miércoles, 17 de febrero de 2016

Daniel 7


1 El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel tuvo un sueño y unas visiones en su imaginación, mientras se hallaba en su lecho. El escribió el sueño. Este es el comienzo del relato.
2 Daniel tomó la palabra y dijo: Yo miraba en mis visiones nocturnas, y vi los cuatro vientos del cielo que agitaban el gran mar.
3 Y cuatro animales enormes, diferentes entre sí, emergieron del mar.
4 El primero era como un león y tenía alas de águila. Yo estuve mirando hasta que fueron arrancadas sus alas; él fue levantado de la tierra y puesto de pie sobre dos patas como un hombre, y le fue dado un corazón de hombre.
5 Luego vi otro animal, el segundo, semejante a un oso; él estaba medio erguido y tenía tres costillas en su boca, entre sus dientes. Y le hablaban así: «¡Levántate, devora carne en abundancia!».
6 Después de esto, yo estaba mirando y vi otro animal como un leopardo; tenía cuatro alas de pájaro sobre el dorso y también cuatro cabezas, y le fue dado el dominio.
7 Después de esto, yo estaba mirando en las visiones nocturnas y vi un cuarto animal, terrible, espantoso y extremadamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro, comía, trituraba y el resto lo pisoteaba con las patas. Era diferente de todos los animales que lo habían precedido, y tenía diez cuernos.
8 Yo observaba los cuernos, y vi otro cuerno, pequeño, que se elevaba entre ellos. Tres de los cuernos anteriores fueron arrancados delante de él, y sobre este cuerno había unos ojos como de hombre y una boca que hablaba con insolencia.
9 Yo estuve mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente.
10 Un río de fuego brotaba y corría delante de él. Miles de millares lo servían, y centenares de miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y fueron abiertos unos libros
11 Yo miraba a causa de las insolencias que decía el cuerno: estuve mirando hasta que el animal fue muerto, y su cuerpo destrozado y entregado al ardor del fuego.
12 También a los otros animales les fue retirado el dominio, pero se les permitió seguir viviendo por un momento y un tiempo.
13 Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él.
14 Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido.
15 Yo, Daniel, quedé profundamente turbado en mi espíritu, y las visiones de mi imaginación me llenaron de espanto.
16 Me acerqué a uno de los que estaban de pie y le pregunté la verdad acerca de todo aquello. El me habló y me hizo conocer la interpretación de las cosas.
17 «Esos cuatro animales enormes son cuatro reyes que se alzarán de la tierra;
18 y los Santos del Altísimo recibirán la realeza, y la poseerán para siempre, por los siglos de los siglos».
19 Entonces quise saber la verdad acerca del cuarto animal, que era diferente de todos los demás, extremadamente horrible, y que tenía dientes de hierro y garras de bronce: el que devoraba, trituraba y pisoteaba el resto con las patas;
20 y también acerca de los diez cuernos de su cabeza, y del otro cuerno que se había elevado y ante el cual habían caído tres; es decir, el cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba con insolencia, y que parecía más grande que los otros.
21 Yo miraba, y este cuerno hacía la guerra a los Santos del Altísimo y prevalecía sobre ellos,
22 hasta que vino el Anciano, se hizo justicia a los Santos del Altísimo y llegó el momento en que los Santos entraron en posesión de la realeza.
23 El habló así: «En lo que respecta al cuarto animal, habrá sobre la tierra un cuarto reino, diferente de todos los reinos: él devorará toda la tierra, la pisoteará y la triturará.
24 En cuanto a los diez cuernos, de este reino surgirán diez reyes, y otro surgirá después de ellos: será diferente de los anteriores y abatirá a tres reyes.
25 Hablará contra el Altísimo y maltratará a los Santos del Altísimo. Tratará de cambiar los tiempos festivos y la Ley, y los Santos serán puestos en sus manos por un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo.
26 Pero luego se sentará el tribunal, y a ese rey se le quitará el dominio, para que sea destruido y aniquilado definitivamente.
27 Y la realeza, el dominio y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los Santos del Altísimo. Su reino es un reino eterno, y todos los imperios lo servirán y le obedecerán».
28 Aquí termina el relato. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me llenaron de espanto y cambié de color. Y yo conservé estas cosas en mi corazón.

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