domingo, 5 de enero de 2025

La Oración Dominical – 05 de Enero…

Ofrecemos estos breves puntos con la intención de que puedan servir para la meditación individual o comunitaria. Son tomados de las lecturas y de las oraciones de la misa del domingo 5 de enero de 2025.
Se dividen en tres partes: lo que Dios nos dice (con un comentario que nos puede ayudar a comprender el Evangelio); lo que nosotros podemos decirle a Él como respuesta; y de qué modo podemos llevarlo a la vida cotidiana. Dios quiera que ayuden a muchos a dedicarle, cada domingo, un tiempo especial a Dios, nuestro Señor.
Dios nos habla
                  “Juan da testimonio de Él, al declarar: «Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo». De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Dios Hijo único, que está en el seno del Padre” (Jn 1,16-18).
                  “Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en Él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido” (Ef 1,3-6).
Reflexión
“Si tenemos en cuenta lo que la Escritura santa nos refiere de su majestad y no perdemos de vista que Cristo Jesús es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura, y que por medio de él fueron creadas todas las cosas: visibles e invisibles; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él, que es la cabeza de todos, comprobamos la imposibilidad de poner por escrito el misterio de la gloria del Salvador.
Si, pues, consideramos tantas y tales cosas como se han dicho sobre la naturaleza del Hijo de Dios, nos llenará de asombro y de estupor el que una naturaleza tan por encima de todo lo creado, desde la altura de su majestad, se haya rebajado hasta el anonadamiento, haciéndose hombre y viviendo entre los hombres” (Orígenes, Sobre los principios (Lib 2, cap 6).
Nosotros le hablamos
                  “Dios todopoderoso y eterno, que iluminas a quienes creen en ti, llena la tierra de tu gloria y manifiéstate a todos los pueblos por la claridad de tu luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos” (Oración colecta).
Nuestra vida cambia
                  De Jesús vienen todas las gracias divinas. ¿Qué gracias le pediríamos nosotros hoy?
                  ¿Nos dejamos iluminar por la luz del Señor en su Evangelio y tratamos de iluminar a los demás con la misma luz?

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