El sueño juega un papel vital en la buena salud y el
bienestar. Dormir lo suficiente y tener un sueño de calidad en los momentos
adecuados protege la salud mental y física. Es un estado en el cual el
cuerpo ‘caerá’ indefectiblemente en algún momento, porque no se puede vivir sin
dormir.
El descanso, sin embargo, se elige. Puede ser un paseo
para alejarse por un momento de un escritorio por unos minutos,
o simplemente sentarse y cerrar los ojos.
El descanso puede ser difícil de definir porque puede
ser diferente dependiendo de cada persona. El descanso es cualquier conducta
encaminada a aumentar el bienestar físico o mental. Puede ser activo, como
salir a caminar al aire libre, o pasivo, como tomarse 10 minutos para sentarse
y respirar profundamente. O simplemente tomarse unos minutos para cerrar los
ojos y soñar despierto.
El sueño, por otro lado, es un estado cuerpo-mente en
el que los individuos experimentamos un desapego sensorial de nuestro entorno.
El sueño es una función esencial del cuerpo e impacta todos los sistemas, desde
la función cognitiva hasta la salud inmunológica.
Un sueño de calidad puede ayudar a resetear el
organismo y recuperarse de la jornada. Es absolutamente vital para la función
cerebral, la memoria, la concentración, la salud inmunológica y el metabolismo.
A diferencia del descanso, el sueño es algo sin lo que el cuerpo no puede
funcionar. De hecho, si tienes falta de sueño, tu cuerpo te obligará a dormir,
sin importar lo que estés haciendo.
Sueño
y salud física
La falta de sueño afecta el rendimiento diurno, la
calidad de vida y la seguridad. La forma en que una persona se siente mientras
está despierta depende de lo que sucede mientras duerme, indican estudios.
Durante el sueño, el cuerpo trabaja para apoyar la función cerebral saludable y
mantener la salud física. En niños y adolescentes, el sueño también ayuda a
apoyar el crecimiento y el desarrollo.
El buen dormir ayuda especialmente a:
·
Mantener una función cerebral saludable,
·
y un buen bienestar emocional
Mientras se duerme, el cerebro forma nuevas vías para
ayudar a la persona a aprender y recordar información. Los estudios demuestran
que dormir bien por la noche mejora las habilidades de aprendizaje y resolución
de problemas.
También ayuda a la persona a prestar atención, tomar
decisiones y ser creativa. Por el contrario, la deficiencia de sueño altera la
actividad en algunas partes del cerebro, provocando dificultad para tomar
decisiones, resolver problemas, controlar las emociones y el comportamiento y
afrontar los cambios. La deficiencia de sueño también se ha
relacionado con la depresión y las conductas de riesgo.
El sueño también juega un papel importante en la salud
física. Por ejemplo, participa en la curación y reparación del corazón y los
vasos sanguíneos.
La deficiencia continua de sueño está relacionada con
un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, renales, presión arterial alta,
diabetes y accidentes cerebrovasculares.
Dormir ayuda a mantener un equilibrio
saludable de las hormonas que causan el hambre (grelina) o la sensación de
saciedad (leptina). Cuando una persona no duerme lo suficiente, el nivel de
grelina aumenta y el nivel de leptina disminuye, lo que hace que la persona
sienta hambre cuando se le priva de sueño.
La forma en que el cuerpo responde a la insulina
también se ve afectada, lo que provoca un aumento del azúcar en sangre.
El sueño favorece el crecimiento y el desarrollo
saludables. El sueño profundo hace que el cuerpo libere hormonas que promueven
el crecimiento normal en niños y adolescentes. Estas hormonas también
aumentan la masa muscular y ayudan a reparar células y tejidos a toda edad.
La
importancia de descansar
Descansar y dormir no es lo mismo. Aunque un buen
sueño implica descansar bien.
Independientemente de cómo se elija descansar, estos
comportamientos diarios pueden ayudarte a recuperarte y recargarte del esfuerzo
físico y mental. Por eso un mejor descanso está ligado a una mejor salud física
y mental.
Entre los beneficios estudiados de tomarse un tiempo
de descanso están:
Reducir el estrés. Alejarse por
unos minutos de una situación estresante naturalmente reduce su riesgo, y
ofrece perspectiva.
Curar el cuerpo. Especialmente
luego de una actividad física.
Impulsar la creatividad. El poder
tomar aunque sea una breve distancia de un proyecto, una idea o en lo que se esté
trabajando ayuda a tener ideas frescas.
Mejorar la toma de
decisiones. Lo mismo que con la creatividad, tomar distancia
ayuda a mirar la situación de manera externa, como si fuera un cuadro. Un
cuadro al que será más fácil agregarle un color, una silueta... o modificarlo
por completo. HD
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