miércoles, 6 de septiembre de 2017

07 de Septiembre - Marco Krizevcanin

Marco Krizevcanin, Santo
Presbítero y Mártir, 07 de Septiembre

Martirologio Romano: En Kosice, en los montes Cárpatos, santos mártires Marcos Krizevcanin, presbítero de Esztergom, presbítero jesuita, a quien ni el hambre, ni las máquinas, ni los tormentos del fuego le hicieron abjurar de la fe católica (1619).
Fecha de canonización: El papa San Pío X lo beatifica en 1905. El papa Juan Pablo II lo canoniza solemnemente en la ciudad de Kosice, el 2 de julio de 1995.

Marcos Krizevcanin nació en Croacia en el año 1588. A los 12 años ingreso en el Colegio de la Compañía de Jesús en Viena y allí se encontró a Melchor Grodziecki quien será su amigo y compañero de Martirio.
Al terminar los estudios básicos en Viena se traslada al Colegio universitario de Gratz, también regentado por la Compañía de Jesús, Marcos obtiene el doctorado en filosofía. Y decide profesar como Religioso en la Compañía de Jesús. Pasa a Roma a hacer estudios más superiores en el Colegio Germánico-hungárico y en la actual Universidad Gregoriana, ambos de la Compañía de Jesús. Conoce a muchas personalidades entre ellas al cardenal jesuita Roberto Belarmino. En 1615 es ordenado de sacerdote, regresa a su país. El arzobispo de Esztergom y Primado de Hungría, Pedro Pazmany, antiguo profesor suyo en el Colegio jesuita en Gratz, lo nombra rector del Seminario de Trnava y, poco después, canónigo de la catedral. Sus ocupaciones como Canónigo lo hacen viajar mucho y en uno de esos viajes Marcos regresa a la Abadía de Széplak, se entera de la marcha del ejército calvinista de Jorge Rakoczy contra la ciudad de Kosice. Inmediatamente se traslada allí para estar con sus amigos Esteban Pongracz y Melchor Grodziecki compartir sus penas y alegrías.
El 3 de septiembre de 1619, las fuerzas transilvanas de Gabriel Bethlen, bajo el mando de Jorge Rákóczy I, llegaron a la ciudad. La ciudad se rindió, entregando a su comandante András Dócsy. Los tres sacerdotes católicos de la ciudad, Grodziecki, Pongracz y Krizevcanin, fueron tomados prisioneros.
Cuatro días después, el 7 de septiembre, fueron presentados ante el concejal Reiner y el predicador calvinista Alvinczy, quienes, junto a algunos soldados, quisieron obligarlos a renegar de la fe católica. Los tres sacerdotes se negaron a ceder y fueron torturados y ejecutados. Jorge Rákóczy I les negó la sepultura y sus cuerpos fueron soterrados cerca de los muros del palacio.​ Tuvieron que pasar seis meses para que el príncipe Gabriel Bethlen, por la solicitud de Katalina Pálffy,​ permitiera que recibieran una sepultura digna.
Katalina Pálffy los sepultó en su finca de Selbes. Posteriormente, en 1635 sus restos fueron trasladados a la Iglesia de las Clarisas en Trnava.
Actualmente, los restos Melchor y de sus compañeros mártires descansan en una pequeña urna bajo el altar del Virgen María en la Iglesia de Santa Ana, de la orden de las ursulinas, en la ciudad eslovaca de Trnava.
Su proceso de beatificación comenzó en 1628, por iniciativa del cardenal Péter Pázmány, siendo beatificado finalmente el 15 de enero de 1905 por San Pío X.
Juan Pablo II, durante su segundo viaje a Eslovaquia, canonizó a Melchor Grodziecki, Esteban Pongracz y Marcos Krizevcanin el 2 de julio de 1995. La ceremonia se realizó en una explanada del aeropuerto de Košice ante la presencia de 400.000 personas, incluyendo autoridades eslovacas y delegaciones de Rumania, Hungría, Polonia y Croacia.
Las autoridades protestantes manifestaron su molestia ante la canonización de los sacerdotes, porque se rescata la historia en forma parcial, ya que ambos bandos cometieron atrocidades durante la guerra. Reflejaron su malestar conmemorando, durante la visita episcopal, a los 24 mártires protestantes muertos en Presov en 1684 por tropas católicas. Juan Pablo II, en un gesto conciliador, alabó a los mártires protestantes durante la homilía de canonización.

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