miércoles, 30 de julio de 2014

Génesis 25

Capítulo 25: Génesis 25

Los otros hijos de Jacob 
25 1 se casó con otra mujer, llamada Queturá,
2 y esta le dio varios hijos: Zimrán, Iocsán, Medán, Madián, Isbac y Súaj.
3 Iocsán fue padre de Sebá y Dedán. Los descendientes de Dedán fueron los asuritas, los letusíes y los leumíes.
4 Los hijos de Madián fueron Efá, Efer, Henoc, Abidá y Eldaá. Todos estos son hijos de Queturá.
5 legó todos sus bienes a Isaac.
6 También hizo regalos a los hijos de sus otras mujeres, pero mientras vivía, los apartó de su hijo Isaac, enviándolos hacia el este, a las regiones orientales.

La muerte de Jacob
7 vivió ciento setenta y cinco años.
8 Murió a una edad muy avanzada, feliz y cargado de años, y fue a reunirse con los suyos.
9 Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la caverna de Macpelá, en el campo de Efrón, hijo de Sójar, el hitita, que está frente a Mamré.
10 Es el campo que había comprado a los descendientes de Het. Allí fueron enterrados él y su esposa Sara.
11 Después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a su hijo Isaac, y este se estableció cerca del pozo de Lajai Roí.

Los descendientes y la muerte de Ismael
12 Esta es la descendencia de Ismael –el hijo que Agar, la sirvienta egipcia de Sara, dio a
13 con los nombres de cada uno de sus hijos, según el orden de su nacimiento: Nebaiot, el primogénito de Ismael; luego Quedar, Abdeel, Mibsám,
14 Mismá, Dumá, Masá,
15 Jadad, Temá, Ietur, Nafis y Quedmá.
16 Estos son los hijos de Ismael: doce jefes de otras tantas tribus, que dieron sus nombres al lugar donde habitaron y a sus respectivos campamentos.
17 Ismael vivió ciento treinta y siete años. Al cabo de ellos murió, y fue a reunirse con los suyos.
18 Sus descendientes habitaron desde Javilá de Sur, que está cerca de Egipto, hasta Asur. Y cada uno de ellos realizó incursiones contra todos sus hermanos.

ISAAC Y JACOB
En las tradiciones sobre la vida de los Patriarcas, Isaac no tiene rasgos tan bien perfilados. Él aparece casi siempre en un segundo plano, al lado de su padre o de su hijo. Todo su destino parece estar resumido en el feliz matrimonio con Rebeca, la esposa que el Señor le había preparado para asegurar el cumplimiento de las promesas hechas a Jacob, el tercero de los Patriarcas, es el prototipo del luchador astuto, ambicioso y tenaz. La tradición lo presenta primero en la casa paterna, con su hermano Esaú, después en Mesopotamia, junto a su suegro Labán y a sus esposas Raquel y Lía, y luego otra vez con Esaú, en la Transjordania. En su casa paterna, suplanta a su hermano robándole el derecho a la primogenitura y la bendición paterna; en Mesopotamia, acumula una enorme fortuna a expensas de su suegro. Cuando regresa a Canaán para salvar su vida y sus bienes, lucha con Dios cuerpo a cuerpo y lo obliga a bendecirlo. Esta bendición está asociada a un cambio de nombre, que implica un cambio de misión en la vida. En adelante, él no se llamará más Jacob, sino Israel, convirtiéndose así en padre del Pueblo elegido. Más tarde, colmado de hijos y riquezas, se radica en el centro mismo de la Tierra prometida, entre Siquém y Betel.
En la azarosa vida de Jacob, se pone en evidencia la libertad con que Dios elige los instrumentos para la realización de sus designios. El misterio de la elección divina escapa a todos los cálculos y criterios humanos, como lo recuerda san Pablo en su Carta a los Romanos (Rom. 9. 10-13).

El nacimiento de Esaú y de Jacob
19 Esta es la descendencia de Isaac, el hijo de Abraham, fue padre de Isaac,
20 el cual, a los cuarenta años, se casó con Rebeca, hija de Betuel, el arameo de Padán Arám, y hermana de Labán, el arameo.
21 Isaac oró al Señor por su esposa, que era estéril. El Señor lo escuchó, y su esposa Rebeca quedó embarazada.
22 Como los niños se chocaban el uno contra el otro dentro de su seno, ella exclamó: "Si las cosas tienen que ser así, ¿vale la pena seguir viviendo?". Entonces fue a consultar al Señor,
23 y él le respondió: "En tu seno hay dos naciones, dos pueblos se separan desde tus entrañas: uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor".
24 Cuando llegó el momento del parto, resultó que había mellizos en su seno.
25 El que salió primero era rubio, y estaba todo cubierto de vello, como si tuviera un manto de piel. A este lo llamaron Esaú.
26 Después salió su hermano, que con su mano tenía agarrado el talón de Esaú. Por ello lo llamaron Jacob. Cuando nacieron, Isaac tenía sesenta años.

Esaú vende su derecho de hijo primogénito
27 Los niños crecieron. Esaú se convirtió en un hombre agreste, experto en la caza. Jacob, en cambio, era un hombre apacible y apegado a su carpa.
28 Isaac quería más a Esaú, porque las presas de caza eran su plato preferido; pero Rebeca sentía más cariño por Jacob.
29 En cierta ocasión, Esaú volvió exhausto del campo, mientras Jacob estaba preparando un guiso.
30 Esaú dijo a Jacob: "Déjame comer un poco de esa comida rojiza, porque estoy extenuado". Fue por eso que se dio a Esaú el nombre de Edóm.
31 Pero Jacob le respondió: "Dame antes tu derecho de hijo primogénito".
32 "Me estoy muriendo", dijo Esaú. "¿De qué me servirá ese derecho?".
33 Pero Jacob insistió: "Júramelo antes". Él se lo juró y le vendió su derecho de hijo primogénito.
34 Jacob le dio entonces pan y guiso de lentejas. Esaú comió y bebió; después se levantó y se fue. Así menospreció Esaú el derecho que le correspondía por ser el hijo primogénito.

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