“Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes, campo de Dios y
construcción de Dios” 1 Corintios 3, 1-9
“Dichoso el pueblo escogido por Dios” Salmo 32
“También a los otros pueblos tengo que anunciarles el Reino de Dios, pues
para eso he venido” San Lucas 4, 38-44
Jesús
empieza a manifestarse cercano a las multitudes y las multitudes lo escuchan,
lo buscan y se sorprenden de su poder y su autoridad. Jesús sana a los
enfermos, expulsa a los demonios, hace oración, enseña y no se limita al
círculo que le imponen ni sus familiares ni las costumbres de su pueblo.
Todas sus acciones llevan la finalidad de proclamar la Buena Nueva, el
Evangelio, que es el anuncio gozoso para todos los hombres de la presencia de
Dios en medio de su pueblo. Y su
presencia genera una forma diferente de entender la vida, de relacionarse, de
enfrentar la enfermedad, la injusticia y el dolor.
Al
anunciar el Reino de Dios, Jesús no viene simplemente a decirnos que tendremos
que vivir en justicia, que debe reinar la paz, que debemos salvaguardar la
creación, Jesús anuncia sobre todo a Dios su Padre, a un Dios vivo que actúa en
el mundo y en la historia, y que ahora está actuando. Las formas concretas de
anunciarlo son la curación, aun de los más cercanos como la suegra de Pedro, la
sanación de todos los enfermos que le llevan, la respuesta a todas las
solicitudes de las personas, su oración y un impulso irresistible de anunciar
este Reino de Dios a todos los pueblos.
Hoy
sus discípulos debemos retomar este anuncio y también nosotros debemos hacer
presente en medio de nosotros a nuestro Padre Dios que vive y camina con
nosotros.
La construcción del Reino es hacer presente a nuestro Padre y dar
posibilidad de vivir con la dignidad de hijos a todos los hombres. La
cercanía del Reino y la proclamación que hace del Reino, nos dejan entrever que
Él mismo hace presente el Reino porque a través de su presencia y de su
actividad, Dios ha entrado en la historia de la humanidad de una forma
completamente nueva.
Acerquémonos a Jesús, contemplémoslo en toda su actividad y dejémonos
cuestionar cómo estamos nosotros viviendo este Reino, cuáles son nuestras prioridades,
qué actividad nos lleva a hacer viva en medio de nosotros esta presencia
actuante de Dios. ED
No hay comentarios.:
Publicar un comentario