sábado, 12 de octubre de 2024

Descubre si tu colchón contiene sustancias tóxicas…

Hay mucho que considerar al comprar un colchón nuevo. La comodidad, el nivel de firmeza, el tamaño y el precio son importantes, por supuesto, pero hay un factor que muchas personas olvidan o ni siquiera conocen: las toxinas. Teniendo en cuenta que su colchón es el elemento con el que pasa la mayor cantidad de tiempo cerca en un día normal, lo último que desea es que su colchón sea tóxico.
Sí, muchos colchones están fabricados con componentes químicos que podrían ser perjudiciales para la salud. En este artículo, explicaremos en detalle qué componentes peligrosos se pueden encontrar en un colchón y qué tener en cuenta para asegurarnos de que su colchón sea seguro.
¿Qué es la liberación de gases y por qué es problemática?
¿Alguna vez compraste un colchón nuevo y mientras lo desenvolvías de las láminas de plástico sentiste un olor extraño en el aire? Probablemente fue una liberación de gases. La mayoría de los colchones contienen espuma de poliuretano, un material fabricado a partir de productos químicos derivados del petróleo. Esta espuma puede desprender gases o compuestos orgánicos volátiles (COV), que se han relacionado con irritación respiratoria y daños al sistema nervioso.
La liberación de gases se produce cuando los COV se liberan al aire libre y entran en contacto con aire oxigenado. La mayoría de la gente cree que la liberación de gases dura sólo mientras el olor persiste en la habitación, pero desafortunadamente eso no es cierto. Si bien el olor desagradable inicial suele desaparecer brevemente después de abrir el nuevo colchón de su embalaje, los efectos persisten durante varios años, dependiendo de los químicos precisos presentes en el colchón.
Como mencionamos, estos químicos pueden causar una amplia gama de síntomas, que incluyen irritación de ojos, nariz y garganta, dolores de cabeza, mareos e incluso náuseas y vómitos. En algunos casos, incluso pueden causar problemas de salud graves y duraderos.
Productos químicos a tener en cuenta en los colchones
·        Formaldehído: un conservante que se utiliza a menudo como adhesivo que mantiene unidas las capas del colchón. Según la EPA, el formaldehído podría aumentar el riesgo de tos y sibilancias.​​​
·        Éteres de difenilo polibromados (PBDE): estos productos químicos se utilizan comúnmente como retardantes de fuego. Se ha prohibido el uso de PBDE en varios estados, incluidos California, Nueva York y Maryland, así como en la Unión Europea. Sin embargo, muchos colchones viejos todavía contienen estos ingredientes dañinos, que se han asociado con hiperactividad, bajo peso al nacer y retrasos en el desarrollo de los niños, según el Green Science Policy Institute.
·        Ácido bórico: comúnmente utilizado por los fabricantes de colchones para hacer que el colchón sea resistente a las chinches y las bacterias. Se ha confirmado que la exposición prolongada al ácido bórico podría tener efectos devastadores, incluidos problemas neurológicos y de desarrollo, convulsiones, ampollas en la piel y daños en el tracto respiratorio superior.
·        Benceno: como señalamos, muchos colchones contienen sustancias químicas derivadas del petróleo, siendo el más común la bencina, que fue identificada por la OMS como carcinógena.
·        Diisocianatos: los diisocianatos utilizados para hacer que la espuma de los colchones sean más flexibles han sido objeto de escrutinio por parte de la EPA por causar daños potenciales. Se han relacionado con una variedad de afecciones, que incluyen causar asma e irritar los ojos, los pulmones y la piel.
Cómo saber si un colchón es tóxico
Muchos colchones incluirán advertencias sobre la presencia de carcinógenos o sustancias químicas que pueden causar daños reproductivos, pero desafortunadamente, no todos los fabricantes revelarán toda la información importante que necesitas saber. Incluso si una empresa afirma que sus colchones son seguros, ecológicos y saludables, es importante profundizar un poco más que el anuncio para asegurarte de que el producto que estás comprando sea seguro.
Una forma de saber si un colchón es 100% orgánico es comprobar si cuenta con una certificación Oeko-Tex y una certificación GOTS (Global Organic Textile Standard). Tex Standard 100 garantiza que no haya productos químicos nocivos en su colchón y GOTS es una certificación para la cubierta exterior, lo que le permite saber que la funda de algodón tiene certificación orgánica.
En general, siempre se recomienda comprar en una empresa que sea transparente sobre los materiales que utiliza. Elegir un colchón no tóxico no solo te beneficiará, sino que también garantizará que estos químicos tóxicos no terminen en el medio ambiente, poniendo en riesgo a las personas y a la naturaleza cuando se desechen. ¡No hace falta decir que también contribuirá en gran medida a la calidad del aire de tu hogar y al bienestar de tu familia! JQR

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