La demencia representa
uno de los desafíos más grandes para la salud pública hoy en día y en el futuro próximo. El Alzheimer, que es la principal causa de demencia en todo el mundo,
afecta a nivel mundial a unas 50
millones de personas, de las cuales alrededor del 60% vive en países de
ingresos bajos y medios.
Cada año se registran cerca de 10 millones de
nuevos casos y se prevé que el número total de personas con demencia alcance
los 82 millones en 2030 y 152 millones
en 2050.
Esta enfermedad física que afecta el cerebro es una
de las principales amenazas según difunde la OMS, y frente a este problema, científicos de todo el mundo buscan
permanentemente soluciones para prevenir y tratar esta enfermedad en
crecimiento que afecta principalmente a mayores de 60 años, una
población en constante aumento por la mayor sobrevida que hoy existe.
Distintos estudios científicos llevados a cabo por
el Instituto Nacional de Salud y Cuidados
de Excelencia del Reino Unido y los Institutos
Nacionales de Salud de Estados Unidos establecieron que al menos el 30 por ciento de los casos de demencia
podían ser atribuidos a factores de riesgo potencialmente modificables como
la diabetes, la hipertensión, la obesidad, el estilo de vida sedentario, la
depresión, el tabaquismo y un bajo nivel educativo.
A partir de estos descubrimientos, el Instituto Nacional de Salud y Bienestar de
Helsinki se propuso llevar a cabo la iniciativa FINGER (The Finnish Geriatric Intervention Study to
Prevent Cognitive Impairment and Disability) en Finlandia.
“El
programa, que ya lleva 10 años de práctica en Finlandia, consistió en
controlar durante dos años estos factores de riesgo en la población de edad
avanzada con riesgo de demencia con una rutina de ejercicios físicos y
cognitivos y dieta”, explicó a Infobae la doctora Miia Kivipelto de la Universidad de Finlandia Oriental,
creadora del exitoso programa.
Y agregó: “Los resultados llevados adelante en más de 1260 personas fueron difundidos en
2015 en una publicación en la prestigiosa revista Lancet y causaron una gran sorpresa a nivel mundial: no solo no se
observó una declinación cognitiva esperable, sino que los sujetos tenían una
mejora significativa en su rendimiento cognitivo”.
Según la experta, los pacientes no solo no desarrollaron demencia, sino que además,
incrementaron sus habilidades cognitivas y pudieron tener un
mejor control de sus propias vidas, estableciendo rutinas saludables en alimentación,
ejercicio y contacto social.
Fue tal el impacto del estudio finlandés a nivel
global, que se creó la iniciativa World
Wide Fingers con el objetivo de llevar a cabo esta intervención en
distintos países del mundo de modo de tratar de establecer si los resultados
obtenidos en Finlandia pueden extrapolarse a otras poblaciones en general.
“Lo más interesante de este innovador programa de
salud, es que se trata de una
intervención multidominio. Esto se explica porque anteriormente
ya se había intentado cambiarles la dieta a las personas con factores de riesgo
de demencia, o hacerlas practicar gimnasia, o darles ejercicios de memoria.
Pero esta es la primera vez que se intervienen y conjugan todos los aspectos
juntos”, explicó la doctora Lucía
Crivelli del Servicio de Neurología Cognitiva de Fleni,
quien coordinará LATAM Fingers en la
Argentina.
“Esto significa que cuando se interviene sobre
todos estos aspectos, se logran resultados incluso mejores que con las drogas
actualmente disponibles”, agregó Crivelli.
Consultada por las realidades diferentes de la
sociedad finlandesa y la latinoamericana, Kivipelto explicó que este programa
representa un desafío muy interesante para todas las personas involucradas.
“Cada sociedad tiene su realidad y cultura
diferente. Y eso no lo queremos modificar. Se trata de adaptar los lineamientos
básicos del programa e integrarlos a la sociedad donde se va a implementar y
desarrollar el programa de salud, aunando la realidad, idiosincrasia y
costumbres locales para tener éxito en la adherencia del paciente. Así, por
ejemplo, se adquieren alimentos
locales, práctica de bailes o expresiones culturales que reemplacen un
determinado ejercicio físico, o una práctica social determinada, como puede ser
bailar tango en Argentina o samba en Brasil”, precisó la especialista.
Y agregó: “Hemos tenido experiencias muy alentadoras en EEUU y China, sociedades
muy diferentes a la finlandesa. Por eso esperamos que este programa que se
replicará en 14 países latinoamericanos a partir de 2020, sea exitoso”.
La doctora Laura Lovato, especialista en Alzheimer
en la Escuela de Medicina de Wake Forest,
en Carolina del Norte, es la representante del Programa Finger en EEUU, que se denomina US-Pointer,
y habló con Infobae de su implementación allí
desde hace algunos meses.
“Tenemos la ambiciosa iniciativa de generar
prevención de las demencias -como la enfermedad de Alzheimer- a través de un
cambio del estilo de vida de las personas. El proyecto propone una intervención en la dieta, el ejercicio cognitivo,
ejercicio físico y control de los factores de riesgo cardiovasculares y
se basa en los resultados ya obtenidos en Finlandia por el estudio FINGER”,
explicó Lovato.
“Hay mucho interés en combatir la demencia en EEUU.
La gente prefiere enfermar del corazón pero no del cerebro. Implementamos este
programa hace 6 meses en 80 participantes y esperamos llegar a 2000 en los
próximos 5 años. Actualmente estamos trabajando en 5 instituciones médicas de
Carolina del Norte, California, Houston, Chicago y Rhode Island”, agregó la
experta que vino a la Argentina para la presentación del programa en la sede de
Fleni de la ciudad de Buenos Aires,
que albergó la reunión preparatoria de la iniciativa LATAM Fingers.
Además de Lovato y la especialista finlandesa
Kivipelto, estuvieron presentes la doctora Devora Kestel, jefa de Salud Mental
de OMS, y representantes de los 14 países latinoamericanos que participarán de
esta intervención.
Paulo Caramelli, profesor de Neurología y Coordinador del Grupo de Investigación de Neurología
Conductual y Cognitiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de
Minas Gerais, en Belo Horizonte, Brasil es otro de los interesados en
replicar la experiencia positiva de Finger
de Finlandia en su país.
“Se trata de un programa nacido en Finlandia, un país con mucha disciplina, y un contexto
social de primer mundo. Pero creemos que el escenario local
latinoamericano puede ser muy favorable
por los altos niveles de riesgos en la salud como obesidad, riesgo
cardiovascular, sedentarismo y tabaquismo, entre otros problemas de salud”,
explicó Caramelli, que adelantó que el programa Finger se implementaría el año próximo en San Pablo y Belo
Horizonte.
“Seleccionaremos a los participantes en los centros
de salud locales para que pueda ser una muestra representativa de toda la
sociedad”, indicó el experto que desde 2011, es miembro del Grupo de Trabajo Internacional sobre
Trastornos Neurocognitivos de la OMS
para la Revisión de la Clasificación
Internacional de Enfermedades (CIE-11). Sus actividades de investigación se
centran en el envejecimiento cerebral y la demencia.
La incorporación de América Latina
Tras la reunión preparatoria de fines de octubre y
principios de noviembre en Fleni,
donde se sentaron las bases de LATAM
Fingers, la idea es que los institutos de los 14 países intervinientes (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
Costa Rica, Cuba, Ecuador, Paraguay, Perú, Puerto Rico, México, República
Dominicana y Uruguay), comiencen a reclutar pacientes en marzo de 2020.
En todo el territorio latinoamericano, se
reclutarán 1400 personas que participarán del estudio en forma totalmente gratuita
durante un año. Deben ser individuos de
60 a 77 años sin demencia, pero con factores de riesgo de deterioro
cognitivo como un familiar de primer grado (padre, madre o hermanos) que haya
tenido un deterioro significativo de la memoria, sedentarismo y una mala dieta,
entre otros. “La idea es reclutar a aquellas personas que más se beneficiarían
con el estudio, los que están en riesgo serio”, aclaró la doctora Crivelli.
“El estudio
no se replicará de forma exactamente igual al finlandés en cada país.
Cada uno le pondrá su cuota original. La dieta, por ejemplo, será en nuestro
caso una dieta mediterránea modificada de acuerdo con los ingredientes que se
consumen en Argentina. Es decir que el protocolo se adaptará a las
características de la población y del lugar. Creemos que no se pueden planear
intervenciones a gran escala olvidando a los individuos y, por ello, queremos
ser respetuosos con la diversidad que Latinoamérica representa”, afirmó.
El programa busca hacer mucho más que replicar los
resultados de FINGER. Debido a su
diversidad étnica y cultural, Latinoamérica puede proveer una muestra
poblacional muy interesante. El proyecto que se llevará a cabo en la región
representará un importante paso adelante para esta iniciativa mundial.
“A diferencia de los países nórdicos, donde FINGER ya fue probado, la población
latinoamericana tiene mucha heterogeneidad étnica, sociocultural, educativa y socioeconómica”, señaló la doctora Crivelli.
“Lograr resultados en esta población implicaría que los resultados de Finlandia
son generalizables a toda la población”, concluyó. VI
No hay comentarios.:
Publicar un comentario