Sylvia de Roma, Santa
Madre de Gregorio Magno, 02 de Septiembre
Cómo todas las mujeres que están esperando un hijo, Sylvia estaba esperando el "gran evento", grande por el milagro de los hombres y grande por la gracia de Dios.
¿Qué es lo que sabemos acerca de Santa Sylvia?
Que ella fue madre de Gregorio Magno, Papa y doctor de la Iglesia.
¿No somos nosotros un reflejo de nuestros padres y de su pensamiento?
¿Qué tan seguido he sentido el vibrar de un eco distante?, ¿O algunas llamadas de tiempos pasados? ¿O sentido en la profundidad de mis huesos las pisadas de un ancestro Celta? ¿O el llanto de un jinete de Mongolia?, como si toda mi vida fuera hecha por fragmentos de vidas que vivieron miles de años atrás.
¿Qué tan seguido he sentido el vibrar de un eco distante?, ¿O algunas llamadas de tiempos pasados? ¿O sentido en la profundidad de mis huesos las pisadas de un ancestro Celta? ¿O el llanto de un jinete de Mongolia?, como si toda mi vida fuera hecha por fragmentos de vidas que vivieron miles de años atrás.
Un hombre es lo que trae al mundo ¿Racine? el autor de Andromaque o Sylvia, la madre de San Gregorio.
¡Qué emoción el sentir germinar los trabajos misteriosos del universo!
Ayer apenas era una niña, pero ahora ya es una líder en la etapa de la vida.
Ayer, el amor joven y encantador, dulces simplezas, días sin cuidado, y de repente cruzando la línea y entrando en otro mundo algo desconocido, como un pájaro en islas extrañas, como la sombra de una palmera en el desierto, todo un nuevo sentido de vida, un baile misterioso, un nuevo vino... una sensación en el vientre, un hijo en la carne.
Sostener a un hijo como Dios sostiene a la humanidad.
En su vientre y en su mente, Sylvia siente responsabilidad por su hijo. No solo su misión es dar a luz a un hijo, sino componer toda la vida de aquel hombre: su cuerpo y alma, ¿si la madre da a luz al cuerpo, no podrá también influenciar el alma?
Ella sueña con él mientras lo amamanta, le da forma con todos los deseos de su cuerpo y con las bellezas de su alma. Y así por nueve meses Sylvia esperó y planeó con ilusión.
El bebé tiene que ser un niño, no cabe duda a cerca de eso le decía a toda su familia, ese era el hijo que ella sentía. Ella ya lo ha visto: una visión, un positivo, visión creativa.
¿Acaso el será un senador, como su padre Gordián?, ¿un cónsul, o el emperador? ¿Será el Papa? o ¿un santo? No hay límite para la imaginación de una mamá.
Todo esto pasó en Roma en el 540 d.C. Vigilo fue Papa y Vetegis fue emperador pero ¿quién sabe algo de ellos? Era un mundo todavía en transición. En un lado eran invasiones, en el otro eran herejías. El niño hizo sus estudios muy brillantemente.
El recibió una fina educación latina que le sirvió para gobernar hombres y defender dogmas. Ella por fin lo vio usando la toga tricolor de un pretor romano.
Pero, ¿qué importancia tiene la toga de un hombre comparada con la toga que usan los hombres de Dios?
De pronto Gregorio renunció a todas sus responsabilidades y bienestar y se convirtió en un monje. Las seis villas que tenía en Sicilia las convirtió en seis monasterios.
El tenía 35 años de edad, y Sylvia sintió en su cuerpo que toda la estructura delicada de la historia estaba temblando.
Hubo una plaga y el Papa murió. Sylvia decidió que el siguiente Papa tendría que ser Gregorio. El se negó en vano, escapó de Roma en una canasta de mimbre, se escondió en los bosques y pantanos de Pontine. Al final del curso fue encontrado o descubierto y con gran regocijo traído a la iglesia, en sept. 3 del 590, se consagró para Papa. Gregorio era Papa y Sylvia había sido su profeta.
El estaba para hacer un pontificado heroico. Los lombardos, que estaban devastando Italia, tenían que ser vigilados y el emperador en Constantinopla tenía que ser enfrentado.
Gregorio escribió muchos trabajos (principalmente los morales), reformó la Iglesia, trajo a los Visigodos Arios de regreso a la verdadera fe, y evangelizó Alemania.
El fue el que inventó la frase: Servidora de los servidores de Dios.
Su victoria más característica fue la de extinguir la herejía de Eutyche, el patriarca de Constantinopla, que afirmó que la resurrección del cuerpo sería en una forma delicada, en una carne etérea.
Gregorio replicó de que resucitaremos en cuerpo y sangre, literalmente palpable como fue el cuerpo de Cristo para el apóstol Tomás.
Yo debo de ser vestido con mi carne de nuevo dice el libro de Job, y en la Última Cena Jesús dijo: Este es mi cuerpo. Uno de los aspectos más movedores de la fe Católica es la dominación del cuerpo, semi-incorruptible y eterno.
Cuando Gregorio ya era Papa, Sylvia ya había entrado al convento y su esposo ya se había convertido en sacerdote simultáneamente.
Arriba de su casa en Colina de Coelian en Roma construyeron una capilla en su honor.
Murió en el 572 d.C.
Murió en el 572 d.C.
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