jueves, 15 de diciembre de 2016

16 de Diciembre - Ado

Ado, Beato
Obispo de Viena, 16 de Diciembre

Ado procedía de una distinguida familia del Gâtinais. Se educó en la abadía de Ferriéres, cerca de Sens, bajo la dirección del célebre Lupo Servato. Renunciando a un brillante porvenir en el mundo, tomó el hábito en la abadía, donde pronto se distinguió por su santidad y saber. El abad de Prüm, Markwardo, pidió al abad Sigulfo que enviase a Ado, quien era todavía muy joven, a enseñar las ciencias sagradas en su monasterio. Sigulfo accedió. Ado supo hacer de sus discípulos verdaderos siervos de Dios; pero, a raíz de ciertas dificultades, tuvo que salir de Prüm. Más tarde, San Remigio de Lyon, arzobispo de dicha ciudad, le confió la parroquia de San Román. Por otra parte, Lupo Servato, que había sido elegido abad de Ferriéres, se constituyó en abogado de Ado, quien fue elegido y consagrado arzobispo de Vienne el año 859. El santo predicó infatigablemente las verdades eternas. Generalmente comenzaba así sus sermones: “Escuchad a la Verdad Eterna, que os habla el Evangelio”, “Escuchad a Jesucristo, quien os dice”, o alguna expresión por el estilo. Ado fue un obispo admirable que se opuso implacablemente Loario II de Lorena en los asuntos matrimoniales que presentó al Papa San Nicolás. Carlos el Calvo envió al santo a Roma a exponer el caso de Teutberga, y el Papa escogió a Ado como legado para llevar las cartas que anulaban los infames decretos del sínodo de Metz.
El Beato Ado escribió varias obras, la más conocida de las cuales es el martirologio que lleva su nombre. La primera versión fue escrita en San Román, entre los años 855 y 860. Tanto el martirologio de Usuardo, que era un resumen del de Ado, como las versiones posteriores de este último, ejercieron una influencia muy fuerte y perniciosa sobre el Martirologio Romano. El beato usó, entre otras fuentes, el “Martirologium Romanum Parvum”, que pasaba por ser un martirologio antiguo de la iglesia romana. Él mismo cuenta que en Ravena vio un manuscrito de dicha obra, enviado a Aquileya por uno de los Papas, y que hizo una copia para su propio uso. Actualmente está probado que el “Parvum” era una obra espuria, escrita en la época de Ado, y no han faltado quienes afirman que el propio Ado fue el autor de ella. No hay por qué escandalizarse, ya que la idea, por lo demás muy justa, de que la falsificación de documentos era una cosa reprobable, data de mucho tiempo después. Aun en nuestros días, no es raro que se ponga en circulación una leyenda piadosa o una fábula hagiológica, sin advertir expresamente que se trata de un hecho dudoso o absolutamente falso desde el punto de vista histórico.
El Beato Ado escribió también las vidas de San Desiderio y San Teuderio, y una Crónica Universal de las Seis Edades del Mundo, desde la creación hasta el año 869. Viena, como otras ciudades episcopales del sur de Galia (Vgr. Arles y Marsella), aspiraba a poseer orígenes apostólicos. Ado inventó la tradición de que San Pablo envió a Crescente no a Galacia sino a Galia (2 Tim. IV, 10); el Martirologio Romano conmemora el 29 de diciembre la solemne consagración de Crescente como primer obispo de Vienne, y hace alusión a ella al hablar del martirio de Crescente en Galacia (27 de junio). Ado murió en Viena, el 16 de diciembre de 875. Con frecuencia se le da el título de santo; pero el Martirologio Romano le llama simplemente “Beatus”.

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