viernes, 25 de julio de 2014

Génesis 20

Capítulo 20: Génesis 20

Abraham y Sara en Guerar
20 1 Desde allí, se trasladó a la zona del Négueb y se estableció entre Cades y Sur. Después fue a Guerar, para quedarse allí por un tiempo.
2 Decía de Sara, su esposa: "Es mi hermana". Entonces Abimélec, el rey de Guerar, mandó que le llevaran a Sara.
3 Pero esa noche, Dios se presentó en sueños a Abimélec y le dijo: "Tú vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque es casada".
4 Abimélec, que no había convivido con ella, le respondió: "Señor mío, ¿vas a quitarle la vida a una persona inocente?
5 ¿Acaso su marido no me dijo que era su hermana? ¿Y ella no lo confirmó, diciendo que él era su hermano? Yo lo hice de buena fe y con las manos limpias".
6 Dios le respondió durante el sueño: "Ya sé que lo hiciste de buena fe. Por eso, yo mismo evité que pecaras contra mí, impidiendo que la tocaras.
7 Pero ahora, devuélvele la mujer a ese hombre. Él es un profeta, y va a interceder en tu favor, para que salves tu vida. Si no se la devuelves, ten la plena seguridad de que morirás, tú y todos los tuyos".
8 A la madrugada del día siguiente, Abimélec llamó a todos sus servidores y les contó lo que había sucedido. Y ellos sintieron un gran temor.
9 Entonces Abimélec llamó a y le dijo: "¿Qué nos has hecho? ¿En qué te he ofendido, para que nos expusieras, a mí y a mi reino, a cometer un pecado tan grave? Tú has hecho conmigo lo que no se debe".
10 Y añadió: ¿Qué te proponías al proceder de esa manera?
11 respondió: "Yo pensaba que seguramente en este lugar no había temor de Dios, y que me matarían a causa de mi mujer.
12 Por otra parte, ella es realmente mi hermana, hija de mi padre aunque no de mi madre, y se ha casado conmigo.
13 Por eso, cuando Dios me hizo andar errante, lejos de mi casa paterna, le dije: Tienes que hacerme este favor: cualquiera sea el lugar donde lleguemos, dirás que soy tu hermano".
14 Abimélec tomó ovejas y vacas, esclavos y esclavas, y se los dio a; y también le devolvió a Sara, su esposa.
15 Después le dijo: "Mi país está a tu disposición: radícate donde mejor te parezca".
16 Y a Sara le dijo: "He dado mil monedas de plata a tu hermano. Esto eliminará toda sospecha contra ti en aquellos que están contigo, y tú quedarás enteramente rehabilitada".
17 intercedió delante de Dios, y Dios curó a Abimélec, a su mujer y a sus sirvientas, que volvieron a tener hijos.
18 Porque Dios había hecho estéril el seno de todas las mujeres en la casa de Abimélec, a causa de Sara, la esposa de Abraham.

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