Texto
del Evangelio (Lc 11,37-41): En
aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con
él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado viendo
que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien!
Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por
dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior,
¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así
todas las cosas serán puras para vosotros».
Comentario del Evangelio
Hoy el Maestro, que no tiene manías, está comiendo con
un fariseo. Jesús es amigo de todos. Y, como buen amigo, no se calla las cosas
y denuncia los vicios: «Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y
el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad».
—Esta denuncia sigue vigente también para nosotros.
¿Nosotros? ¡Pues sí! He aquí algunos de nuestros deportes favoritos: ‘lo
políticamente correcto’, ‘tirar la piedra y esconder la mano’… El ‘cómo’ sin
importar el ‘qué’. ¿Te suena?
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