viernes, 12 de septiembre de 2014

 (13-09-14)

Señor, Señor.
Tú antes, Tú después,
Tú en la inmensa hondura del vacío y en la hondura interior...
Tú en la aurora que canta y en la noche que piensa...
Tú en la flor de los cardos y en los cardos sin flor...
Tú en el cenit a un tiempo y en el nadir...
Tú en todas las transfiguraciones y en todo el padecer...
Tú en la capilla fúnebre y en la noche de bodas...
¡Tú en el beso primero, Tú en el beso postrero!
Tú en los ojos azules y en los ojos oscuros...
Tú en la frivolidad quinceañera, y también en las grandes ternezas de los años maduros...
Tú en la más negra cima... Tú en el más alto edén...
Si la ciencia engreída no te ve, yo te veo; si sus labios te niegan, yo te proclamaré.
Por cada hombre que duda, mi alma grita: “Yo creo”
¡Y con cada Fe muerta, se agiganta mi Fe!
Amado Nervo
Seguramente que todos podremos decir lo mismo con todo nuestro corazón. No hay nadie como Él. Dios es único y Especial.
Ahora pues, Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y tú has prometido este bien a tu siervo. 2 Samuel 7:28
Ahora tú Señor, que eres Dios, le has prometido estos bienes a tu servidor. 1 Crónicas 17:26
Tuya Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino, tú te elevas por encima de todos. 1 Crónicas 29:11

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