La
carne roja ha sido durante mucho tiempo un alimento básico en muchas dietas,
pero su papel en la salud general se ha convertido en un tema de escrutinio
cada vez mayor. Comer cantidades excesivas de carne roja, en particular las
variedades procesadas, se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades
crónicas como el cáncer colorrectal y la diabetes tipo 2. Esto se debe
principalmente a la formación de compuestos potencialmente dañinos durante el
procesamiento y la cocción de los alimentos a altas temperaturas. Sin embargo,
eliminar la carne roja por completo no siempre es necesario. Disfrutarla como
parte de una dieta equilibrada junto con verduras, cereales integrales y otras
fuentes de proteínas magras puede seguir siendo un enfoque saludable.
El
Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la
Investigación del Cáncer recomiendan limitar el consumo de carne roja a no más
de tres porciones por semana, con un total de 12 a 18 onzas.
Controlar
el tamaño de las porciones y la frecuencia es esencial, ya que exceder
constantemente estas recomendaciones puede provocar problemas de salud, sutiles
pero importantes. Aquí hay señales de que podría estar comiendo demasiada carne
roja.
1.
Problemas digestivos
Si
estás comiendo mucha carne roja, podrías comenzar a tener algunos problemas
estomacales. Como la carne roja no tiene mucha fibra, puede causar
estreñimiento o hinchazón. Incluso puede alterar tu estómago y provocar
diarrea.
La
fibra es muy importante para tu digestión. Ayuda a que las cosas se muevan
suavemente a través de tu sistema, hace que tus heces sean más blandas y
mantiene tus movimientos intestinales regulares.
Cuando
no comes suficiente fibra, los desechos se atascan y tu caca se vuelve dura y
difícil de evacuar. Permanece en tu colon por más tiempo, lo que permite que
las bacterias fermenten y produzcan gases, lo que provoca hinchazón.
2.
Colesterol LDL alto
El
colesterol alto a menudo no presenta síntomas perceptibles, por lo que es
posible que solo lo descubras durante un chequeo de rutina en el consultorio de
tu médico. Si tus análisis de sangre muestran colesterol LDL alto, el tipo
‘malo’ que obstruye las arterias, podría ser una señal de que estás comiendo
demasiada carne roja. Un nivel elevado de colesterol LDL puede acumularse en
las arterias, lo que las vuelve rígidas y estrechas.
Los
niveles elevados de LDL y apoB (marcadores que muestran cuánto colesterol se
acumula en las arterias) pueden significar que estás consumiendo mucha grasa
saturada y óxido de trimetilamina N de la carne roja. Estas sustancias pueden
aumentar las probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas.
3. Aumento
de peso
Los
expertos coinciden en que comer mucha carne roja está fuertemente relacionado
con el aumento de peso y la obesidad. La carne roja tiende a tener muchas
calorías y es fácil comer más de lo que se pretendía, lo que puede provocar un
aumento de peso con el tiempo.
4. Mal
aliento
Si
tienes mal aliento persistente, tu consumo de carne roja puede ser un factor
contribuyente. Hay algunas razones para esto. Primero, si no te lavas bien los
dientes después de comer carne, la comida se queda atascada y pueden crecer
bacterias, lo que provoca mal aliento. Segundo, cuando tu cuerpo descompone las
proteínas de la carne roja, produce amoníaco. Parte de este amoníaco puede
salir de tu cuerpo a través del aliento y oler mal, como la orina de gato.
5. Hipertensión
arterial
Si
comes demasiada carne roja, puedes desarrollar hipertensión arterial. La carne
roja suele contener más calorías y grasas, especialmente grasas saturadas y
colesterol. Hay pruebas sólidas de que el consumo excesivo de carne roja puede
aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que pueden provocar
ataques cardíacos y ACV.
6. Estreñimiento
Si tu
dieta incluye un exceso de carne roja pero carece de suficiente fibra
procedente de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, el
estreñimiento puede ser un problema. Aunque la carne de vacuno es una de las
formas de proteína más digeribles, consumirla en grandes cantidades suele
indicar una falta de equilibrio en su dieta. Para mantener una digestión
regular, es importante moderar la ingesta de carne, incluir muchos alimentos
ricos en fibra y mantenerse bien hidratado.
7. Enfermedad
renal
El
consumo excesivo de carne roja puede significar que una persona está comiendo
demasiada proteína en general. Esto puede ser malo para los riñones. Las
investigaciones muestran que la función renal puede verse comprometida cuando
el cuerpo ingiere más proteínas de las que puede procesar.
Si tus
riñones ya no están sanos, una dieta rica en proteínas podría empeorarlos aún
más. Esto sucede porque tu cuerpo podría tener dificultades para deshacerse de
todos los desechos que surgen de la descomposición de las proteínas.
Una
nueva investigación sugiere que incluso las personas sin problemas renales
preexistentes pueden experimentar problemas renales debido a una ingesta
elevada de proteínas. Un estudio de 2020 publicado en el Journal of the American Society of Nephrology (JASN) reveló un
vínculo entre las dietas ricas en proteínas y un mayor riesgo de desarrollar
enfermedad renal crónica (ERC) por primera vez.
8. Dolor
en las articulaciones
La
salud de tu intestino puede afectar la inflamación que tengas, y esto puede
provocar muchos problemas de salud diferentes. Si comes demasiada carne roja,
podrías sufrir dolor en las articulaciones debido a esta inflamación.
La
carne roja tiene un mayor contenido de grasa (incluida la grasa saturada) que
otras opciones de proteínas. Las investigaciones indican que podría elevar las
cantidades de interleucina-6 (IL-6), proteína C reactiva (PCR) y homocisteína
en tu sistema, todos los cuales son signos de inflamación. Esta inflamación no
solo se produce en tu intestino, también puede afectar a tus
articulaciones.
Otra
razón por la que la carne roja puede causar dolor en las articulaciones es
porque tiene muchas purinas. Estas se convierten en ácido úrico, que puede
acumularse y formar cristales afilados en las articulaciones, lo que provoca
dolor e hinchazón.
9. Mal
olor corporal
Es
común experimentar mal olor corporal después de consumir una gran cantidad de
carne roja. Este olor se debe a la lucha del cuerpo por descomponer la carne
roja. Cuando la carne roja no se digiere por completo, deja un residuo en el
tracto digestivo. Este residuo se mezcla con bacterias y crea ácidos grasos,
que finalmente se liberan a través del sudor.
Cuando
estos ácidos grasos interactúan con las bacterias de la piel, pueden crear un
olor fuerte y desagradable. Esto es especialmente cierto cuando se come grandes
cantidades de carne roja, lo que lleva a una mayor presencia de ácidos grasos y
bacterias en la piel. Estos factores combinados dan como resultado un olor corporal
notable y desagradable.
10. Problemas
de fertilidad
Si
tienes problemas para quedar embarazada, lo que comes puede ser parte del
problema. Comer demasiada carne roja podría estar
afectando tu fertilidad. Los estudios muestran que comer más
alimentos de origen vegetal y pescado puede ayudar a las mujeres a quedar
embarazadas. Los hombres que comen mucha carne roja procesada pueden tener un
recuento de espermatozoides más bajo. Los expertos sugieren comer carne roja
solo una o dos veces por semana y concentrarte en alimentos como salmón,
lentejas y garbanzos. JQR
No hay comentarios.:
Publicar un comentario