El 6 de abril se celebra el Día Mundial de la Actividad Física. Es común que a la hora de hablar sobre actividad física varios conceptos sean utilizados como sinónimos cuando en realidad significan cosas diferentes.
La actividad física es el movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que deriva en gasto energético. Un ejemplo podría ser el empujar una mesa. Por su parte, el ejercicio es la actividad física planificada, estructurada, repetitiva y cuyo propósito es la mejora o el mantenimiento del estado físico (andar en bicicleta, ir a una clase aeróbica, etc.).
Y, por último, el término deporte refiere a la práctica metódica de ejercicios físicos. Está sujeto a determinados reglamentos solo o por equipos, para vencer a un adversario en determinado juego, o para superar marcas establecidas. Un ejemplo de esto sería jugar al hockey o al fútbol.
“Hacer deporte tiene muchos beneficios. Para empezar, disminuye la mortalidad a nivel general ya que mejora la evolución y sintomatología de los pacientes con cardiopatías y disminuye la incidencia de ACV. A su vez, reduce los factores de riesgo cardiovasculares como son el sedentarismo, la obesidad o la hipertensión arterial”, explica el Dr. Carlos Reguera, médico cardiólogo y Jefe del Área de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA.
“Además, ayuda a mantener la abstinencia de quien dejó de fumar y mejora la actividad sexual, el estado de ánimo y combate enfermedades psiquiátricas como la depresión o la ansiedad. Reduce el riesgo de contraer cáncer de colon, colorrectal, de pulmón y de mama; además de otros beneficios inmunológicos y sobre la calcificación ósea”, agrega la Dra. Maricel Cillo, médica cardióloga y especialista en Deportología del Instituto.
Los riesgos del ejercicio sobre la salud que hay que tener en cuenta
Durante la práctica deportiva el organismo y el aparato cardiovascular son sometidos a modificaciones fisiológicas, entre las cuales se observan el aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, la vasodilatación periférica, el aumento del consumo de oxígeno, el incremento del tono simpático y de las catecolaminas circulantes y el aumento de la contractilidad miocárdica, entre otras.
“El ejercicio físico intenso o frente a deportes competitivos y/o de alto rendimiento aumenta el riesgo de muerte súbita en deportistas con cardiopatía preexistente, ya sea conocida o desconocida por la persona. El ejercicio físico implica un stress al organismo, por lo cual todas las personas deben presentar una evaluación médica completa previo a la realización del mismo para evitar una situación de riesgo”, explica Reguera.
El examen médico y la realización de estudios previos a la participación deportiva se proponen ante la necesidad de detectar patologías que predispongan desencadenar un evento de muerte súbita o alteraciones que puedan agravarse frente a la sobrecarga del aparato cardiovascular secundario a la actividad física intensa.
“En INEBA consideramos que la actividad física comienza con una correcta evaluación médica. Con ella buscamos detectar pacientes asintomáticos que presentan alteraciones cardiovasculares potencialmente letales y así poder aconsejarlos. Ofrecemos un plan de evaluación integral para la detección de enfermedades preexistentes y ayudamos a elegir el deporte adecuado para cada paciente, además de una evaluación nutricional y de composición corporal”, agrega Cillo.
Tips a tener en cuenta a la hora de hacer deporte
- Correcta elección del deporte a realizar.
- Descanso apropiado (se sugieren 8 horas de sueño diario).
- Alimentación sana, equilibrada y variada.
- Correcta hidratación.
- No realizar actividad física en ayuna y tampoco con el estómago lleno (se aconseja realizar la última ingesta entre 60 y 90 minutos previo a la práctica deportiva).
- Calzado y vestimenta adecuada para cada deporte, al igual que la correcta elección de los elementos requeridos en cada práctica deportiva.
- Buena entrada en calor previo a la práctica deportiva.
- Correcta planificación del trabajo a realizar en cada entrenamiento (relación entre frecuencia/intensidad y duración de los mismos).
- Estiramiento muscular adecuado.
- Control médico integral previo a la práctica deportiva.
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