Mi padre…
Mi padre… (28-06-14)
Brennan Manning cuenta la historia de un hombre llamado Ed Farell, que viajó desde su hogar en Detroit para pasar dos semanas de vacaciones en Irlanda, a fin de celebrar los ochenta años de su tío. Al amanecer del gran día, Ed y su tío se levantaron temprano para ver salir el sol.
Caminaron por la orilla del lago Killarney, encantados con la hierba de color verde esmeralda y las cristalinas y azules aguas. Durante veinte minutos contemplaron juntos la escena en silencio.
Entonces, el tío comenzó a hacer algo poco típico en un hombre de ochenta años: Comenzó a brincar por la orilla del lago sonriendo como un escolar enamorado. Ed iba jadeando mientras trataba de alcanzarlo.
-Tío Seamus, te ves muy feliz. ¿Me quieres decir por qué? -Sí -Le dijo el anciano, mientras le rodaban las lágrimas por las mejillas-.
Verás: el Padre me quiere mucho. Ah, mi Padre me quiere muchísimo.
Así sucede en nuestra vida: <El Padre Celestial nos quiere muchísimo>. Esta es la comunión que puede hacer reír, llorar y danzar a un corazón de ochenta años por el simple gozo de saberse amado.No fuimos hechos para la soledad; fuimos hechos para esa clase de gozo.
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: 1 Juan 3:1
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. Efesios 5:1-2,8
He aquí que yo hago cosa nueva: presto saldrá á luz: ¿no la sabréis? Otra vez pondré camino en el desierto y ríos en la soledad. Isaías 43:19
Consolará todas sus soledades, y tornará su desierto como paraíso, y su soledad como huerto de Dios; allí habrá alegría y gozo, alabanza y voz de cantar. Isaías 51:3
No hay comentarios.:
Publicar un comentario