Los tres primeros
mandamientos de la ley de Dios nos enseñan cómo debe de ser nuestra actitud
para con Dios y los siete siguientes nos enseñan nuestra actitud hacia el
prójimo, con los que nos rodean.
Los mandamientos de la ley de Dios son los
siguientes:
1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Este mandamiento
nos dice que Dios debe ser lo más importante en nuestras vidas, debemos amarlo,
respetarlo y vivir cerca de Él. Esto lo podemos hacer a través de la oración y
los sacramentos.
Debemos creer,
confiar y amar a Dios sobre todas las cosas:
1. Creer en Dios
que es mi Padre, me ha dado la vida y me ama.
2. Confiar en Dios
porque es mi Padre y me ama infinitamente.
3. Amar a Dios más
que a nada y a nadie en el mundo.
Para saber si
cumplimos con este mandamiento, nos podemos preguntar:
• ¿Estoy amando a
Dios como un hijo ama a un padre?
• ¿Vivo sólo para
las cosas temporales, de la tierra?
2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
Este mandamiento
nos manda respetar el nombre de Dios y todas las cosas sagradas.
Para cumplir este mandamiento, debemos usar el nombre de Dios con mucho amor y
respeto. Debemos de cuidar y respetar todas las cosas que tienen que ver con
Dios, así como respetar al sacerdote y a las personas consagradas a su
servicio.
Para saber si
cumplimos con este mandamiento nos podemos preguntar:
• ¿Uso el nombre de
Dios de una manera cariñosa y con respeto, sin jurar en vano el nombre de Dios?
• ¿Respeto las
cosas de Dios (capilla, Biblia, rosario, etc.)?
• ¿Trato de manera
respetuosa a los sacerdotes y personas consagradas al servicio de Dios?
• ¿He cumplido con
las promesas que he hecho?
• ¿He jurado en
falso?
• ¿He cumplido las
promesas que he hecho a Dios?
3. Santificarás las fiestas.
Este mandamiento
nos manda dedicar los domingos y los días de fiesta a alabar a Dios y a
descansar sanamente.
Para cumplir con
este mandamiento, debemos ir a Misa todos los domingos y fiestas que la Iglesia
indique y celebrar el amor de Dios y todo lo que ha hecho por nosotros. Debemos aprovechar los domingos para rezar más
y estar cerca de Dios, así como para descansar sanamente y ayudar a que otros
descansen. También, debemos dedicar este día a las cosas de Dios y a la
familia.
Para saber si
cumplimos bien con este mandamiento, podemos preguntarnos:
• ¿Voy a Misa los
domingos y fiestas que manda la Iglesia?
• ¿Hago un esfuerzo
por estar muy cerca de Dios durante la Misa y escuchar lo que me quiere decir?
• ¿Pienso en Dios
los domingos?
• ¿Ayudo a los
demás para que puedan descansar?
Los días en que se
debe de asistir a Misa, además de los domingos, son marcados por la Conferencia
Episcopal de cada país.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre
Este mandamiento
nos manda honrar y respetar a nuestros padres y a quienes Dios le da autoridad
para guiarnos y cuidarnos en nuestras vidas.
Para cumplir este
mandamiento, debemos escuchar, respetar y amar a los padres y a aquellas
personas que tengan autoridad sobre nosotros (abuelos, tíos, sacerdotes,
maestros, autoridad civil).
Esto no quiere
decir que los padres deben de olvidarse de sus deberes y obligaciones para con
los hijos.
Para saber si cumplimos
con este mandamiento podemos preguntarnos:
• ¿Ayudo material o
espiritualmente a mis padres?
• ¿Soy agradecido
con mis padres?
• ¿Los acompaño en
su vejez?
• ¿Les demuestro
amor?
• ¿Soy agradecido
con ellos?
• ¿Los acompaño en
sus enfermedades?
5. No matarás
Este mandamiento
nos manda respetar nuestra propia vida y la del prójimo, cuidando de la propia
salud, porque la vida humana es sagrada. Se trata de no lastimar ni atentar
contra la vida propia o ajena, física o moral.
Para cumplir este
mandamiento, debemos servir a la vida cuidando nuestra salud, para no caer en
vicios como el alcoholismo o la drogadicción. El suicidio es un atentado contra
la propia vida.
Con respecto a la
vida de otros, debo evitar las críticas y el dar a conocer a todos los defectos
ajenos, es decir, las calumnias. El maltratar físicamente a las personas,
atenta contra la vida ajena. El aborto es dar muerte a una vida en el vientre
de la madre.
Para saber si estoy
cumpliendo con este mandamiento me puedo preguntar:
• ¿He hablado mal
de los demás?
• ¿He maltratado a
alguien físicamente?
• ¿He caído en
algún vicio?
• ¿He atentado
contra mi salud?
6. No cometerás actos impuros
Este mandamiento
nos manda conservar la pureza del cuerpo y del alma.
Para cumplir con
este mandamiento, debemos procurar la limpieza interior de nuestro cuerpo y de
nuestra alma ya que es un tesoro muy grande que debemos conservar.
Nuestro cuerpo es
un templo del Espíritu Santo.
Para saber si
cumplimos con este mandamiento, nos podemos preguntar:
• ¿He cometido
adulterio o fornicado?
• ¿He visto algún
tipo de pornografía?
• ¿Me he permitido
tener pensamientos y deseos morbosos? ¿He dominado mis pasiones?
• ¿He practicado la
homosexualidad?
• ¿He practicado la
masturbación?
7. No robarás
Este mandamiento
nos manda respetar las cosas de los demás y utilizar las nuestras para hacer el
bien. También, nos manda respetar y cuidar la Creación.
Para cumplir este
mandamiento, no debemos apropiarnos de lo que no sea nuestro y debemos evitar
causar daño a lo que tienen los demás. Respetar la Creación y usar las cosas
para hacer el bien. Pagar lo justo a las personas que empleo y cuando soy
empleado cumplir con el trabajo para el que fui contratado.
Para saber si
cumplimos con este mandamiento, nos preguntamos:
• ¿Devuelvo las
cosas que encuentro y no son mías?
• ¿Cuido las cosas
que me prestan?
• ¿Cuido las cosas
que tengo?
• ¿Cuido y respeto
la creación?
• ¿Comparto mis
cosas con la gente necesitada?
8. No mentirás
Este mandamiento
nos manda ser sinceros y no mentir. Nos pide decir siempre la verdad. Mentir es
decir algo falso, es engañar.
Para cumplir este
mandamiento, debemos decir la verdad y no engañar a los demás ni hablar mal de
ellos.
Para saber si
cumplimos con este mandamiento, me puedo preguntar:
• ¿Estoy acostumbrado
a ser sincero?
• ¿Acostumbro
resolver mis problemas sin mentir?
• ¿Hablo bien de
las demás personas?
9. No consentirás pensamientos ni deseos
impuros.
Este mandamiento
nos dice que no debemos pensar ni desear cosas inmorales. Nos pide pureza de
corazón para ver todas las cosas con los ojos de Dios. Pureza de corazón, sea
yo soltero(a) o casado(a).
Para poder vivir
este mandamiento, necesitamos vivir la virtud de la pureza. Esta virtud nos
lleva a respetar el orden establecido por Dios en el uso de la capacidad sexual
a fin de vivir un amor humano más perfecto. Practicar la castidad, cuidando lo
que vemos, lo que oímos, lo que decimos, etc. Cuidar el corazón de todo aquello
que lo pueda manchar.
Para saber si
cumplimos con este mandamiento, nos podemos preguntar:
• ¿He tenido
pensamientos inmorales?
• ¿He vivido la
virtud de la castidad en mi vida?
• ¿He cuidado la
pureza de mi corazón?
• ¿He propiciado
situaciones que me pongan en peligro para tener pensamientos y deseos impuros?
10. No desearás los bienes ajenos
Este mandamiento
nos manda ser generosos y no dejar lugar a la envidia en nuestros corazones.
Para poder cumplir
este mandamiento debemos ser felices con las cosas que tenemos y no tener
envidia si alguien tiene más que nosotros. Disfrutar y agradecer lo que
tenemos.
Para saber si
estamos cumpliendo con este mandamiento, nos podemos preguntar:
• ¿Soy feliz con
las cosas que tengo?
• ¿Agradezco y
cuido las cosas que tengo como un regalo de Dios?
• ¿Me pongo feliz
por mis amigos cuando consiguen algo que yo no tengo?
• ¿Me pongo feliz
cuando a los demás les pasan cosas buenas?
¡Al cumplir los
mandamientos vamos a estar cerca de Dios y vamos a vivir más felices! Los Diez
mandamientos son el mejor camino para llegar al Cielo.
Recuerda que para
ser feliz nos conviene cumplir con los Diez Mandamientos que Dios le entregó a
Moisés. No olvides que seguir las huellas de Cristo es imitarlo en su perfecto
cumplimiento de las leyes de su Padre. Los católicos, además, seguimos el
mandato de Cristo: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno
mismo y, predicar el Evangelio a todas las personas. TF
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