domingo, 17 de septiembre de 2017

Neurólogos recomiendan la dieta cetogénica para la epilepsia refractaria

La dieta cetogénica es un tratamiento altamente efectivo, con sólida evidencia científica, para tratar los casos de epilepsia que no responden a medicamentos. Resultados de una investigación reciente, llevada adelante en más de 100 neurólogos de nuestro país, mostraron que 7 de cada 10 la indicarían a alguno de sus pacientes, lo que la convierte en el tratamiento no farmacológico más utilizado para esta enfermedad. 
La epilepsia es una condición que impacta enormemente en la calidad de vida y en el desarrollo de los niños, ya que la gran cantidad de episodios diarios de convulsiones puede ir dejando secuelas en el tiempo. Cuando no se la logra controlar, es una condición que puede ir ocasionando alteraciones cognitivas, conductuales y problemas motrices. 
Esta enfermedad neurológica afecta a entre 200 mil y 400 mil argentinos, de los cuales el 33% no mejora tras ser tratado con medicamentos tradicionales para esta condición, y es lo que se conoce como epilepsia ‘refractaria’. A diferencia de lo que establecen los expertos en las Recomendaciones para el Manejo Clínico de Chicos con Epilepsia Refractaria, del relevamiento surgió que al 93% de los pacientes se les indican en promedio 7 medicamentos antes de considerar que se está ante un caso de epilepsia refractaria. 
Al respecto, la Dra. María Vacarezza, neuróloga infantil y médica de planta del Hospital Italiano de Buenos Aires, remarcó que “es una cifra elevadísima: las guías internacionales hablan de epilepsia refractaria luego de intentar con 2 o 3 fármacos sin conseguir resultados. Ése es el momento de buscar otras alternativas como la dieta cetogénica”. 
La especialista agregó que debe procederse así porque “en líneas generales, las probabilidades de que un tercer fármaco genere los resultados deseados es del 20%. Un cuarto, del 10% y un quinto presenta menos del 5% de chances de éxito. Al comparar eso con la elevada eficacia de la dieta cetogénica, sin lugar a dudas es conveniente intentarlo”. 
La evidencia científica de la dieta cetogénica demostró la siguiente efectividad tras un mes de seguimiento: el 70 por ciento de los niños que inició la dieta cetogénica evidenció una reducción en la cantidad de convulsiones mayor al 50 por ciento, mientras que -dentro de ese grupo- casi 4 de cada 10 (37%) lograron una disminución superior al 90%. 
La investigación, de la que participaron 67 neurólogos pediatras y 35 neurólogos generalistas, tanto de instituciones públicas como privadas, arrojó que transcurren en promedio 10 meses entre el diagnóstico de epilepsia ‘refractaria’ y la realización de estudios para indicar la dieta cetogénica. Esta demora impacta negativamente en la salud del niño. 
La dieta cetogénica es un tratamiento altamente efectivo, con más de 90 años de sólida evidencia científica, que reduce la necesidad de fármacos complejos. Esto es muy beneficioso, ya que los fármacos suelen provocar efectos secundarios delicados, tales como sedación, confusión, temblores, letargo, somnolencia, depresión, inestabilidad, vértigo, irritación gástrica, cefaleas, hepatotoxicidad, supresión de la médula ósea y problemas de visión entre otros. 
Por lo tanto, tal como puntualizó la Dra. Vacarezza, “los pacientes mejoran rápido, primero porque se reducen los efectos adversos de los medicamentos farmacológicos, que impactan enormemente en la calidad de vida, y también por los beneficios propios de la dieta cetogénica”. 

¿En qué consiste la dieta cetogénica?
Es un plan alimentario rico en grasas y bajo en hidratos de carbono que busca que el organismo obtenga su energía a través de las grasas y no de la glucosa. De esta manera, se desencadena un proceso metabólico que degrada un componente denominado ‘cetona’, lo que genera un efecto beneficioso anticonvulsivante. Todos los alimentos deben ser pesados para garantizar el cumplimiento de la dieta cetogénica. 
Algunos de los alimentos que incluye esta dieta son crema, aceite, manteca, carne, pollo, huevo, quesos, pescado, frutas y verduras. Excluye cereales, papas, galletitas, choclo, batata o pastas. La elaboración de los alimentos lleva tiempo y dedicación. No es necesario realizar el tratamiento durante toda la vida para mantener los resultados alcanzados; luego de 2 o 3 años se comienza a adaptar la dieta cetogénica hasta convertirla gradualmente en una dieta convencional. 

Fórmula para facilitar el tratamiento 
Existe una fórmula nutricional que ayuda y simplifica la preparación de comidas y brinda todos los nutrientes necesarios para el tratamiento de la epilepsia refractaria. Puede utilizarse como complemento de la alimentación o como única fuente nutricional, de acuerdo a la indicación médica. 
“La fórmula nutricional indicada para los pacientes con epilepsia refractaria permite que puedan cumplir de mejor manera la dieta cetogénica”, aseguró la Dra. Vacarezza. En la investigación, los neurólogos destacan como ventajas que es de fácil preparación, que facilita la administración de la dieta, ofrece la chance de tener diferentes nutrientes en un mismo producto, genera que el paciente entre rápido en cetosis y ayuda a que la realización del tratamiento sea más tolerable. 
La fórmula está cubierta en el 100% de los casos por las obras sociales y prepagas, o por el Ministerio de Desarrollo Social, si el paciente no tiene cobertura. Está cubierta por la Ley de Discapacidad (22.431 y 24.901) para aquellos pacientes que tienen certificado o la Ley de Epilepsia (25.404), en su defecto.

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