Hay gente que piensa que la sedación paliativa es
una forma encubierta de eutanasia. Pero no es así, la sedación paliativa no es
la causa del fallecimiento, sino que gracias a ella se impide una muerte con
sufrimiento y/o dolor. El paciente muere como consecuencia de su enfermedad
grave. La sedación paliativa tiene, como efecto accidental, y no querido, la
posible aceleración de la muerte del enfermo. En efecto, cuando se aplica una sedación paliativa no se
busca, ni como fin ni como medio, la muerte del enfermo, sino la
administración de un fármaco sedante, no letal, que tiene por finalidad paliar
el dolor y/o el sufrimiento del enfermo. Provocar la muerte no es lo mismo que
permitir la muerte.
Profundicemos un poco
más en el tema para entenderlo adecuadamente
Es necesario ver la diferencia entre eutanasia y
sedación paliativa. Este tema es importante porque, aunque hoy día la eutanasia
no está permitida en algunos países, mucha gente opina que la sedación
paliativa es una forma solapada de eutanasia. No es de extrañar que un mal uso
y abuso de la sedación paliativa aboque a ésta a comprenderla como una
eutanasia encubierta o ‘razonable’.
Habitualmente, no siempre, suele suceder que cuando
se inicia una sedación paliativa, a las pocas horas se produzca la muerte del
enfermo. Entonces se piensa que, como se ha sedado al enfermo, se le ha
practicado una eutanasia.
Es verdad que la sedación paliativa deteriora el
nivel de conciencia, pero esto no quiere decir que provoque intencionadamente
la muerte, sino el curso natural de la enfermedad grave. La sedación paliativa,
bien entendida y bien aplicada, no es eutanasia. No va en contra de la dignidad humana. Todo lo contrario.
A mi parecer, para evitar, de algún modo, estos
equívocos se tienen que explicar, en primer lugar, qué se entiende por sedación
paliativa y después exponer los distintos tipos de la misma. RGZ
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