jueves, 31 de octubre de 2019

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Jerónimo Hermosilla, Santo

Mártir dominico en Vietnam, 01 de Noviembre
Nacido en La Calzada, Castilla La Vieja, entró en los dominicanos y fue enviado al Asia. Fue primero a Manila, donde se ordenó en 1828, y entonces fue enviado a las misiones en Vietnam.
Consagrado obispo, Jerónimo fue arrestado a través de autoridades Vietnamitas, torturado y horriblemente decapitado. Su Santidad Juan Pablo II lo canonizó en 1988.

Simples tips para el cuidado de tus ojos

Según los datos de la OMS, alrededor de 314 millones de personas en el mundo tienen algún problema visual, de las cuales aproximadamente 42 millones llegan a presentar ceguera total. 
Los ojos son uno de los órganos vitales más delicados y agredidos, en especial en la actualidad, debido al creciente uso de dispositivos con pantallas luminosas, tales como Smartphones o tablets. Si bien estamos acostumbrados a dedicarle tiempo al cuidado del cabello, de la piel o incluso de la figura, no suele suceder lo mismo con el cuidado de los ojos. Estos simples y efectivos consejos te ayudarán a proteger y mejorar tu visión:
1.     Controlar los niveles de azúcar en sangre
Un nivel alto de glucosa en sangre puede causar graves daños en los capilares. Por eso, las personas diabéticas tienen más posibilidades de padecer enfermedades oculares o incluso, a largo plazo, de perder la visión. Para evitar este tipo de complicaciones, deberás mantener una dieta balanceada y no excederte en el consumo de dulces.
2.     Moderar el uso de aire acondicionado
La incidencia directa del aire en los ojos puede causar problemas de sequedad. En estos casos se recomienda hidratar los ojos con lágrimas artificiales en forma regular.
3.     Mantener la pantalla a una distancia adecuada
Cuanto más cerca estemos del estímulo visual, mayores serán las posibilidades de sufrir daños. Por eso, se recomienda mantener la pantalla a 50-70 cm de distancia.
4.     Proteger sus ojos de los rayos UV
Este tipo de radiaciones constituye una de las principales causas de cataratas (nubocidad en el cristalino del ojo). Recuerda utilizar lentes con factor de protección  E-SPF cada vez que expongas tus ojos al sol para evitar cualquier tipo de lesión.
5.     Llevar una alimentación rica en vegetales
Diversos estudios médicos pudieron comprobar que las propiedades de algunos vegetales, como zanahoria, espinaca o brócoli ayudan a mejorar la vista.
6.     Controlar la presión arterial
Los ojos se encuentran cubiertos de vasos sanguíneos, llamados capilares, que permiten el paso de las células a la vista. Si la presión arterial excede los niveles normales, los capilares pueden terminar siendo dañados.
7.     Leer con buena iluminación
Es recomendable leer con luz natural o con luz artificial indirecta, ya que las lesiones generalmente aparecen cuando la luz produce un reflejo en el papel o en la pantalla.

Consejos para deshacerte del mal olor de los pies

Nadie quiere tener que lidiar con pies con mal olor todos los días. Para aquellos preocupados por los pies malolientes, esta pregunta surge en algún momento: ¿Qué es exactamente lo que hace que mis pies huelan mal?
Si bien todos hemos sufrido la transpiración y el olor de los pies en algún momento de nuestras vidas, para algunos, los pies sudorosos y con mal olor pueden ser un problema implacable que causa mucha incomodidad. Esta condición puede afectar la vida cotidiana de las personas, destruyendo la vida social, especialmente si se relaciona con estar en el gimnasio, estar al aire libre en el calor del verano o en una situación en la que se deben quitar los zapatos, como aeropuertos abarrotados.
Un estudio que se realizó en la Skin and Care Foundation en Australia descubrió que los pies sudorosos comúnmente tienen un olor desagradable, conocido como bromhidrosis. Esta condición generalmente comienza en la infancia o la adolescencia y puede tener un impacto negativo real en la educación, el desarrollo social y las opciones de carrera.
Sin embargo, para aquellos que sufren este problema, la buena noticia es que con una rutina diaria de higiene, puedes deshacerte de sus pies apestosos y cualquier vergüenza que puedan causar. A continuación hay 6 cosas que puedes hacer en casa que pueden brindarte mucho alivio.
1. Garantiza una buena higiene
Eliminar el olor de los pies podría ser tan simple como seguir una rutina diaria de higiene de los pies.
Es muy importante lavarse los pies todos los días y secarlos bien, especialmente entre los dedos. Cuando te estés secando los pies después de una ducha, frota entre tus dedos con un poco de algodón que se haya sumergido en vinagre de manzana. Los pies sudorosos se pueden tratar con un exfoliante antibacteriano para los pies, pero evita usar exfoliantes si tienes eccema o piel lesionada. Mantener las uñas limpias y recortadas también ayudará a prevenir los hongos en las uñas. Además, es mejor eliminar cualquier piel dura con una lima de pies. Cuando está dura, la piel se empapa por la humedad y proporciona un excelente hogar para las bacterias.
2. Usa un talco para pies o exfoliante para pies
Una vez que hayas limpiado y secado tus pies, puede aplicar polvos como bicarbonato de sodio o almidón de maíz, ya que estos pueden absorber la humedad adicional. Los polvos antifúngicos para pies son excelentes e incluso se pueden preparar en casa con solo unos pocos ingredientes. Una de esas recetas se puede ver a continuación:
Ingredientes
·        1 ½ cucharadas de arcilla de bentonita
·        ½ cucharadita de polvo de cayena
·        2 gotas de aceite esencial de canela
·        2 gotas de aceite esencial de clavo
·        2 gotas de aceite esencial de incienso
·        Una botella agitadora o frasco de vidrio.
Instrucciones:
1. En un tazón pequeño, combina la arcilla de bentonita y el polvo de cayena.
2. Agrega los aceites esenciales y mezcla bien.
3. Coloca la mezcla en un recipiente.
Puedes aplicar esta mezcla dos veces al día durante dos semanas. Incluso puedes dormir con ella puesta, pero asegúrate de usar calcetines para evitar que ensucies las sábanas.
3. Remoja tus pies
Puedes probar remedios caseros como baños de sal o vinagre de manzana o té en remojo. Con la higiene adecuada y la rotación de los zapatos, se debe eliminar el olor de los pies.
Para un alivio temporal, considera un baño de vinagre de manzana con una parte de vinagre y dos partes de agua para reducir los niveles de bacterias que pueden causar olor.
Además de esto, los baños de té también son un remedio casero efectivo. Simplemente agrega de cuatro a cinco bolsitas de té a un litro de agua. Puedes usar bolsitas de té regulares o de menta. Prepara el té como lo harías normalmente, luego deja que se enfríe antes de remojar los pies durante 20 minutos al día.
Otra opción es un baño de sal. Para hacer esto, vierte media taza de sal de Epsom en cuatro tazas de agua y remoja los pies en ella durante 10-15 minutos. Los baños de sal ayudan a mejorar la salud de la piel y a matar hongos, por lo que pueden ayudar a prevenir enfermedades de la piel y pies malolientes.
4. Rota tus zapatos
Usar calzado diferente cada día puede ayudarte a evitar el olor de los zapatos y el mal olor de los pies. Cambia dos o tres pares de zapatos para que pueda secarlos antes de usarlos nuevamente. También debes considerar zapatos de cuero que te queden bien, ya que permitirán que tus pies respiren, y generalmente no absorben tanto sudor como los zapatos de tela. Usa sandalias abiertas cuando sea posible también.
5. Usa calcetines y cámbialos con frecuencia
Usar calcetines de algodón o lana que absorban la humedad también es una excelente manera de evitar los pies malolientes. Este tipo de calcetines son mucho mejores que el nylon. También podrías considerar comprar algunos calcetines deportivos, ya que a menudo tienen agujeros de ventilación para mantener los pies secos.
6. Cambia tu dieta
El Dr. Robert A. Kornfeld, fundador del Instituto de Medicina Podológica Integral, afirma que “para aquellos pacientes que están dispuestos a ser más proactivos, los cambios en el estilo de vida y la dieta pueden ser muy útiles para controlar el olor de los pies. Las dietas altas en carbohidratos refinados a menudo servirán como alimento para bacterias y hongos en el cuerpo, dando lugar al fenómeno de descarga. Una de estas descargas es expulsar estas bacterias y hongos en la piel para desprenderse con las células de la piel que mueren”.
El Dr. Kornfeld explica que cuando esta bacteria se acumula en el pie a través de la transpiración y luego se encierra en un zapato, el olor puede ser insoportable. Sin embargo, hay muchas cosas que se pueden hacer a través de nuestra dieta para reducir la inflamación, como eliminar los carbohidratos refinados y equilibrar las grasas saludables, los carbohidratos complejos y las proteínas al comer alimentos antiinflamatorios como las verduras de hoja verde, la remolacha, el brócoli, los arándanos y la piña. JQ

Blefaritis: Qué es, síntomas, causas, complicaciones, diagnóstico y tratamiento

¿Qué es?
La blefaritis es la inflamación de los párpados. Suele comprometer la parte del párpado donde crecen las pestañas y afecta ambos párpados. A menudo, aparece cuando se obstruyen las pequeñas glándulas sebáceas que se encuentran cerca de la base de las pestañas. Esto provoca ojos rojos e irritados. Son varias las enfermedades y los trastornos que pueden provocar blefaritis. En general, la blefaritis es un trastorno crónico que no es fácil de tratar. Puede resultar molesta y antiestética. Sin embargo, a menudo, no provoca daños permanentes en la visión ni es contagiosa.
Síntomas
Los signos y síntomas de la blefaritis son los siguientes:
·        Ojos llorosos
·        Ojos rojos
·        Sensación de arena, ardor o escozor en los ojos
·        Párpados de aspecto grasoso
·        Picazón en los párpados
·        Párpados rojos e hinchados
·        Descamación de la piel que rodea los ojos
·        Pestañas con costras al despertar
·        Párpados pegados
·        Mayor frecuencia de parpadeo
·        Sensibilidad a la luz
·        Pestañas que crecen de manera anormal (pestañas desviadas)
·        Pérdida de pestañas
Cuándo consultar al oftalmólogo
Si tienes signos y síntomas de blefaritis que no parecen mejorar a pesar de mantener una higiene adecuada -limpieza regular y cuidado de la zona afectada-, solicita una consulta con un oftalmólogo.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la blefaritis. Podría estar asociada a uno o más factores, entre ellos:
·        Dermatitis seborreica, presencia de caspa en el cuero cabelludo y las cejas
·        Una infección bacteriana
·        Obstrucción o mal funcionamiento de las glándulas sebáceas de los párpados
·        Rosácea, una enfermedad de la piel caracterizada por enrojecimiento facial
·        Alergias, reacciones alérgicas a los medicamentos para los ojos, las soluciones para lentes de contacto o el maquillaje de ojos
·        Ácaros o piojos en las pestañas
Complicaciones
Si padeces blefaritis, también puedes tener lo siguiente:
Problemas con las pestañas. La blefaritis puede causar que las pestañas se caigan o crezcan de manera anormal (pestañas desviadas).
Problemas en la piel de los párpados. Se pueden producir cicatrices en los párpados en respuesta a una blefaritis a largo plazo. O bien, los bordes de los párpados pueden girarse hacia adentro o hacia afuera.
Lagrimeo excesivo u ojos secos. Las secreciones oleosas anormales y otros restos que se desprenden de los párpados, como descamación asociada a la caspa, pueden acumularse en la película lagrimal (la solución de agua, aceite y mucosidad que forma las lágrimas). Una película lagrimal anormal interfiere en la lubricación saludable de los párpados. Esto puede irritar los ojos y causar síntomas de ojos secos o lagrimeo excesivo.
Dificultad para usar lentes de contacto. Debido a que la blefaritis puede afectar la cantidad de lubricación en los ojos, usar lentes de contacto puede ser incómodo.
Orzuelo. Un orzuelo es una infección que se manifiesta cerca de la base de las pestañas. El resultado es un bulto doloroso en el borde (por lo general, en la parte exterior) del párpado. Un orzuelo es, generalmente, más visible en la superficie del párpado.
Chalazión. El chalazión se produce cuando hay una obstrucción en una de las pequeñas glándulas sebáceas en el borde del párpado, justo detrás de las pestañas. La glándula puede infectarse con bacterias, lo que provoca un párpado rojo e hinchado. A diferencia de un orzuelo, el chalazión tiende a ser más prominente en la parte interior del párpado.
Conjuntivitis crónica. La blefaritis puede dar lugar a episodios recurrentes de ojos rojos (conjuntivitis).
Lesión en la córnea. La irritación constante de los párpados inflamados o las pestañas desviadas puede hacer que se forme una llaga (úlcera) en la córnea. La producción insuficiente de lágrimas podría predisponerte a sufrir una infección en la córnea.
Diagnóstico
Las pruebas y los procedimientos utilizados para diagnosticar la blefaritis son:
Examen de los párpados. El médico te examinará con cuidado los párpados y los ojos. Es posible que utilice un instrumento de aumento especial durante el examen.
Hisopado de piel para su análisis. En algunos casos, el médico puede usar un hisopo para extraer una muestra del aceite o la costra que se forma en el párpado. Esta muestra puede analizarse en busca de bacterias, hongos o evidencia de una alergia.
Tratamiento
Las medidas de cuidado personal, como lavarse los ojos y aplicar compresas tibias, podrían ser el único tratamiento necesario para la mayoría de los casos de blefaritis. Si estas no son suficientes, el médico podría sugerirte tratamientos con medicamentos recetados, entre ellos:
Medicamentos que combaten la infección. Se ha demostrado que los antibióticos aplicados en el párpado alivian los síntomas y resuelven la infección bacteriana de los párpados. Estos vienen en una variedad de formas, como gotas para los ojos, cremas y ungüentos. Si no respondes a los antibióticos tópicos, el médico puede sugerirte un antibiótico oral.
Medicamentos para controlar la inflamación. Las gotas para los ojos o los ungüentos con esteroides pueden ayudar a controlar la inflamación. El médico puede recetarte tanto antibióticos como medicamentos antiinflamatorios.
Medicamentos que afectan el sistema inmunitario. La ciclosporina tópica (Restasis) es un inhibidor de la calcineurina que ha demostrado aliviar algunos de los signos y síntomas de la blefaritis.
Tratamientos para enfermedades no diagnosticadas. La blefaritis causada por dermatitis seborreica, rosácea u otras enfermedades puede controlarse mediante el tratamiento de la enfermedad no diagnosticada.
La blefaritis rara vez desaparece por completo. Incluso con un tratamiento exitoso, la enfermedad, con frecuencia, es crónica y requiere atención diaria con exfoliantes para párpados. Si no respondes al tratamiento, o si además has perdido las pestañas o si se ve afectado solo un ojo, la afección podría estar causada por un cáncer de párpado localizado.
Limpiar los ojos a diario
Si tienes blefaritis, sigue este remedio de cuidado personal 2 a 4 veces por día durante las exacerbaciones y 1 o 2 veces por día cuando el trastorno esté controlado:
* Aplica una compresa tibia sobre el ojo cerrado durante varios minutos para que se aflojen las costras de depósitos de los párpados.
* Inmediatamente después, usa un paño humedecido con agua tibia y unas gotas de champú para bebé a fin de limpiar los desechos oleosos o las escamas de la base de las pestañas. Usa un paño limpio diferente para cada ojo.
* En algunos casos, es posible que tengas que limpiar con mayor atención el borde de los párpados, donde están las pestañas. Para ello, tira suavemente de las pestañas alejándolas del ojo y usa el paño para frotar con cuidado la base de las pestañas. Esto ayuda a evitar dañar la córnea con el paño de limpieza. Pregúntale a tu médico si tienes que usar un ungüento antibiótico tópico después de limpiar los párpados de esta manera.
* Enjuaga los párpados con agua tibia y sécalos con cuidado dando golpecitos con una toalla limpia y seca.
También puede ser una buena idea suspender el maquillaje para los ojos cuando los párpados están inflamados. El maquillaje dificulta el hecho de mantener los párpados limpios y sin desechos. Además, es posible que el maquillaje vuelva a introducir bacterias en la zona o que provoque una reacción alérgica.
Lubrícate los ojos
Usa lágrimas artificiales de venta libre. Estas gotas lubricantes para los ojos pueden ayudar a aliviar los ojos secos.
Controla la caspa y los ácaros
Si tienes caspa que afecta la blefaritis, pídele a tu médico que te recomiende un champú contra la caspa. Usar un champú anticaspa puede aliviar los signos y síntomas de la blefaritis. Usar un champú a base de la planta del té en las pestañas una vez al día puede servir para tratar los ácaros. O bien, trata de frotar delicadamente las pestañas una vez a la semana con un aceite que tiene 50% de planta del té. NIH

¿Miedo o admiración?

No es fácil describir los sentimientos y actitudes que pueden despertarse en nosotros cuando nos detenemos ante Dios. Pero, al menos, hay dos que condicionan de manera decisiva nuestra vivencia religiosa: el temor y la admiración.
Hay personas que ante Dios sienten, sobre todo, miedo. Dios se les presenta amenazador, temible y peligroso. Lo mejor que podemos hacer ante él es protegernos, actuar con cautela y precaución.
Este temor a Dios suscita una religión en la que lo importante es mantenerse puros ante él, no transgredir sus mandatos, expiar nuestras ofensas y cumplir estrictamente los deberes religiosos para sentirnos seguros ante sus posibles reacciones.
Hay creyentes, por el contrario, en los que Dios despierta, antes que nada, admiración. Lo perciben como alguien grande, fascinante, bueno. Se sienten atraídos por él, cautivados por su misterio y su grandeza.
Esta admiración los conduce a una vivencia religiosa en la que predomina la alabanza, la acción de gracias y la adoración gozosa. Lo importante es cantar la gloria de Dios y contemplar agradecidos sus obras.
Tal vez, ningún pueblo ha admirado tanto a su Dios ni ha orientado su culto hacia la alabanza con tanta audacia y entusiasmo como el pueblo judío. Para el israelita piadoso, todo es motivo de bendición a Yahvé y la vida entera se convierte en acción de gracias.
Los cristianos de hoy hemos perdido en gran parte esa admiración por Dios. Celebramos la Eucaristía como la gran plegaria de acción de gracias a Dios, pero no nos nace del corazón, pues nuestra vida está, de ordinario, vacía de alabanza. La queja de Jesús lamentándose de la falta de agradecimiento de los leprosos curados por él, podría estar dirigida a muchos de nosotros.
¿Dónde está nuestra acción de gracias y nuestra alabanza jubilosa a Dios? Miramos la vida y el mundo con ojos acostumbrados y aburridos, incapaces de admirar lo grande y bello de las cosas y las personas. Pasamos por el mundo cargados de preocupaciones, absorbidos por múltiples tareas, ocupados en poseerlo y manipularlo todo y ya no percibimos apenas nada que nos invite a la alabanza a Dios.
Escuchemos la advertencia de San Buenaventura: “El que con tantos esplendores de las cosas creadas no se ilumina, está ciego; el que con tantos clamores no se despierta está sordo; el que con tantos efectos no alaba a Dios está mudo... Abre pues los ojos, acerca los oídos del espíritu, despliega los labios y aplica tu corazón para en todas las cosas ver, oír, alabar, amar, ensalzar y reverenciar a tu Dios”. JAP

Día litúrgico: Viernes XXX (C) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 5,1-12a): En aquel tiempo, viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos».

«Alegraos y regocijaos»

Comentario: Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida, España

Hoy celebramos la realidad de un misterio salvador expresado en el ‘credo’ y que resulta muy consolador: «Creo en la comunión de los santos». Todos los santos, desde la Virgen María, que han pasado ya a la vida eterna, forman una unidad: son la Iglesia de los bienaventurados, a quienes Jesús felicita: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8). Al mismo tiempo, también están en comunión con nosotros. La fe y la esperanza no pueden unirnos porque ellos ya gozan de la eterna visión de Dios; pero nos une, en cambio el amor «que no pasa nunca» (1 Cor 13,13); ese amor que nos une con ellos al mismo Padre, al mismo Cristo Redentor y al mismo Espíritu Santo. El amor que les hace solidarios y solícitos para con nosotros. Por tanto, no veneramos a los santos solamente por su ejemplaridad, sino sobre todo por la unidad en el Espíritu de toda la Iglesia, que se fortalece con la práctica del amor fraterno.
Por esta profunda unidad, hemos de sentirnos cerca de todos los santos que, anteriormente a nosotros, han creído y esperado lo mismo que nosotros creemos y esperamos y, sobre todo, han amado al Padre Dios y a sus hermanos los hombres, procurando imitar el amor de Cristo.
Los santos apóstoles, los santos mártires, los santos confesores que han existido a lo largo de la historia son, por tanto, nuestros hermanos e intercesores; en ellos se han cumplido estas palabras proféticas de Jesús: «Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5,11-12). Los tesoros de su santidad son bienes de familia, con los que podemos contar. Éstos son los tesoros del cielo que Jesús invita a reunir (cf. Mt 6,20). Como afirma el Concilio Vaticano II, «su fraterna solicitud ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad» (Lumen gentium, 49). Esta solemnidad nos aporta una noticia reconfortante que nos invita a la alegría y a la fiesta.

miércoles, 30 de octubre de 2019

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María de la Purísima de la Cruz Salvat y Romero, Santa

Religiosa, 31 de Octubre
Martirologio Romano: En Sevilla, España, Santa María Purísima de la Cruz (en el siglo Isabel Salvat y Romero), quien fuera superiora general de la congregación de las hermanas de la Compañía de la Cruz. ( 1998)
Fecha de beatificación: 18 de septiembre de 2010, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI.
Fecha de canonización: 18 de octubre de 2015, por S.S. Francisco.

María de la Purísima –en el mundo María Isabel Salvat– nació en Madrid de familia bien, pero vivió prácticamente toda su vida en Sevilla, donde murió en 1998. Es pues una santa sevillana.
Curiosamente nació en Madrid en el mismo edificio donde murió el poeta Gustavo Adolfo Bécquer. Una placa puesta por el Ayuntamiento madrileño así lo dice en el número 25 de la calle Claudio Coello, en el barrio de Salamanca. 
El poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer dejará escrito en sus Rimas ese verso que dice:
–Por una sonrisa, un cielo.
Pues la niña, que nació en esa casa madrileña donde el poeta murió, ha rectificado el verso para convertirlo en vida propia y ser especialmente para los pobres de este mundo a los que ella sirvió con heroica virtud:
–Una sonrisa de cielo.
La sonrisa y el cielo.
–Lo hacía todo –cuentan las Hermanas– con la mirada puesta en el cielo y con el pensamiento en la vida eterna.
En María de la Purísima la presencia de Dios era tan natural como el respirar.
Y su sonrisa.
–Una sonrisa de cielo.
Sonrisa que desbordaba alegría humana y espiritual. Todas las Hermanas que han convivido con ella lo dicen. Una sonrisa que producía en su entorno la paz de Dios.
Escribiendo a una de las Hermanas, alumna suya y después religiosa, la exhortaba diciéndole:
–No fomente ¡por Dios! espíritu de tristeza; al contrario, dese alegremente a todos y procure hacer felices a todos sin pensar en sí misma... Siempre alegre, pues no tenemos motivo para otra cosa, ya que es tanto lo que hemos recibido del Señor que esto bastaría para sentirnos felices.
Pero no es solo su sonrisa. Es santa de las cosas pequeñas. Sin recurrir a actos heroicos, se puede ser extraordinaria en lo ordinario.
La pequeñez.
La pobreza, propia del Instituto. El amor a los pobres. «Ellos son nuestros amos», decía santa Ángela de la Cruz, fundadora de las Hermanas de la Cruz.
Y la humildad.
Los nueve Teólogos Consultores, que han examinado sus virtudes en Roma y han formulado un dictamen positivo, han visto en María de la Purísima que fue heroicamente humilde, fuerte, obediente, servicial, serena y moralmente transparente como un cristal.
Lo que ha confesado una novicia:
–He vivido con una santa que se puede imitar.
El 9 de junio de 1945, recibió el hábito y comenzó su noviciado que durará dos años. A María Isabel le pusieron de nombre María de la Purísima de la Cruz. Quisiera especular un poco sobre su nombre de religión. ¿Por qué Purísima y no Inmaculada?
Dicen lo mismo, significan lo mismo, pero el vocablo «Purísima» tiene una connotación muy sevillana. Cuando a principios del siglo XVII Sevilla vivió con pasión el misterio inmaculado, hasta el punto de ganarse con honra el bello título de ciudad de la Inmaculada, comenzó también a propagarse la bonita costumbre de saludarse con el «Ave María Purísima», para contestar «Sin pecado concebida». Y surgen igualmente denominaciones cofrades con el título de la «Pura y Limpia» o de la «Purísima».
A María Isabel –¿lo eligió ella? ¿Se lo sugirió la maestra de novicias?– le tocó en suerte el nombre de una denominación muy sevillana. Ella quería, puesto que hizo una novena a la Inmaculada para ablandar el corazón de su padre, llamarse como la Santísima Virgen en su misterio inmaculado. Y así será desde este momento. Con el añadido «de la Cruz», que todas las Hermanas agregan a su nombre de religión. María Isabel será desde entonces Sor María de la Purísima de la Cruz. Y ahora, tras su canonización, santa María de la Purísima.

San Isidro se suma el Día Mundial del ACV

Aprender a reconocer los síntomas y buscar atención inmediata tras un ACV es clave para reducir las secuelas. La misma importancia tiene conocer los factores de riesgo, ya que con una conducta saludable se puede prevenir esta enfermedad afirman especialistas del Hospital Central de San Isidro.
«En el ACV se interrumpe el flujo de sangre que va hacia una parte del cerebro, dando síntomas como adormecimiento de una parte o la mitad del cuerpo; parálisis de la mitad del cuerpo, problemas para hablar, o sea, para emitir o comprender el lenguaje hablado o escrito; además de problemas en la visión, trastornos del equilibrio y en la marcha, entre otros», explicó el neurólogo Dr. Alberto Mauriño.
Hay dos tipos de ACV, el isquémico (el más frecuente) ocurre cuando se ocluye un vaso sanguíneo del cerebro por un coágulo o un trombo; siendo la hipertensión arterial el principal factor de riesgo. El otro tipo de ACV, el hemorrágico, sucede cuando se rompe un vaso sanguíneo y se produce un hematoma en el tejido cerebral.
«Es importante saber que un ACV siempre es una emergencia. Cuanto más prematuro sea el diagnóstico y tratamiento, menores serán las secuelas y discapacidades y/o mortalidad», advirtió el especialista sobre esta enfermedad que representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en adultos.
Factores de riego:
1. Hipertensión arterial. Principal factor de riesgo que se incrementa con la edad por la rigidez de la pared arterial.
2. Enfermedades cardiacas. Enfermedades de arterias coronarias, arritmias y enfermedad valvular del corazón. La fibrilación auricular es el principal factor de riesgo.
3. Diabetes.
4. Colesterol elevado. Es bien conocido como factor de riesgo de enfermedad coronaria quizás no tanto de ACV pero se demostró una reducción del 29% del riesgo de ACV en pacientes tratados con medicamentos que disminuyen el colesterol.
5. Tabaco. Evitar fumar en forma activa o pasiva (1 de cada 10 ACV se relacionan con el tabaquismo).
6. Sobrepeso.
7. Sedentarismo. La falta de actividad física predispone a una enfermedad vascular, de hecho, 1/3 de los ACV ocurren en sedentarios, por eso resulta fundamental realizar actividad física en forma regular.
8. Estrés.
9. Consumo de alcohol o drogas.
Síntomas
1. Debilidad o entumecimiento en alguno de los brazos o piernas.
2. Dificultades súbitas en el habla.
3. Pérdida de visión súbita en uno o ambos ojos.
4. Debilidad en algún lado del rostro.
5. Mareos, problemas al caminar, pérdida de equilibrio o coordinación.
6. Dolores de cabeza súbitos. BP