En el marco del Día Mundial de la Leucemia, que se conmemora el 22 de septiembre, la Asociación ALMA destacó los grandes pasos que se dieron en la última década en el abordaje de la leucemia linfocítica crónica (LLC), una de las enfermedades oncohematológicas sobre las que más se ha avanzado recientemente.
Desde la decodificación del genoma humano y un mejor entendimiento del funcionamiento de los genes en el organismo, se logró identificar las alteraciones moleculares que estaban involucradas en su aparición, por lo que se desarrollaron tratamientos específicos que aportaron una esperanza para estos pacientes.
Es una enfermedad de lenta evolución que afecta dos veces más o los varones que a las mujeres y representa el 30% de todos los tipos de leucemia. Fernando Piotrowski, director ejecutivo de ALMA, expresó que “estamos frente a un avance significativo en la calidad de vida de los pacientes. Es muy importante que la ciencia siga investigando para poner cada vez mejores opciones a nuestro alcance. Toda innovación es bienvenida, ya que los pacientes pueden volverse resistentes a determinadas terapias o sufrir recaídas, por lo que es importante contar con diferentes alternativas ante estas situaciones”.
Las terapias dirigidas o ‘de blanco específico’ atacan directamente a las células malignas, mientras que las opciones tradicionales, como la quimioterapia, suelen afectar a todas las células, generando una mayor toxicidad. De esta manera, las drogas de última generación ocasionan menos efectos adversos, reduciendo el impacto negativo en la calidad de vida.
Qué alteración genética presenta cada paciente es un factor determinante para conocer cómo abordar mejor el cuadro y prever la evolución que tendrá la enfermedad. Por lo tanto, llevar adelante el estudio molecular luego del diagnóstico, para acceder a esa información, es fundamental para el pronóstico y estrategia de abordaje de la LLC.
“El diagnóstico de una enfermedad oncológica genera una transformación en la vida de una persona. Se resignifican los afectos, la rutina y el valor que uno le da a las cosas. Sin duda atraviesa toda la realidad íntima, emocional, social y laboral, haciendo que cada paciente deba reacomodarse ante esta situación”, manifestó Fernando Piotrowski.
Algunos de los factores más influyentes para lograr sobrellevar la leucemia de la mejor manera son el sostén de los seres queridos, el acceso a información y la actitud positiva. Con estos tres pilares, el paciente se encuentra fortalecido para afrontar el tratamiento y superar la situación. En Argentina, se estima que se diagnostica un caso nuevo de enfermedad oncohematológica cada 30 minutos, lo que representa cerca de 15 mil nuevos pacientes por año. Esta cifra surge de una extrapolación de datos internacionales.
Los síntomas más comunes que pueden alertar la presencia de algún tipo de leucemia son: fiebre, sudoración nocturna, inflamación de los ganglios del cuello, axilas o ingle, fatiga persistente, picazón o sarpullido, infecciones frecuentes, dolor en las articulaciones, pérdida de peso y falta de apetito. Si bien muchos de estos son síntomas que pueden referir a diversas enfermedades, si se siente alguna de estas irregularidades es propicio consultar al especialista. De todos modos, es muy frecuente que se halle la enfermedad por casualidad, en un control de rutina.
La Organización Mundial de la Salud sostiene que con alimentación saludable, actividad física, evitando el tabaquismo y con una adecuada exposición al sol puede prevenirse al menos un tercio de todos los casos de cáncer. Por este motivo, llevar una vida con hábitos saludables es de vital importancia para la prevención del cáncer.
“Existe un porcentaje de casos de cáncer que no pueden ser explicados por el estilo de vida de los pacientes. En los casos de leucemia, es frecuente que se pregunten qué hicieron para que les sucediera esto. Por este motivo, desde ALMA buscamos orientar a los pacientes y contenerlos, para que se sientan acompañados en el proceso de vivir con una enfermedad oncológica”, explicó el Sr. Piotrowski.
¿Cómo tratar la LLC?
El tratamiento no apunta a la curación de la enfermedad, sino a lograr que el paciente viva la mayor cantidad de tiempo posible sin síntomas. La LLC conforma el tipo de leucemia más común en adultos y la edad de aparición suele ser a los 71 años.
Existen distintas alternativas de tratamiento y la decisión de cuál seguir dependerá de diversos factores como la edad, el estadio de la enfermedad, el pronóstico del paciente y el objetivo de la terapia.
Entre las opciones, se encuentra la espera en observación, que consiste en el control periódico durante las primeras etapas, pero sin indicación de tratamiento, radioterapia, quimioterapia, trasplante de médula ósea y terapias dirigidas a bloquear determinadas alteraciones genéticas, como la deleción (pérdida de una porción) del cromosoma 17.
Actualmente, se ha avanzado mucho en este campo, con terapias que permiten mejorar tanto la sobrevida como la calidad de vida de estos pacientes.
¿Qué son las leucemias?
Las células sanguíneas son producidas por la médula ósea. A medida que se dividen y maduran, se transforman en células sanguíneas de diferentes tipos. Cuando una de las células que va a formar glóbulos blancos cambia y se convierte en una célula de leucemia, ya no madura normalmente. Generalmente, se divide más rápido de lo normal.
Las células leucémicas no mueren cuando deberían hacerlo, sino que se acumulan en la médula ósea reemplazando a las normales. En algún momento, éstas salen de la médula ósea y entran al torrente sanguíneo, causando un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre.
Tipos de leucemia
Existen dos tipos principales de leucemia: agudas y crónicas. Éstas, a su vez, se subdividen en mieloide o linfoide. Las agudas, como la leucemia linfoblástica aguda (LLA) o la Leucemia mieloide aguda (LMA), se caracterizan por una progresión rápida y descontrolada, afectando principalmente a las células primitivas o inmaduras, con acumulación de las mismas en la médula ósea y sangre periférica. Estas células inmaduras no pueden llevar a cabo sus funciones normales. Las leucemias agudas requieren un tratamiento de inmediato.
En las leucemias crónicas, como la leucemia mieloide crónica (LMC) y leucemia linfocítica crónica (LLC), el crecimiento de las células es progresivo y más lento, permitiendo la proliferación de mayores cantidades de células más desarrolladas. En general, estas células más maduras pueden desempeñar algunas de sus funciones en forma normal.
- Leucemia Linfocítica Crónica: representa el 30% de los casos de esta patología.
- Leucemia Linfoblástica Aguda: más común en menores de 5 (11% de las leucemias).
- Leucemia Mieloide Crónica: corresponde al 11,5%.
- Leucemia Mieloide Aguda: la más común de las leucemias en adultos (36%).
- Otros: corresponde al 11%.
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