Esta
sencilla receta no sólo complacerá a tu corazón sino también a tu paladar. Su
ingrediente principal es la flor de hibisco o jaimaica, venerada por su
belleza. Una cualidad menos conocida de la flor de hibisco es su capacidad
curativa. En la medicina tradicional, esta hermosa flor se ha utilizado a
menudo en té y, en lo que respecta al sabor, es predominantemente agria, muy
parecida a la de los arándanos. Sin embargo, con un poco de azúcar y una rodaja
de cítricos, el equilibrio es el adecuado.
Con
respecto a las propiedades medicinales de la flor, nuevas e interesantes
investigaciones han demostrado que el hibisco es especialmente beneficioso para
la salud del corazón. De hecho, los científicos han confirmado que las flores
de color rojo intenso reducen suavemente la presión arterial gracias a sus
propiedades diuréticas (que ayudan al organismo a eliminar el exceso de agua).
Además,
se ha demostrado que las flores contienen antocianina (un compuesto
potente), que bloquea la enzima convertidora de angiotensina (ECA), un
compuesto que hace que los vasos sanguíneos se contraigan. Este efecto es
exactamente lo que produce la combinación de medicamentos recetados de
lisinopril e hidroclorotiazida, pero en un grado más leve y sin efectos
secundarios. Entonces, para aprovechar los beneficios de este maravilloso té,
aquí tienes una receta sencilla:
Cómo
preparar el té de hibisco
Ingredientes:
• 4
tazas de agua
• 3
cucharadas de flores secas o 4-5 cucharadas de flores de hibisco frescas
• 1
ramita de canela
• 1
cucharada de azúcar sin refinar
• Jugo
de 1 naranja
Instrucciones:
Calienta
el agua a ebullición y luego viértela sobre las flores de hibisco y la ramita
de canela. Deja reposar los ingredientes durante 20 minutos, luego
cuela el hibisco y la rama de canela. Si lo deseas, agrega azúcar y
jugo de naranja. Este té se puede servir frío o caliente, según tu preferencia.
JQR
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