Las parábolas de Jesús.
Autor: P. Enrique Cases
Parábolas del tesoro escondido y la perla
El valor del Reino es supremo; todo lo demás carece de valor ante él, pero se encuentra de improviso y hay que estar preparado y dispuesto a todo para conseguirlo.
“El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo que, al encontrarlo un hombre, lo oculta y, gozoso del hallazgo, va y vende todo cuanto tiene y compra aquel campo"(Mt)
Toda renuncia es un buen negocio ante un hallazgo que llena el alma de gozo y alegría. El agricultor no buscaba el tesoro, pero al encontrarlo pone todos los medios para tenerlo.
Parábola de la perla
Es muy semejante a la anterior, pero introduce la pequeña diferencia de que el mercader sí busca una perla preciosa en el mercado, sólo el entendido se da cuenta de su valor, muy superior al de cualquier riqueza y sabiduría humana. Y al encontrarla se alegra grandemente de su suerte y su sagacidad.
“El Reino de los Cielos es semejante a un comerciante que busca perlas finas y, cuando encuentra una perla de gran valor, va y vende todo cuanto tiene y la compra"(Mt)
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