Influye un sinfín de factores en la elección y
preferencia de determinados alimentos para incluirlos como parte de tus hábitos
alimentarios.
Cuando ‘comes’, sólo comes y generalmente está
implícito en tu selección tanto costumbres, hábitos y creencias respecto a los
alimentos.
Si bien ‘comer carne roja’ tuvo un impacto positivo en
décadas pasadas que se asociaba a una mejor nutrición y crecimiento y hasta
estaba asociado a un prestigio social, en la actualidad son muchos los estudios
que indican que el consumo excesivo de carne roja está asociado a
determinadas enfermedades como diabetes tipo 2, algunos tipos de
cáncer, gota, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
La grasa de la carne roja es saturada e incrementa el
riesgo cardiovascular, además la carne roja contiene colesterol.
En 100 gramos de carne de res contiene 67 mg de
colesterol. Evita carnes procesadas por ser consideradas factor de
riesgo cancerígeno por la OMS.
Como todo, comer carne roja también tiene su ‘lado
bueno’, por ser un alimento alto en proteínas y excelente fuente
de hierro y zinc. Sin embargo hay otros alimentos que también
contienen proteínas como pescados, aves, lácteos (quesos, yogur, leche,
prefiere los bajos en grasa), huevo o bien proteínas de origen vegetal como
legumbres (frijol, garbanzo, habas, lentejas y soja), así como nueces y
semillas.
Así mismo, otros alimentos también son excelente
fuente de hierro, además de la carne roja como el huevo y fuentes vegetales de
hierro como legumbres, vegetales de hoja verde.
Ya que el hierro proveniente de fuente vegetal no se
absorbe igual, se puede aumentar disponibilidad en el organismo si se consumen
junto con alimentos altos en vitamina C como cítricos (naranja, mandarina,
toronja) kiwi, guayaba, papa, entre otros.
Incluso si se combinan adecuadamente por ejemplo
legumbres y cereales, la clásica combinación de arroz con frijoles, por ejemplo
es magnífica pues se complementan los aminoácidos, que son partes estructurales
de las proteínas y se obtiene una proteína semejante a la de la carne.
Considera por qué comes carne, ¿es sólo por
hábito?
Prueba, evitar consumir carne roja o
disminuir la cantidad y frecuencia con que la comes y obtén posibles beneficios
para tu salud a mediano y largo plazo.
Trata de limitar la ingesta de carne roja a una o dos
veces por semana y prefiere cortes magros (sin grasa). Y elige métodos de
cocción como el horneado, el asado y la parrilla para disminuir grasa.
El tamaño de porción también es importante considerar,
pues una porción de 5 a 5.5 oz (120 a 150 g) es suficiente, junto con una
alimentación equilibrada que contenga otras fuentes de proteínas como lácteos,
legumbres, nueces y semillas. Además de granos enteros, frutas y vegetales de 4
a 9 porciones por día. Y evitar grasas saturadas y azúcares.
Elige otras fuentes de proteína y evita un consumo
excesivo de carnes rojas o puedes limitar el consumo de carne roja a una o dos
veces por semana y obtener posibles beneficios para tu salud. HD
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