lunes, 28 de octubre de 2024

Estos hábitos comunes te hacen sentir más ansioso…

Todos tenemos nuestros rituales de relajación a los que recurrimos después de un largo día, como disfrutar de una taza de té humeante, leer un buen libro o navegar sin pensar en las redes sociales. Estas actividades pueden parecer formas garantizadas de eliminar el estrés y relajarnos, pero ¿qué pasa si nuestros hábitos favoritos de relajación en realidad están haciendo más daño que bien?
Puede resultar sorprendente, pero algunas actividades aparentemente relajantes pueden contribuir, sin saberlo, a la ansiedad. Este artículo profundiza en los peligros ocultos de estas rutinas bien intencionadas. Exploraremos cómo estas actividades aparentemente inofensivas pueden sabotear nuestros esfuerzos por desestresarnos y ofreceremos estrategias alternativas para una verdadera relajación y alivio de la ansiedad.  
1. Ver las noticias antes de dormir
Ver las noticias de la noche puede parecer una forma inofensiva de relajarte antes de acostarte. Sin embargo, un flujo constante de titulares negativos e inquietantes puede influir significativamente en la calidad del sueño. La luz azul emitida por las pantallas puede interrumpir aún más tu ciclo de sueño, dificultando conciliar el sueño y permanecer dormido. En su lugar, establece una rutina relajante a la hora de acostarte que no involucre dispositivos electrónicos. Lee un libro, date un baño caliente o escucha música relajante que te ayude a conciliar el sueño plácidamente.
2. Disfrutar de las compras
La terapia de compras puede parecer una forma maravillosa de desestresarte después de una larga semana. El proceso de recorrer los pasillos, encontrar el atuendo perfecto o regalarte un pequeño artículo de decoración para el hogar puede proporcionar un impulso temporal del estado de ánimo. Sin embargo, para muchas personas, ir de compras puede convertirse en un comportamiento compulsivo que, a la larga, alimenta la ansiedad.
El placer inicial de realizar una compra puede desvanecerse rápidamente y ser reemplazado por sentimientos de culpa o remordimiento del comprador, especialmente si afecta su presupuesto. Además, la exposición constante a mensajes de marketing y la presión para mantenerte al día con las últimas tendencias pueden contribuir a sentimientos de insuficiencia y comparación social.
Es importante elegir actividades que proporcionen una sensación más profunda de logro y evitar utilizar las compras como mecanismo para afrontar el estrés.
3. Tratar de reprimir tus ‘malos’ pensamientos
Todos hemos pasado por eso: obsesionándonos con malos pensamientos, repitiendo errores del pasado o preocupándonos por el futuro. Es una tendencia humana natural querer dejar estos pensamientos a un lado. Sin embargo, ese enfoque puede resultar contraproducente. Cuanto más intentes reprimir un pensamiento, más persistente se volverá. Esta constante lucha interna puede agotar su energía mental y provocar una mayor ansiedad.
En su lugar, intente reconocer el pensamiento sin juzgarlo y luego cambie suavemente su atención a otra cosa. Utilice prácticas de atención plena, como la meditación o ejercicios de respiración profunda, para ayudarle a liberarse de los patrones de pensamiento negativos y crear calma interior.
4. Pedir la opinión de todos
Buscar orientación y opiniones de amigos y familiares de confianza puede ser una gran fuente de apoyo, pero buscar constantemente validación externa para tus acciones puede generar estrés e indecisión. Cuando confías completamente en las opiniones de otras personas, pierdes el control y la fe en tu propio juicio.
Aprende a confiar en tu instinto y a tomar decisiones basadas en tus creencias y prioridades personales. Si bien puede resultar útil pedir consejo, recuerda que, en última instancia, la elección es tuya.
5. Ignorar el estrés
El estrés es una parte normal de la vida, pero pretender que no existe puede tener graves consecuencias para la salud. Dejar de lado los pensamientos ansiosos puede brindar consuelo momentáneo, pero no aborda la fuente subyacente de la ansiedad. Estas emociones no resueltas pueden agravarse y causar síntomas físicos como dolores de cabeza, letargo o tensión muscular.
Ignorar el estrés también puede hacerte menos eficaz a la hora de gestionarlo. Cuando reconoces tu estrés y su origen, puede desarrollar mecanismos saludables para afrontarlo. Hablar con un amigo o terapeuta de confianza, o unirte a un grupo de apoyo puede ayudarte a procesar tus sentimientos y desarrollar habilidades de manejo del estrés más efectivas.
6. Intentar estar ocupado para distraerte del estrés
Cuando nos sentimos abrumados por el estrés, es tentador distraernos sumergiéndonos en el trabajo o realizando demasiadas actividades. Sin embargo, esto puede resultar contraproducente a largo plazo. Descuidar nuestra necesidad de descansar y permanecer ‘activos’ constantemente puede provocar agotamiento y empeorar los síntomas de ansiedad.
Una mejor manera de gestionar el estrés es priorizando la relajación y el autocuidado. Asegúrate de programar tiempo para actividades que te brinden alegría, como leer un libro, pasar tiempo en la naturaleza o conectarte con tus seres queridos. También es importante aprender a decir ‘no’ a cargas adicionales y establecer límites saludables. Esto le ayudará a gestionar tu energía de forma más eficaz y a sentirte mejor preparado para afrontar el estrés.
7. Pensar demasiado en el pasado
Recordar los ‘buenos viejos tiempos’ puede ser una actividad reconfortante para muchos. Sin embargo, concentrarte en el pasado e idealizar una época más sencilla puede generar sentimientos de infelicidad por cómo están las cosas en este momento. La vida está llena de cambios y desafíos, y centrarte exclusivamente en lo que te has perdido puede ahogar las alegrías y oportunidades que existen en el presente.
Comparar tu vida actual con una versión romántica del pasado puede alimentar sentimientos de ansiedad y oportunidades perdidas. En lugar de eso, concéntrate en crear nuevos recuerdos y experiencias que te hagan feliz. Vuelve a conectarte con viejos pasatiempos, explora nuevos intereses o pasa tiempo con tus seres queridos. Abraza el presente y aprecia todas las ricas experiencias que la vida tiene para ofrecerte en cada etapa de tu viaje. JQR

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