Las
píldoras anticonceptivas suelen considerarse una solución milagrosa para la
anticoncepción, e incluso pueden ayudar a tratar el acné, el síndrome
premenstrual grave, el crecimiento excesivo de vello y el dolor de la
endometriosis. Si bien no estamos aquí para recomendar un método anticonceptivo
en lugar de otro, como casi cualquier otro medicamento, tienen efectos
secundarios negativos que quienes las toman deben conocer. Dado que estas
píldoras afectan el equilibrio hormonal del cuerpo, tienen impactos específicos
en el cerebro.
Las
píldoras anticonceptivas contienen una versión sintética de progesterona
llamada ‘progestina’ y una versión sintética de estrógeno llamada
‘etinilestradiol’. Estas hormonas sintéticas afectan diferentes áreas del
cerebro, principalmente las responsables de regular las funciones del sistema
reproductivo.
Sin
embargo, la alteración del proceso reproductivo también conduce a cambios en
las señales recibidas por el sistema límbico y el estado de ánimo, lo que puede
causar depresión y ansiedad. Estas píldoras incluso pueden afectar las
capacidades cognitivas, incluidas la memoria y la atención. Si conoces a
alguien que esté tomando la píldora anticonceptiva o las está tomando tú,
esta puede ser una información muy importante para ti.
¿Todos
los métodos anticonceptivos tienen el mismo impacto en el cerebro?
“Los
diferentes tipos de píldoras anticonceptivas tienen diferentes efectos
secundarios en el cerebro; algunos pueden ser más graves y únicos que otros”,
dice la Dra. Hilda Wong de California. Las píldoras que contienen tanto
progestina como etinilestradiol, por ejemplo, tienden a causar más cambios de
humor que las píldoras que contienen solo progestina. También vale la pena
mencionar otros métodos anticonceptivos, como los dispositivos intrauterinos
(DIU), que tienen mucho menos impacto debido a su ubicación en el cuerpo. El
DIU libera progestina directamente en el útero, en lugar de pasar por el
sistema digestivo y el torrente sanguíneo.
¿Qué
dicen los estudios?
Una
revisión de estudios de imágenes cerebrales realizados en 2020 identificó
cambios en áreas responsables de los procesos cognitivos en el cerebro, como la
amígdala, el hipocampo, la corteza prefrontal y el giro cingulado, debido al
uso de anticonceptivos hormonales. Además, un estudio de 2022 comparó la
estructura cerebral de 72 personas y demostró que los anticonceptivos
hormonales afectan las áreas cerebrales asociadas con el procesamiento
emocional. En concreto, los investigadores descubrieron que las participantes
que tomaban pastillas anticonceptivas eran más propensas a la ira, el miedo y
el asco que las que no las tomaban.
“Si
bien los hallazgos del estudio son fascinantes, no muestran una relación
absoluta de causa y efecto”, afirma el Dr. Michael Green, especialista en el
tratamiento de mujeres menopáusicas. Después de todo, las mujeres que toman
pastillas anticonceptivas pueden estar más involucradas en situaciones que
aumentan las experiencias de tales emociones. Estudios anteriores han
demostrado un vínculo entre el uso de pastillas anticonceptivas y el uso de
antidepresivos e incluso intentos de suicidio. Aunque se realizaron a pequeña
escala, estos estudios sugieren que dichos anticonceptivos pueden afectar
negativamente al estado de ánimo. Por lo tanto, es importante ser consciente de
esto, especialmente si tienes problemas de salud mental preexistentes.
¿Qué se
debe tener en cuenta antes de comenzar a tomar pastillas anticonceptivas?
Al
sopesar los beneficios de estas píldoras frente a los riesgos que suponen para
las mujeres que las toman, lo principal que hay que tener en cuenta es el
motivo por el que se quiere empezar a tomarlas. ¿Es para prevenir embarazos?
¿Es para ayudar a lidiar con el síndrome premenstrual? ¿Es parte del
tratamiento para el dolor de la endometriosis? ¿O quizás una combinación de
estas razones?
La Dra.
Wong dice que la respuesta a esta pregunta le ayudará a entender si debería
considerar alternativas a las píldoras anticonceptivas. Por ejemplo, existen
anticonceptivos no hormonales, como los preservativos. Sin embargo, aconseja
pensar si se puede seguir con la solución elegida. Por ejemplo, hay que tomar
las píldoras anticonceptivas a la misma hora todos los días: ¿eres lo suficientemente
responsable como para hacerlo correctamente? También hay inyecciones
anticonceptivas que se deben aplicar cada tres meses: ¿puedes aplicarlas a
tiempo?
¿Hay
algo que se pueda hacer contra el efecto de la píldora sobre el estado de
ánimo?
Si tú o
alguien que conoces, nota cambios en el estado de ánimo después de empezar a
tomar píldoras anticonceptivas, habla con un médico lo antes posible. También
puede ser útil programar una cita con un especialista en salud mental. “Es
importante informar a tu médico sobre tu condición y los efectos
secundarios neurológicos que está experimentando, para que pueda determinar si
la receta que recibiste es la mejor opción para ti”, dice el Dr. Bassam Zaina
de Inglaterra. Dependiendo de la gravedad de los síntomas, el médico puede
sugerir una alternativa y brindar asesoramiento sobre cambios en el estilo de
vida que pueden ayudar a equilibrar este efecto.
Algunas
palabras para concluir
Los
estudios demuestran que tomar pastillas anticonceptivas afecta al cerebro y también
puede afectar al estado de ánimo. Si bien es importante conocer estos efectos
secundarios, eso no significa que todos los métodos anticonceptivos tengan el
mismo efecto o que afecten a todas las mujeres de la misma manera. Si tú o
alguien que conoces, siente más ira, ansiedad o depresión y
está tomando pastillas anticonceptivas, se recomienda consultar con
tu médico y explorar otras opciones con menos efectos secundarios. JQR
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