lunes, 24 de febrero de 2014

Oscar de la Renta

Oscar de la Renta (25-02-14)

Su nombre es sinónimo de elegancia y lujo. Su mención provoca imágenes de un mundo lleno de glamur y belleza.
Ha visto a las mujeres más bellas del planeta, a reinas, princesas y primeras damas. Ese nombre será siempre uno de los primeros en la corta lista de los diseñadores más importantes del mundo.
Y a pesar de todo ellos Oscar de la Renta derrocha sencillez. Es una persona sensible, amable, y sobre todo, generosa.
Oscar de la Renta nació en Santo Domingo. Cuando Oscar de la Renta era niño, era muy sensible le interesaban mucho las flores y los jardines en su casa. En la parte de atrás su querida madre Doña María Antonia dividió un terreno en lotes pequeños que asignó a cada niño para que hiciera allí lo que quisiera. Oscar plantaba elote y espinacas y se las vendía su madre.
En el jardín de su casa había un árbol Ylang Ylang que perfumaba todo el jardín y en noches de fuertes brisas, al vecindario entero. Ese mágico olor hacia volar la imaginación del pequeño y estaba convencido de que si pudiera embotellar el rocío que le caía en la madrugada lo podría vender como perfume. Años después, en 1977, fue la fragancia de este árbol y el rocío que inspiró su primer perfume, Oscar.
Cuando joven quería seguir estudios en España, y contaba con el apoyo de su madre siempre. La partida de él para España dice Oscar de la Renta:
“Fue un enorme sacrificio porque mi madre padecía de esclerosis múltiple y sabía bien que si yo me iba a España nunca más me volvería a ver, porque moriría antes de mi regreso”.
La Madre de Oscar de la Renta estaba segura que el futuro de su hijo dependía de sus estudios y relaciones en el extranjero. Con esa valentía que procede de un gran amor maternal convenció a su marido.
En 1950, el joven de La Renta se fue a España. Su madre murió, y tal como ella lo había presentido, nunca más volvió a ver a su hijo. A pesar de ser famoso, es un apasionado por los jardines desde niño.
“Alguien que cultiva la tierra y que convive tan íntimamente con las plantas aprende a ser humilde, optimista, trabajador, paciente y agradecido. Todas estas cualidades se aúnan en la persona de Oscar de la Renta. A C R
El papel de una madre y de un padre es descubrir el potencial oculto en la vida de ese niño que rompe vidrios y de la niña llorona. Porque dentro de cada corazón de niño hay grandes semillas sin germinar. Cuantos niños han visto esas semillas destruidas por sus propios padres, pero quiera Dios que nosotros cumplamos a cabalidad esa misión de hacerlas germinar aunque eso represente nuestro propio sacrificio. Los niños a la final son la extensión de nuestra vida pero la independencia de nuestros sueños frustrados.
Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo. Génesis 33:5
Y Jacob le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas. Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir. Génesis 33:13-14
Nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país. Números 32:17

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