¡La rutina son hábitos adquiridos de hacer las cosas sin necesidad de reflexión!
La rutina en el matrimonio es una actitud lamentablemente muy común en muchos matrimonios hoy en día. Es una especie de adormecimiento de la relación conyugal.
La ajetreada vida moderna, el estrés, los compromisos sociales, tantas noticias y tantas cosas que estimulan tu pensamiento, hace que muchas personas caigan en una rutina de vida. Muchas personas simplemente existen; trabajan, estudian, corren, compran, viajan, pero su vida es una vacía rutina.
La rutina es una manera tediosa y vacía de vivir y tiene mucho que ver con el egoísmo. Cada quien se concentra en sus propias actividades y descuida la actividad más importante de la vida: relacionarse bien con su familia. No toman en cuenta la opinión o el interés del otro en algún tema específico.
La rutina hace que te olvides de los detalles que mantienen viva una relación. Por ejemplo nos olvidamos de prepararle un desayuno especial a nuestro cónyuge de vez en cuando. Nos olvidamos de decirle a nuestro cónyuge cuanto le amamos y cuán importante es para nosotros. Los hombres nos olvidamos de traerle unas flores a la esposa, o alguna muestra de afecto. Las mujeres se olvidan de acariciar a su esposo. Una de las áreas más afectadas por la rutina es el área sexual. Cuando la rutina afecta esta área, se lesionan las emociones del matrimonio y la pareja tiende a separarse emocionalmente.
Proverbios 5:18-19: ¡Sea bendito tu manantial y alégrate con la mujer de tu juventud, cierva amada, graciosa gacela! Que sus caricias te satisfagan en todo tiempo y en su amor recréate siempre. 1 Corintios 7:5: No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración. Luego volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Para vencer la rutina, deben tomarse decisiones radicales que los saquen de ese aburrido medio de vida. Una de nuestras primeras sugerencias es que tomen la decisión de sacar un día a la semana para la pareja. Hagan que para esa noche les cuiden los niños y la pareja haga una cita a cenar, a caminar por un parque, a compartir unas horas en la noche solamente para ellos dos. Debe ser planificada con detalles y sorpresas bonitas. Es una noche con fines románticos.
Los hombres vuelvan a ser románticos con su esposa, tenga detalles con ella, exactamente como cuando la conquistó. Las mujeres pónganse lindas, arréglense para su esposo, prepárenle esa comida que a él le gusta. Ambos, procuren acciones de amor a favor del otro, para incentivar la llama del amor y vencer la rutina.
Vencer la rutina trae muchos beneficios al matrimonio y la familia. Traerá gozo a la relación, estimulará el buen trato, mantiene la llama de la pasión viva, trae mejor salud al cuerpo.
Si tu matrimonio sufre de rutina, habla con tu cónyuge hoy mismo y decidan tomar decisiones de cambio para volver a poner la relación en un plano de gozo y alegría. LyHF
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