un sonido congestionado
que se nota al respirar.
6. Tu inhalador no funciona
Esto puede sonar obvio. Sin embargo, si tienes un
inhalador y te ayuda a aliviar sus dificultades respiratorias, hay muchas
posibilidades de que tengas asma. Por otro lado, algunos pacientes no responden
bien a sus inhaladores para el asma, pero no siempre piensan en notificar a su
médico. Si tu inhalador no está ayudando, ese es un muy buen indicador de que
el asma no es tu problema.
En pocas palabras: deberías visitar a
tu médico
Dinakar enfatiza que diferenciar el asma de otras
afecciones respiratorias es difícil de hacer. Si tienes problemas
respiratorios, eso no es algo con lo que deba meterse. La opresión o presión en
el pecho podría ser un signo de un ataque cardíaco inminente. Ve a ver a tu médico
para que puedas descubrir qué está pasando. JQ
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