viernes, 1 de noviembre de 2024

Descubre cómo las aplicaciones móviles pueden ayudar con la depresión...

Una revisión de estudios concluye que el uso de las apps podría ayudar a reducir los síntomas de la depresión, una enfermedad que cada vez es más frecuente y sobre la que existe un elevado consumo de medicamentos.
La depresión es un problema de salud frecuente. Muchos pacientes toman fármacos para tratar, aliviar o mitigar los síntomas asociados a este problema. El grupo de psicofármacos más dispensado es el de los antidepresivos, seguido por ansiolíticos y por hipnóticos y sedantes.
El consumo de estos tres grupos de psicofármacos sigue un patrón similar: el uso es mayor en mujeres que en hombres, se va incrementando con la edad hasta los 80 años, se observa gradiente social, con mayores DHD en los niveles más bajos de renta, y la dispensación es mayor conforme menor es el tamaño del municipio, con independencia de la edad.
Es cierto que el tratamiento farmacológico, en general, es necesario, pero en la gran mayoría de los casos debe combinarse con psicoterapia para conseguir mejores efectos. Sin embargo, muchos pacientes no reciben esta ayuda, bien por falta de medios o por falta de recursos. En este sentido, desde hace unos años, se estudia la efectividad del uso de nuevas tecnologías, o apps, para ayudar a estos pacientes en su tratamiento. Ahora, una revisión de estudios apunta que las aplicaciones desarrolladas para tratar la depresión pueden ser beneficiosas en el abordaje de los casos graves y moderados. Es la conclusión de una revisión y metaanálisis que ha incluido 13 estudios con hasta 16 apps diferentes y cuyos resultados se han publicado en la revista Jama Network Open.
Tras el análisis de los ensayos clínicos realizados, los investigadores vieron que las intervenciones basadas en aplicaciones móviles se asociaron con una reducción significativa de los síntomas de la depresión. Además, vieron que, a diferencia de lo que se pueda pensar, las intervenciones más cortas, de menos de 8 semanas, tendrían un efecto mayor en comparación con intervenciones más prolongadas.
El estudio también concluye que las aplicaciones móviles sin notificaciones internas resultaron ser más efectivas, lo que sugiere que la interacción humana y el apoyo personalizado podrían jugar un papel fundamental en el tratamiento de la depresión.
Según señalan Joaquim Raduà, psiquiatra y responsable del grupo de investigación Imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad de IDIBAPS y Miquel Àngel Fullana, miembro del mismo grupo de investigación y psicólogo clínico en el servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, a SMC España, “la salud mental de la población está probablemente empeorando y sabemos que los tratamientos psicológicos, especialmente la terapia cognitivo-conductual, pueden ser una estrategia eficaz para abordar este problema. Sin embargo, encontrar profesionales especializados y cubrir los costes asociados con este tipo de intervención es complicado”. En este contexto, “el uso de nuevas tecnologías para ofrecer tratamientos psicológicos eficaces a gran escala es absolutamente bien recibido”.
Este metaanálisis examina los estudios controlados aleatorizados sobre la eficacia de apps para tratar la depresión moderada y grave, y concluye que las apps tienen efectos beneficiosos en comparación con diversos grupos control. Como apuntan, “el metaanálisis utiliza una metodología en general adecuada, aunque algunas opciones estadísticas utilizadas están poco recomendadas, como el hecho de usar modelos de efectos fijos (fixed-effects) cuando los estudios analizados son muy heterogéneos, o analizar conjuntamente diversos tipos de grupo control (por ejemplo, tratamiento usual y lista de espera) que en investigaciones previas se ha visto que pueden tener efectos diferentes”.
Los resultados de este metaanálisis refuerzan la evidencia sobre el impacto positivo de las nuevas tecnologías en la mejora de la salud mental de la población. De hecho, tal y como indican, “estudios previos también respaldan los beneficios de la terapia cognitivo-conductual por internet (ICBT) para otros trastornos, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)”.
Más estudios
En este sentido, un estudio con participación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) también señaló que el uso de aplicaciones para la depresión puede tener un efecto significativo en el tratamiento de los síntomas de este trastorno mental cada vez más prevalente, especialmente cuando se trata de intervenciones híbridas, es decir, que combinan la tecnología con la participación de un profesional. Esta es una de las conclusiones principales de la investigación que el equipo liderado por Carme Carrion, investigadora principal del eHealth Lab, obtuvo a partir de la recopilación y el análisis de las investigaciones científicas más cuidadosas en este campo de los últimos años.
“En los repositorios de aplicaciones hay decenas que quieren prevenirla o tratarla, pero muy pocas tienen evidencia científica detrás o han contado con la ayuda de profesionales o pacientes”, explica Carrion. Esta revisión de la literatura científica permitió detectar 29 trabajos científicos rigurosos que estudian la eficacia de las intervenciones en salud móvil aplicada a la depresión. De su análisis, se desprende que el uso de las intervenciones con apps tiene un efecto moderado y puede ser un método viable para ofrecer atención a la salud mental, pero también que la oferta de recursos actual tiene un alto nivel de diversidad, que hace difícil su caracterización.
Además de la eficacia para reducir los síntomas depresivos, con las intervenciones híbridas consiguiendo mejores resultados que las puramente tecnológicas, uno de los patrones observados es que los usuarios prefieren las aplicaciones sencillas y fáciles por encima de las que ofrecen muchas posibilidades y opciones, pero que no son tan comprensibles. Además, también se ha visto que, cuanto más alto es el grado de depresión, más tendencia hay a usarlas. En cambio, no se han observado diferencias significativas en cuanto a la edad o el género.
“Todo ello nos indica la necesidad de enfoques personalizados que tengan en cuenta las diferencias, las preferencias y las necesidades individuales. Y, para garantizar su eficacia, es importante priorizar los principios basados en la evidencia y las herramientas de evaluación estandarizadas como las que queremos desarrollar”, apunta Andrea Duarte, investigadora de la Fundación Canaria Instituto de Investigación Sanitaria de Canarias (FIISC), adscrita al Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud (SESCS), y quien ha liderado este metaanálisis.
“En general, las aplicaciones para la depresión tienen un efecto moderado en la reducción de los síntomas, pero hay mucha diversidad en las características y los componentes que tienen. Ninguno de ellos por sí solo se relaciona con más o menos eficacia, así que habría que ir más allá de intentar hacer una aplicación para todo el mundo y saber qué aplicación y con qué características tiene que desarrollarse para las personas con determinadas necesidades”, explica Duarte.
La investigadora admite que la introducción de la tecnología en el tratamiento de la salud mental “todavía está en pañales”, pero a la vez coincide con Carrion en que es una vía que hay que explorar: “Visto el incremento de la demanda y la limitación de recursos, para conseguir mejorar la efectividad de los tratamientos, pero también para la eficiencia del sistema sanitario, será imprescindible introducir herramientas tecnológicas, pero hace falta que sean buenas, validadas y que aporten valor”.
En opinión de Diego Hidalgo, psiquiatra e investigador en la Unidad de Trastornos Bipolares y Depresivos del Hospital Clínic de Barcelona, “es importante tener en cuenta las limitaciones inherentes a los estudios con apps, que radica en la diversidad de cada una de ellas en cuanto a sus contenidos y funcionalidad, si bien los autores tuvieron en cuenta algunos de estos aspectos en los subanálisis por grupos según características. Es decir, siempre habría que recordar que no toda app para depresión es igual a las otras apps, sobre todo aquellas que no han sido evaluadas en ensayos clínicos como las incluidas en este estudio”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario