domingo, 1 de octubre de 2017

02 de Octubre - María Guadalupe Ricart Olmos

María Guadalupe Ricart Olmos, Beata
Religiosa y Mártir, 02 de Octubre

Martirologio Romano: En la aldea de Silla, cerca de Valencia, en España, beata María Guadalupe (María Francisca) Ricart Olmos, religiosa de la Orden de los Siervos de María y mártir, que en la persecución española recibió el martirio por su testimonio en favor de Cristo (1936).
Fecha de beatificación: 11 de marzo de 2001, junto a otros 232 mártires, por S.S. Juan Pablo II, 11 de marzo de 2001.

La Beata María Guadalupe nació el 23 de febrero de 1881 en la ciudad de Albal, a 9 Kilómetros de Valencia. A los pocos días recibió en el bautismo el nombre de María. Fue la segunda hija de Francisco Ricart y de María Olmos. Al primogénito lo llamaron José y a sus hermanos menores Antonio y Filomena. En 1885 fallece su padre por una enfermedad, y su bondadosa madre, considerada por todos como una santa, afrontó la dura tarea de criar a los cuatro hijos y educarlos en el amor de Dios.
María asumió bien pronto responsabilidades dentro del humilde hogar colaborando con su madre en el cuidado de sus hermanos y en las tareas domésticas. Recibió la educación básica siendo unánime el reconocimiento de su capacidad intelectual. Participó vivamente en las actividades de algunos de los grupos parroquiales demostrando un gran entusiasmo como miembro del coro en el que hizo buenas amigas.
El hecho más significativo a nivel espiritual es el de su Primera Comunión. Entonces cuenta con sólo 10 años y representa para ella el inicio de una relación intensa con Jesucristo y su despertar vocacional. Desde ese momento la frecuencia y el modo de participar en la Santa Misa y comulgar, llama la atención de sus parientes y conocidos, que perciben incluso una variación en su carácter, que va transformándose, a medida que crece, de efusivo en moderado sin perder nunca su alegría y jovialidad.

Vocación
La Primera Comunión representa el inicio de su camino vocacional. En esa celebración ocurre un hecho inusual que impacta al párroco, P. Vicente Pastor, quien ese día dirigió a las niñas que ese día iban a comulgar una pregunta muy concreta: “¿alguna de las presentes desea entregarse a Dios para ser su esposa y ser enteramente suya?". Siguió un momento de incertidumbre. Luego se alzó una mano y tras de ella una niña que con voz clara respondió: “¡yo quiero serlo!". Esa niña era nuestra Beata María Guadalupe.
Después su deseo de consagrarse por entero a Dios crecía cada día más. En las visitas frecuentes al Monasterio de Al Pie de la Cruz de las Monjas Siervas de María de Valencia, donde su madre tenía una vieja amiga, encontró su vocación en la Iglesia. Con el consentimiento de su madre y el apoyo del Párroco pudo ingresar allí a la edad de 15 años. Su inequívoca percepción de que Dios le había elegido nos ha dejado un hermoso testimonio de la madurez religiosa de una niña que daba signos de llegar a ser una gran mujer y una gran cristiana.
Mientras se dirigían a Valencia para entrar en la clausura un desconocido reprochó gritando: “¡Llevan engañada a esa muchacha!". Ella sin perder la calma, al igual que en los momentos del martirio, se giró y dijo: “Sé muy bien lo que hago, pues es Jesús quien me llama".

Sierva de María
Hizo su profesión solemne el 19 de junio de 1900, fiesta en que se recuerda a Santa Juliana Falconieri madre espiritual de la rama femenina de los Siervos de María.
Enamorada del carisma de la Orden vivió plenamente sus valores: la caridad fraterna y la unidad, la oración contemplativa y el humilde servicio y el amor y la devoción a la Virgen Dolorosa, a quien rezaba con fervor la Corona de los Siete Dolores, identificándose con los sufrimientos de la Virgen María. Buscaba siempre el recogimiento y practicaba la penitencia física al contemplar la Pasión de Jesús y a su Madre al pie de la Cruz.
Con un carácter alegre, una fuerte espiritualidad y dotes de liderazgo ocupó el cargo de Maestra de Novicias de 1928 a 1931, y luego el de Priora en los difíciles y confusos años de 1931 hasta 1934. Al acabar el priorato vuelve a ser elegida Maestra de novicias, cargo que ejerció hasta su martirio, dando a sus hermanas el más importante de los ejemplos.

Martirio
La madrugada del 2 de octubre de 1936, unos alborotos interrumpen su oración. Su hermana Filomena y su cuñado José intentaban disuadir a los que registraban su casa, donde ella se había refugiado por la persecución. Sin dudarlo un instante la beata María Guadalupe salió de su alcoba llevando en la mano un libro de oraciones. Al verla los milicianos le preguntaron: “¿Es usted monja?", responde “Soy monja y si naciese mil veces, lo sería Al Pie de la Cruz", fue arrestada al momento sin que ella opusiese resistencia alguna.
Sostenida por la gracia del Señor, se mostro en todo momento igual de entera y entregada como a lo largo de su vida. Comenzaba para ella su propio Vía Crucis y Vía Matris, unida a cada paso a la Pasión del Redentor y a los dolores de su Madre al Pie de la Cruz.
Abrazada al crucifijo la subieron a una furgoneta, desde la que daba ánimos a sus familiares: “No lloréis por mí, pues me llevan a matarme y dar la vida por Aquel que primero la dio por mí".
Fue conducida a un tribunal ficticio en el que recibió la sentencia de muerte. Fue beatificada el 11 de marzo de 2001, por S.S. Juan Pablo II junto a otros mártires valencianos.

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