Este estrés del peso
impacta particularmente en la zona lumbar, en la parte baja de la espalda.
Una mejor nutrición puede ayudar a mejorar el peso, el
dolor en la espalda y, de paso, ayudar con la prevención o el avance de ciertas
afecciones.
La asociación entre obesidad y dolor lumbar puede ser
causal, sin embargo hay mecanismos posibles que pueden explicar esta
asociación:
·
En primer lugar,
la obesidad podría aumentar la carga mecánica sobre la columna al provocar una
mayor fuerza de compresión sobre la zona lumbar durante diversas actividades.
Las personas obesas también pueden ser más propensas a sufrir lesiones
accidentales.
·
En segundo lugar,
la obesidad puede causar dolor lumbar a través de una inflamación crónica
sistémica. La obesidad se asocia con una mayor producción de citocinas y con la
activación de vías proinflamatorias, que, a su vez, pueden provocar dolor.
·
En tercer lugar,
los estudios poblacionales han demostrado una asociación más fuerte entre
la obesidad abdominal y el dolor lumbar que el que tiene la
obesidad generalizada.
·
En cuarto lugar,
la obesidad se asocia con la degeneración del disco y
con cambios en la placa vertebral. La movilidad de la columna disminuye con el
aumento del peso corporal, lo que puede interferir con la nutrición del disco.
Se genera un círculo vicioso que afecta la movilidad.
Expertos indican que lo ideal es mantener una
nutrición que permita la pérdida de peso, a la vez que fortalezca
la masa ósea. Entre los alimentos que pueden cumplir con ambos
propósitos están:
Vegetales. Especialmente
el kale, el brócoli y la espinaca cumplen con estas funciones porque son magros
y actúan muy bien contra la inflamación. El consumo de vegetales de hojas
verdes también ayuda a mejorar la absorción de calcio, lo que
promueve la fortaleza ósea.
Aguacate. Tiene
grasas saludables, fibra y proteína, que benefician a la
columna vertebral.
Otras frutas. Especialmente
las bayas son buenas para la salud de la columna ya que contienen una buena
cantidad de antioxidantes y nutrientes. Aunque hay que consumirla con
moderación por su alto contenido de azúcar, la piña contiene bromelina, una
enzima que puede reducir la inflamación.
Calcio, vitamina D
y K. Son útiles para los huesos y previenen la
osteoporosis. Se encuentran en los productos lácteos, las verduras de hojas
verdes y el pescado.
La vitamina A, el
hierro y las vitaminas del complejo B. Todas favorecen la función saludable de la
columna y los nervios, se pueden encontrar en las verduras de color verde
oscuro, los frijoles, las nueces, las semillas, las zanahorias y las batatas.
Por supuesto agregar una rutina de ejercicios suma
cambios positivos a la salud de la columna. HD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario