Se ha estudiado ampliamente, y demostrado, el vínculo
entre el alto consumo de alimentos ultraprocesados y el mayor riesgo de
desarrollar obesidad y diabetes. Pero nuevos trabajos enfocan en revelar un
aspecto menos conocido: lo que esta forma poco saludable de
alimentación le puede hacer al hígado.
El más reciente, publicado en The
American Journal of Clinical Nutrition,
analizó esta relación y el peligro de cirrosis hepática, enfermedad grave
del hígado y cáncer.
Cómo prevenir estas afecciones y mejorar la salud
de este órgano esencial.
El término ‘alimentos ultraprocesados’ proviene del
sistema de clasificación de alimentos
NOVA, desarrollado por investigadores de la Universidad de San Pablo,
Brasil.
El sistema clasifica los alimentos en cuatro categorías según su
grado de procesamiento durante su producción:
Alimentos no
procesados o mínimamente procesados. Esto incluye productos como frutas, verduras,
leche, pescado, legumbres, huevos, nueces y semillas que no tienen ingredientes
agregados y que han sido poco alterados de su estado natural.
Ingredientes
procesados. Son alimentos que se agregan a otros alimentos
en lugar de consumirse solos, como la sal, el azúcar y los aceites.
Alimentos
procesados. Son aquellos que se elaboran combinando alimentos de
los grupos 1 y 2, los cuales se alteran de manera que los cocineros caseros
podrían hacerlo ellos mismos. Incluyen alimentos como mermeladas, encurtidos,
frutas y verduras enlatadas, panes y quesos caseros.
Alimentos
ultraprocesados. Estos productos tienen cinco o más ingredientes
y aditivos que no se suelen utilizar en la cocina casera, como conservantes,
emulsionantes, edulcorantes y colorantes y sabores artificiales. Estos alimentos
generalmente tienen una vida útil prolongada. Algunos de ellos son: helado,
jamón, salchichas, papas fritas, pan producido en masa, cereales para el
desayuno, galletas, bebidas carbonatadas, yogures con sabor a frutas, sopas
instantáneas y algunas bebidas alcohólicas, como whisky, ginebra y ron.
Por qué son
malos para la salud del hígado
Los alimentos ultraprocesados
suelen contener altos niveles de grasas
saturadas, sal y azúcar y cuando los comemos, dejamos menos
espacio en nuestra dieta para alimentos más nutritivos. Esta acumulación de grasa
afecta las funciones hepáticas.
También habrían factores relacionados con
el procesamiento en sí (es decir, productos químicos no nutricionales y
descomposición de la matriz alimentaria), que podrían las funciones esenciales
del hígado.
Además de normas de producción que mejoren
la elaboración de estos alimentos para que sean más sanos, expertos
enfatizan que los proveedores de atención médica deben desalentar el consumo de
alimentos ultraprocesados en favor de productos frescos o mínimamente
procesados como una estrategia válida de prevención. HD
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