Las 3 palabras mágicas en el matrimonio
Las 3 palabras mágicas en el matrimonio (30-04-15)
El matrimonio como todas las relaciones interpersonales no son fáciles de llevar. Por el simple hecho de ser seres imperfectos hemos dicho y hecho cosas que tarde o temprano nos avergüenzan, nos enojamos el uno con el otro y hasta nos hemos tratado con egoísmo. Sin embargo, estos lapsos incómodos de la relación no tienen porqué definir el andar de la pareja. Para ello, es importante que todo matrimonio tenga presente siempre 3 palabras mágicas que deben comunicarse a lo largo de los años, y verán cómo podrán navegar tranquilamente en las aguas del compromiso conyugal.
1) Perdóname
De las cosas más difíciles que enfrenta el ser humano es reconocer cuando se equivoca. Todos cometemos errores, pero la diferencia está en tener la humildad para decir “lo siento”, acompañado de un arrepentimiento genuino para poner más atención y no volver a cometer el mismo error. Poner en práctica esta palabra, cada vez que sabes que te equivocaste, no solo rompe barreras, si no que te liberas de todo egoísmo, enojo, vergüenza y frustración. Pedir disculpas hace que el ambiente de tensión se disuelva y el espíritu de perdón prevalezca.
“Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan. No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención. Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.” Efesios 4:29-31
2) Te perdono
Parece sencillo, pero hay personas que les cuesta más trabajo dejar ir las ofensas, que otras. Cuando se toma la decisión de perdonar, el principal beneficiado es quien lo otorga, dado que evita alimentar raíces de amargura que a la larga no solo desgasta la relación, si no que hasta puede destrozarla. Una vez que se perdona, se debe hacer el compromiso de no traer a memoria lo sucedido, así como Dios nos perdona en su infinita misericordia y no echa en cara nuestras ofensas, de la misma manera él nos llama a perdonar a los demás: “Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. Efesios 4:32
Dígale a su cónyuge que lo ha perdonado, para que juntos superen el mal rato, ambos poniendo de su parte para superar los malos ratos. Ten presente que el matrimonio de nadie es perfecto, pero con la ayuda de Dios se logra avanzar y aprender más de cómo ser un buen cónyuge. Después de todo, la mejor escuela para crecer en humildad, paciencia, tolerancia y amor es en el matrimonio.
3) Te amo
Por naturaleza todos tenemos la necesidad de saberse amado, y aún cuando las mujeres somos más expresivas en demostrar esta necesidad, el hombre también lo requiere, por ello el decirle “te amo” al cónyuge se convierte en la expresión de oro en el matrimonio.
Nunca alguien se va cansar de que le digan estas palabras, no importa el tiempo que tengan de casados, es una expresión clave que debe prevalecer todo el tiempo. Así que no pase un día sin que tu pareja escuche de ti un “te amo”.
La mujer ejemplar que nos habla la Biblia y la cual nos reta a todas las mujeres seguir ese modelo, dice que en su rol de esposa: “le da ella bien y no mal todos los días de su vida”. Proverbio 31:12. No dice sólo cuando está de buenas, o cuando tiene ganas, si no todos los días, y una manera de hacerlo es expresar palabras amables.
Son los gestos y palabras amables que tienen el poder de cambiar ambientes, así que el hecho de mirar a los ojos y decir esta expresión de amor, logra influir de manera positiva la relación matrimonial. NP
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