Alfonso Navarrete, Fernando de San José y León Tanaka, Beatos
Mártir en Japón, 01 de Junio
Martirologio Romano: En Omura, en Japón, beatos mártires Alfonso Navarrete, de la Orden de Predicadores, Fernando de San José de Ayala, de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, y León Tanaka, religioso de la Compañía de Jesús, que fueron degollados a causa de la fe cristiana, por decisión del supremo mandatario Hideta († 1617).
Etimológicamente: Alfonso = Aquel guerrero totalmente preparado para el combate, es de origen germánico.
Fecha de beatificación: 7 de mayo de 1867, junto a otros 202 mártires en Japón, por el Papa Beato Pío IX.
Los dominicos, llegados al Japón en 1602, establecieron su campo de misión en la isla de Kyóshó. Cuando llegaron ya se había promulgado el edicto de persecución contra los cristianos, a pesar de las torturas y los tormentos antes de la ejecución que practicaban los japoneses, los misioneros católicos no se detienen. El primero que llegó fue el madrileño padre beato Francisco Morales, junto con otros cinco dominicos que se asentaron primero en Koshiki y extendieron su campo de acción por otras partes del Japón, fueron llegando nuevos misioneros, y se fueron convirtiendo los indígenas. Gracias a la relativa calma que hubo en primera década del siglo XVII fundaron las iglesias de Kyoto y Osaka. Pero en 1616 se inició una nueva persecución mucho más fuerte, y las cárceles se fueron llenando de misioneros y cristianos indígenas. Por privilegio especial los dominicos encarcelados podían admitir a la Orden, mediante la profesión, a cristianos de probada fidelidad y de piedad; dado el fervor religiosos que se respiraba en la cárcel, la cárcel parecía más un convento que una prisión. Todos compartieron la oración y el testimonio apostólico.
Alfonso Navarrete nació en Logroño en 1571. Ingresó en los dominicos en el convento de San Pablo de Valladolid y trabajó primero como misionero en Filipinas (1596) donde trabajó en la provincia de Cagayán pero una enfermedad le obligó a regresar a España para restablecerse; allí se dedicó a reclutar misioneros para el Extremo Oriente. En 1611 fue enviado a Miyako, Japón, de ahí a Nagasaki, de donde fue desterrado en 1614. Fue nombrado vicario provincial y promovió la Cofradía del Rosario, que dio a la Iglesia numerosos mártires, y la Hermandad de la Caridad para atender a los enfermos. Se dice que convirtió al cristianismo a muchas personas. Se le conoció como “el san Vicente de Paúl” del Japón, porque se dedicaba a rescatar a los niños abandonados. En 1617 fue a Ômura, donde predicó abiertamente el evangelio, por lo que fue detenido y llevado de una parte a otra de la bahía de Ômura, hasta ser decapitado en Tkashima junto al agustino Fernando de San José Ayala. Es el protomártir de los dominicos en el Japón.
Fernando de San José nació en Ballestero, en la diócesis de Toledo en 1575. Ingresó en los agustinos en Montilla y en 1603 fue enviado a Méjico y después al Japón (1605) como vicario provincial. Trabajó con mucho éxito en Oxaka hasta que fue capturado y ejecutado en Ômura.
León Tanaka nació en el seno de una familia cristiana japonesa. En su adolescencia fue acogido por los misioneros jesuitas y lo prepararon para ser catequista tanto de niños como de catecúmenos. Profesó como jesuita. Como catequista trabajó para el beato jesuita Juan Bautista Machado de Tavora, como era costumbre de asignar a cada misionero un catequista; le acompañó en todas su correrías apostólicas, llegando a la isla de Goto, donde fueron arrestados. León se negó a separarse del misionero. Fueron encerrados en la prisión de Ômura. El padre Machado fue martirizado el 22 de Mayo, y a León se le ofreció la vida y la libertad si apostaba, pero no quiso. Fue decapitado en Ômura.
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