Las
enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el asma son bien conocidas,
pero ¿qué pasa con las raras que pocas personas conocen? ¿Alguna vez has oído
hablar de una condición en la que las personas creen que están muertas o que
les falta el alma? Espeluznante, ¿verdad? ¿Y sabías que existe una condición
que hace que una persona de repente comience a hablar con un acento diferente?
En el
artículo de hoy, exploraremos siete de las afecciones médicas más raras y
extrañas registradas que parecen totalmente inventadas. Pero no lo son.
1. Síndrome
del acento extranjero
Imagina
que estás teniendo una conversación normal y, de repente, ¡te encuentras
hablando con un acento extraño! Esta no es una escena de una película, es una
condición real llamada Síndrome del Acento Extranjero (SAF). El SAF ocurre
cuando se daña un área específica del cerebro responsable de la producción del
habla. Este daño, a menudo causado por un derrame cerebral o una lesión en la
cabeza, altera los patrones del habla y hace que la persona suene como si
hubiera adquirido un nuevo acento de la noche a la mañana.
Según
la Universidad de Texas, estos nuevos acentos suenan extraños porque afectan la
forma en que alguien habla, incluido el ritmo, el tono y la ubicación de la
lengua. Los investigadores han documentado casos en los que el SAF ha provocado
que las personas cambien el acento del japonés al coreano, del inglés británico
al francés e incluso del inglés americano al inglés británico.
2.
Síndrome de Alicia en el país de las maravillas
El
clásico libro infantil, Alicia en el país de las maravillas, presenta a una
protagonista curiosa que misteriosamente se encoge y crece de tamaño.
Curiosamente, una afección neurológica llamada síndrome de Todd o síndrome de
Alicia en el país de las maravillas tiene efectos similares. Esta condición
desencadena migrañas que distorsionan la percepción del tamaño y la distancia
de una persona. Los episodios pueden durar hasta una hora e implican ver
objetos o personas mucho más grandes, más pequeños o más lejanos de lo que
realmente son. También pueden ocurrir alucinaciones y una sensación deformada
del tiempo que se sienten increíblemente lentas o rápidas. Este síndrome, que
suele afectar a niños pequeños, puede aparecer cuando se quedan dormidos.
3. Alergia
al agua
¡Imagínate ser
alérgico a algo tan esencial como el agua! Esta es una realidad desafortunada
para las personas con urticaria acuagénica (AU). AU provoca que se desarrollen
erupciones con picazón en la piel cada vez que entra en contacto con el agua.
La buena noticia es que estas erupciones desaparecen aproximadamente una hora
después de secarse. Sin embargo, dado que evitar por completo el agua es
prácticamente imposible, el control de la AU depende de medicamentos como
antihistamínicos, cremas tópicas, terapia con luz ultravioleta e incluso
medicamentos inyectables.
4. Síndrome
del cadáver andante
El
síndrome de Cotard, también conocido como delirio de Cotard, es un trastorno
mental poco común en el que las personas comienzan a creer que están muertas,
pudriéndose o que les faltan partes del cuerpo. Los científicos creen que este
síndrome es un síntoma de diversas enfermedades psiquiátricas, especialmente la
depresión. Sin embargo, estudios recientes que utilizan escáneres cerebrales
sugieren que los cambios neurológicos también podrían influir en algunos casos.
Debido a su rareza, la causa exacta del síndrome de Cotard aún no está clara. Las
personas con síndrome de Cotard pueden experimentar una variedad de síntomas
inusuales. Algunos pueden intentar hacerse daño a sí mismos, mientras que otros
se retraen y se quedan sin palabras. Los delirios son comunes y los pacientes
creen que son inmortales, que ya están muertos o que ya no existen por
completo. En casos severos, pueden volverse insensibles al dolor o incluso
negarse a comer debido a la creencia de que ya han fallecido.
Medicamentos
como antidepresivos, antipsicóticos y ansiolíticos pueden ayudar a controlar
los síntomas. Los enfoques terapéuticos como la terapia cognitivo-conductual
(TCC) o la psicoterapia también pueden ser beneficiosos. En casos extremos en
los que la medicación y la terapia resultan ineficaces, la terapia
electroconvulsiva (TEC) podría considerarse como último recurso.
Aunque
es poco común, algunos pacientes con síndrome de Cotard experimentan una
recuperación completa, incluso en casos graves.
5. Lengua
geográfica
La
lengua geográfica (GT) es una afección que provoca síntomas similares a la
psoriasis en la boca. Conduce al desarrollo de lesiones inofensivas, pero
potencialmente incómodas, en la propia lengua. Estas lesiones suelen aparecer
como manchas rojas y blancas con un borde amarillo ligeramente elevado, que se
asemejan a un mapa con continentes de formas extrañas. Si bien se desconoce la
causa exacta de la GT, parece haber un vínculo entre su aparición y situaciones
o afecciones estresantes, que pueden incluir alergias, cambios hormonales,
deficiencias nutricionales, angustia psicológica, una afección conocida como
síndrome de Reiter e incluso comidas picantes, según un estudio de caso de
2005.
6. Síndrome
del olor a pescado
Esta
condición genética es causada por la falta de una enzima. Esta enzima
normalmente descompone una sustancia química llamada trimetilamina (TMA), que
tiene un olor fuerte y desagradable, parecido al del pescado. Debido a que
falta la enzima, el cuerpo no puede deshacerse de la TMA adecuadamente. Como
resultado, las personas con esta afección tienen un olor a pescado en la orina,
el sudor y el aliento. Desafortunadamente, no existe cura, pero se pueden
controlar los síntomas siguiendo una dieta especial que evite los alimentos con
alto contenido de TMA, como frijoles, nueces, huevos y ciertos tipos de pescado
y carne.
7.
Síndrome de la cabeza explosiva
¡Imagínate cómo
sería si te estuvieras quedando dormido y te despertaras sobresaltado por
sonidos fuertes como disparos o platillos resonando en su cabeza! Esta extraña
condición, conocida como síndrome de la cabeza explosiva, puede ser
extremadamente inquietante a pesar de no causar dolor físico. Si bien se
desconoce la causa exacta, está relacionada con factores como el insomnio, los
trastornos del sueño y ciertas ansiedades. Curiosamente, el simple hecho de
aprender sobre la afección y comprender que es inofensiva a veces puede reducir
su frecuencia. Además, mantener patrones de sueño saludables probablemente sea
beneficioso. JQR
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